ACTUALIDADSEVILLAActualidad de la ópera puccinianaIDEAL BUTTERFLYTeatro de la Maestranza. 13 y 15-V-2005. Puccini, Madama Butterfly. Xiuwei Sun/Raffaella Angeletti (Butterfly),Aquiles Machado/Dante Alcalá (Pinkerton), Juan Jesús Rodríguez/Ángel Ódena (Sharpless), Enkeledja Shkosa/ElenaBelfiore (Suzuki). Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y Coro del teatro. Director musical: Carlo Rizzi. Director deescena: Giancarlo del Monaco.Guillermo MendoXiuwei Sun y Aquiles Machado en Madama Butterfly de Puccini en el Teatro de la Maestranza38Delicada como una figurade porcelana, conmovimientos y gestosinequívocamente orientales,y con una voz dulceque se iba tornando dramática,la interpretación de lachina Xiuwei Sun se aproximóbastante al ideal de laheroína preferida de Puccini,la japonesa Cio-Cio-San.Todo en ella resultaba convincentea lo largo de suomnipresencia en los tresactos. En el primero transmitía,como no recuerdo haberoído ni visto sobre un escenario,la ingenuidad casiinfantil de su mente, pero almismo tiempo la seriedad enla asunción de su nuevodestino. En el segundo,nadie como ella para representarel drama de la incomunicaciónentre dos mentalidadestan opuestas comola americana y la japonesa.SEVILLAEn el tercero, la tragedia dequien se sabe finalmente,además de engañada, expoliadapor la rapiña del Occidenteburgués. La muertecomo solución para ella ycomo remordimiento paratodos los Pinkerton que enel mundo han sido.Xiuwei Sun, formada enShanghai, Pekín y posteriormenteen Italia, ha sido conesta versión una excelenteembajadora del nuevoOriente musical. En lastablas tuvo como pareja aAquiles Machado que,siguiendo la indicaciones deGiancarlo del Monaco,encarnó a un Pinkerton máslascivo que frívolo. Tal vezse sobrepasó, pues el otroPinkerton, el de Dante Alcalá,aparte de que cantó conmás lirismo y limpieza, noresultó tan zafio en su interpretación.El gran dúo deamor entre Alcalá/Angelettifue en líneas generales máshermoso que el protagonizadopor Machado/Sun. Vocalmentela Butterfly de la italianafue también para elrecuerdo. Sus graves sonarondensos y sus agudostorrenciales. Una gran actriz,pero excesivamente firmedesde su aparición en escena,cuando tan sólo se tratabade una niña de apenasquince años. También tuvomás rotundidad el Sharplessdel segundo reparto que eldel primero. Ángel Ódenafue más expresivo, con unavoz más hecha, que JuanJesús Rodríguez, aunque éstecantase a su vez con muyalto nivel. Como lo hicieronlas dos Suzuki, por cuya preferenciasería difícil pronunciarse.Excelentes los demás,sobresaliendo el Goro deEduardo Santamaría, que asu buena actuación musicalsumó la de consumadoactor. Pero la buena marchade las voces en general nohubiera sido posible sin lapresencia en el foso de unCarlo Rizzi al frente de unaorquesta que, superadas nolejanas crisis, se mostrabapletórica. Con qué atencióndirigía el milanés secciones,solistas y coro. Qué conjuntadoy con cuántos matices,desde los más tiernos a losmás patéticos, el maravillosouniverso sonoro de Puccini,tan refinado y actual, comosi no hubiese pasado ya unsiglo. Y es que MadamaButterfly parece una obraescrita en nuestros días,cuando Occidente sigue consu política hipócrita atropellandotantos lugares delsilenciado Oriente.Jacobo Cortines
ACTUALIDADSEVILLAFundación El MonteMISTERIOS A MEDIODESVELARSevilla. Ciclo de Música de Cámara. 10 y 11-V-2005. The RareFruits Council. Biber, Sonatas del Rosario.THE RARE FRUITS COUNCILEric ManasAfrontar en concierto unainterpretación de lasSonatas del Rosario deBiber supone un reto paracualquier violinista. El argentinoManfredo Kraemer,acompañado por un continuoque formaban Alessandrode Marchi (órgano positivoy clave), Balázs Maté (violonchelo)y Eduardo Egüez(tiorba), se enfrentó al desafíoen dos días consecutivosy empleando tres instrumentosdiferentes, cuya afinaciónfue ajustando sobre la marcha,según los requerimientosde cada sonata, escritas,como se sabe, mediante elprocedimiento de la scordatura,de modo que, salvo laPrimera y la Passacagliafinal, para violín solo, cadapieza presenta las cuerdasdel violín afinadas de maneradiferente.La primera sesión resultópor entero desconcertante.No sólo es que Kraemertuviera demasiados problemascon la afinación, demasiadosroces, sino que faltócalor, fluidez, fantasía, algofundamental en esta músicay de la que The Rare FruitsCouncil ha hecho una de susseñas de identidad. Interpretacióndemasiado rígida, casimetronómica, con un bajocontinuo en el que la tiorbade Egüez apenas resultóaudible. Con todo, al finalde la sesión el gran violinistaargentino pareció sentirsemás cómodo y firmó algunosmomentos más acordescon su prestigio (adagiosfinales de La oración en elhuerto de los Olivos).Fue el preludio de unasegunda jornada mucho másprecisa, refinada, flexible eintensa, en la que Kraemeralcanzó un mayor vuelopoético (Finale de La subidaal Calvario, variaciones delaria de La Crucifixión) yconsiguió (¡por fin!) deslumbrarcon su virtuosismo y suprofunda musicalidad(soberbia chacona de LaAsunción de la Virgen).Todo se cerró con una Passacagliamuy contrastada,de un aire más lírico quedramático.Pablo J. Vayón39