74MINISTERIO DE EDUCACION,CIENCIAY TECNOLOGIANAPNUCLEOS DEAPRENDIZAJES PRIORITARIOSa los países más ricos. Los “espaldas mojadas”, como se los llama a los mexica<strong>no</strong>sque cruzan el Río Gran<strong>de</strong> con el objetivo <strong>de</strong> llegar a tierra <strong>no</strong>rteamericana, viajanpara po<strong>de</strong>r vivir mejor, alimentarse y tener un trabajo. Los “balseros” se trasladan enbotes improvisados y cruzan el estrecho <strong>de</strong> Gibraltar para llegar a España, el Canal<strong>de</strong> la Mancha entre Francia e Inglaterra, el mar Adriático entre Albania e Italia, el mar<strong>de</strong>l Caribe entre Cuba y los Estados Unidos. Todos escapan <strong>de</strong> sus tierras con el<strong>de</strong>seo profundo <strong>de</strong> alcanzar tierras extranjeras y tener la oportunidad <strong>de</strong> sobrevivir.También están aquellos que se transforman en inmigrantes a causa <strong>de</strong> la guerra.Escapan <strong>de</strong> sus tierras perseguidos por sus propios coterráneos como sucedió enla llamada guerra <strong>de</strong> los Balcanes en la década <strong>de</strong>l <strong>no</strong>venta don<strong>de</strong> las disputas eranentre habitantes <strong>de</strong>l mismo lugar. O como en el caso <strong>de</strong> los ruan<strong>de</strong>ses en África queinmigraban obligatoriamente a otros países para llegar a campos <strong>de</strong> refugiados don<strong>de</strong>podían salvarse <strong>de</strong> la lucha civil entre tutsis y hutus. La historia <strong>de</strong> Severi<strong>no</strong>, unas páginasatrás, es un ejemplo también <strong>de</strong> esta inmigración obligada a causa <strong>de</strong> la PrimeraGuerra Mundial en Italia.Inmigrantes también fueron aquellos que a fines <strong>de</strong>l siglo XIX y principios <strong>de</strong>lXX llegaron <strong>de</strong> países <strong>de</strong> Europa a la Argentina, a “hacer la America”. O, aquellosargenti<strong>no</strong>s que en 2001, a causa <strong>de</strong> la crisis económica, vendieron muebles, electrodomésticosy bibliotecas para juntar el dinero para radicarse en países que lesdieran la oportunidad <strong>de</strong> trabajar. La historia <strong>de</strong> Senaida, como la <strong>de</strong> Fernando, sonhistorias <strong>de</strong> inmigrantes que buscan una vida mejor, la posibilidad <strong>de</strong> trabajar, <strong>de</strong><strong>de</strong>sarrollarse, <strong>de</strong> crecer... para eso, la inmigración fue el único cami<strong>no</strong>.Descen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> los barcosUn joven nigeria<strong>no</strong> logra superar la travesía por el Estrecho <strong>de</strong> Gibraltar en unabalsa y, finalmente, llega a España. A pesar <strong>de</strong> la felicidad <strong>de</strong> haber arribado a latierra prometida la vida en este nuevo país <strong>no</strong> será fácil. Seguramente sus primerosdías los pasará en un centro <strong>de</strong> acogida al inmigrante –instituciones <strong>de</strong>stinadasa alojar a los recién llegados– y, tal vez, si consigue la visa pueda encontrar untrabajo y permanecer en la península. Deberá enfrentarse a situaciones difícilesmarcadas por la diferencia <strong>de</strong> la lengua, las costumbres, la cultura y, en algu<strong>no</strong>scasos, la etnia.Del mismo modo, cuando calabreses, sicilia<strong>no</strong>s, napolita<strong>no</strong>s, gallegos, madrileños,catalanes, turcos, armenios, libaneses llegaron a Bue<strong>no</strong>s Aires la vida aquí<strong>no</strong> fue sencilla. Muchos ya tenían familiares en la capital o en el interior <strong>de</strong> lasprovincias y se hospedaban con ellos o trabajaban en familia. Otros llegaban “conuna ma<strong>no</strong> atrás y otra a<strong>de</strong>lante”, sin trabajo, sin co<strong>no</strong>cer la lengua y con una vidamarcada por las necesida<strong>de</strong>s y penurias. Los más chicos aprendieron la lenguaen la escuela y, los más gran<strong>de</strong>s, a fuerza <strong>de</strong> tener que comunicarse mezclaban elespañol con su dialecto. Así nació el cocoliche y el lunfardo.
antologÍATEXTOS LITERARIOS75Los libaneses y turcos se <strong>de</strong>dicaron a lo que co<strong>no</strong>cían: la venta <strong>de</strong> artículos textilesy para la casa, <strong>de</strong> puerta en puerta, recorriendo pueblos a lo largo y a lo ancho <strong>de</strong>lpaís. Algu<strong>no</strong>s italia<strong>no</strong>s eran sastres y, muchos, campesi<strong>no</strong>s. Aprendieron el oficio <strong>de</strong>albañil, estibador, operario y así empezaron a construir su porvenir. Muchos españolesanarquistas se <strong>de</strong>dicaron a la gastro<strong>no</strong>mía, especialmente a la panificación y fueronlos que bautizaron las facturas con los <strong>no</strong>mbres que co<strong>no</strong>cemos: “suspiro <strong>de</strong> monja”,“vigilante”, “cañoncito”, “bolas <strong>de</strong> fraile” en una actitud <strong>de</strong> resistencia pasiva. Lasmujeres eran amas <strong>de</strong> casa, <strong>de</strong>pendientas en comercios, empleadas domésticas ocostureras y tejedoras a domicilio.Pero <strong>no</strong> solo <strong>de</strong>l trabajo vive el hombre. Otro obstáculo fueron las costumbresy la cultura. La inmigración masiva <strong>de</strong> fines <strong>de</strong>l siglo XIX y principios <strong>de</strong>l XX, fuetan mayoritaria que se fueron imponiendo ciertas costumbres, como el almuerzo<strong>de</strong> los domingos don<strong>de</strong> se comía la pasta, el puchero o el mondongo en familia.Los clubes <strong>de</strong> barrio, asociaciones <strong>de</strong> fomento, vecinales y socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> socorromutuo funcionaron como espacios <strong>de</strong> encuentro don<strong>de</strong> los habitantes <strong>de</strong> distintascolectivida<strong>de</strong>s se nucleaban y preservaban sus costumbres, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> solidarizarsecon las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> sus coterráneos.Adaptarse a la vida <strong>de</strong> ciudad fue otro obstáculo. Algu<strong>no</strong>s inmigrantes nuncahabían salido <strong>de</strong>l pueblo y <strong>de</strong>l campo, <strong>no</strong> co<strong>no</strong>cían la vida urbana. No estabanacostumbrados a la presencia <strong>de</strong> autos y carruajes, a la vida en los conventillos, yal ritmo citadi<strong>no</strong>.Descen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> los barcos fue como empezar <strong>de</strong> nuevo, tratando <strong>de</strong> <strong>no</strong> olvidarlas propias raíces.La pérdida <strong>de</strong>l origen, <strong>de</strong>l lugar que cada inmigrante <strong>de</strong>ja es, tal vez, lo más difícilque conlleva el viaje <strong>de</strong> la inmigración. ¿Cómo hacer para conservar lo propio?¿Cómo <strong>no</strong> sentir que <strong>no</strong>s “contaminamos” con la cultura ajena? ¿Cómo preservar lapropia cultura? ¿Cuál es el legado que se <strong>de</strong>ja a las futuras generaciones?La <strong>no</strong>stalgia es, tal vez, el modo <strong>de</strong> recordar el hogar que se ha abandonado,los afectos que se han <strong>de</strong>jado <strong>de</strong>l otro lado <strong>de</strong> la frontera, las costumbres que–quizá– se irán perdiendo, aquello que se extraña y añora. Después <strong>de</strong> muchosaños <strong>de</strong> vivir en otro país, el inmigrante va integrándose a la nueva cultura, hablael idioma <strong>de</strong>l lugar, se alimenta como lo hacen sus veci<strong>no</strong>s, escucha la música <strong>de</strong>llugar, lee el diario y las revistas <strong>de</strong> su lugar <strong>de</strong> adopción. Sin embargo, un tangoen el extranjero, una pizza en Bue<strong>no</strong>s Aires, escuchar hablar en la propia lenguason escenas que acercan lo propio en territorio aje<strong>no</strong>. Y, aún cuando el <strong>de</strong>sarraigoimplique muchas pérdidas, algunas costumbres se mantienen. U<strong>no</strong> lleva su culturaconsigo, más allá <strong>de</strong> adón<strong>de</strong> viva o trabaje, en su propia lengua.Hoy Hanna vive en Bariloche, es maestra <strong>de</strong> pia<strong>no</strong> y vive ro<strong>de</strong>ada <strong>de</strong> sus nietosy bisnietos. Su hijo se <strong>de</strong>dica a recopilar testimonios <strong>de</strong> sobrevivientes <strong>de</strong> campos<strong>de</strong> exterminio nazi para una fundación internacional.Roque llegó a la Argentina en 1920 y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> trabajar muchos años en el
- Page 1 and 2: ANTOLOGÍA53TEXTOS noLITERARIOS
- Page 3: antologÍATEXTOSNO LITERARIOS55De B
- Page 6 and 7: 58MINISTERIO DE EDUCACION,CIENCIAY
- Page 9 and 10: antologÍATEXTOSNO LITERARIOS61© 2
- Page 11: antologÍATEXTOSNO LITERARIOS63Los
- Page 14 and 15: 66MINISTERIO DE EDUCACION,CIENCIAY
- Page 16 and 17: 68MINISTERIO DE EDUCACION,CIENCIAY
- Page 18 and 19: 70MINISTERIO DE EDUCACION,CIENCIAY
- Page 20 and 21: 72MINISTERIO DE EDUCACION,CIENCIAY
- Page 24 and 25: 76MINISTERIO DE EDUCACION,CIENCIAY
- Page 26 and 27: 78MINISTERIO DE EDUCACION,CIENCIAY
- Page 28 and 29: 80MINISTERIO DE EDUCACION,CIENCIAY
- Page 30 and 31: 82MINISTERIO DE EDUCACION,CIENCIAY
- Page 32 and 33: 84MINISTERIO DE EDUCACION,CIENCIAY
- Page 34 and 35: 86MINISTERIO DE EDUCACION,CIENCIAY
- Page 36 and 37: 88MINISTERIO DE EDUCACION,CIENCIAY
- Page 38 and 39: 90MINISTERIO DE EDUCACION,CIENCIAY
- Page 40 and 41: 92MINISTERIO DE EDUCACION,CIENCIAY
- Page 42 and 43: 94MINISTERIO DE EDUCACION,CIENCIAY
- Page 44 and 45: 96MINISTERIO DE EDUCACION,CIENCIAY
- Page 46: 98MINISTERIO DE EDUCACION,CIENCIAY