Observatorio de Bolivia - CAEI

Observatorio de Bolivia, Número 16, Año IV, Primavera Sur 2009optimizar las condiciones de la acumulación capitalista. El Estado empieza a participar de la competenciamundial para atraer al capital, (cada vez más móvil), entonces se reestructura para lograr satisfacer susexigencias. El Estado posfordista renuncia a la integración material del trabajador a la sociedad. Incluso semodifica la perspectiva de lo valorado. Domina el individualismo, cada trabajador debe procurar su propiobienestar sin la tutela estatal. Los conflictos sociales se resuelven en el terreno de la competencia individual,en el mercado. El Estado boliviano se ha comportado acorde a las circunstancias, durante la década de 1990aplicó políticas neoliberales que sumieron a la población en una crisis. Bolivia sufrió los embates de laglobalización y del neoliberalismo y no logró conseguir un lugar viable en la nueva conformación mundial de laposmodernidad. Más que nunca, la brecha entre pobres y ricos se profundizó. Surgen, a partir de esto, formasde mestizaje cultural con diversos grados de estabilidad. Y, al mismo tiempo, aparecen identidades fuertescomo tendencia a refugiarse en universos simbólicos que permiten seguir imaginando unida y coherente unarealidad social diferenciada y fragmentada. La globalización benefició a determinados sectores ydesestructuró los sistemas sociales de la mayoría pobre. Es en estos grupos donde surgen las identidadesfuertes. Esto es debido a que aparece la necesidad de poseer un “ser” en particular ante la imposibilidad deacceso a los bienes de consumo que caracterizan al mundo globalizado. Ante la frustración que crea elmercado los individuos recurren a identidades fuertes que se construyen a partir de certezas anteriores queresultan a veces ineficaces en la nueva situación. La búsqueda de este tipo de identidades en tiempos decrisis demuestra la necesidad humana de homogeneizar, al menos en apariencia, el sistema social quebradopor las circunstancias.La globalización ha destruido formas comunitarias de convivencia tradicionales y, como consecuencia de estanueva situación, los grupos, tienden a reconstruir sus identidades con lo único que les queda, formas depertenencia local. 22 En el caso boliviano los grupos parecen recurrir a formas de pertenencia anteriores a laformación del Estado boliviano: las indígenas.Evo Morales, surgió como un líder indígena, como un “gran hombre” que traía consigo la promesa de unavuelta al pasado, a los orígenes. Logró llegar al poder llamando a la fantasía de un pasado mejor, apelando asus raíces indígenas. Incluso hay componentes místicos que lo ayudaron en su carrera al poder. Unapredicción aymará veía en un miembro de su tribu al futuro conductor de los diez millones de bolivianos. Enenero de 2006 Evo fue coronado como Apu Mallku, o líder supremo de los pueblos indígenas de Bolivia,rodeado de presagios y en una ciudad milenaria. Los indígenas dicen que la naturaleza, la coca y los espíritusde los antepasados también les han anticipado que las wacas (templos sagrados) les serán devueltas y que laespiritualidad andina florecerá mucho más en tiempos de Evo Morales. En el mundo indígena, esa profecíaandina tiene un peso muy importante. Esta misma profecía dice que al líder indígena le esperan tiemposdifíciles, esto probablemente le da un amplio margen a Morales.lenguaje y la afectividad. Se apropia de la diferencia y la valoriza. El trabajo ha absorbido los rasgos de la actividadpolítica debido a la convivencia entre la producción contemporánea y un intelecto que se ha hecho público. Es así comoel carácter de la acción política es desviado y reutilizado en la producción.22 La política boliviana se encuentra sumamente dividida por regionalismos. La representación política no logra sernacional salvo en el caso de Morales.Todos los derechos reservados. - Pág. 47