12 <strong>Cristo</strong> en los <strong>evangel</strong>ios del año litúrgicodado que han pasado más de treinta años desde que viera la luzel primer volumen, parecía oportuno completar la colección conalgún estudio introductorio. En primer lugar, hay dos artículosnuevos sobre la predicación en el año litúrgico y sobre el métodohermenéutico del padre Brown, escritos por John R. Donahue,SJ, y por el autor de estas líneas, respectivamente. Y para la ediciónespañola, el padre Lino Emilio Díez Valladares, SSS, ha escritoun artículo titulado «Recursos para el ministerio de la homilíadurante el año litúrgico». En las últimas páginas se ha incluidoun apéndice con una tabla revisada sobre el conjunto delaño litúrgico y dos índices útiles. Habría que destacar tambiénque me he servido de alguna licencia literaria al combinar los seisprólogos de los volúmenes originales en una introducción quetrata de preservar el tono y el contenido de los originales, peroen una edición unificada. (¡Confío en que el padre Brown seráindulgente con un hermano de religión!).También se ha modificado de alguna manera el orden de losvolúmenes. El primer capítulo del último volumen publicado,que versa sobre el tiempo ordinario, se ha situado al comienzode la compilación porque proporciona la exposición más clarasobre la intención y el método de Brown. Este ensayo orienta allector sobre el sentido de todo el libro. El resto de los ensayos estándispuestos según el orden del año litúrgico, desde Adviento,pasando por Pentecostés, hasta el tiempo ordinario. Por lo demás,el texto y las notas solo se han revisado cuando ha sido necesariointroducir los cambios exigidos por esta reorganización.No se ha intentado poner al día la bibliografía de Brown en lasnotas, excepto en casos evidentes de obras revisadas disponiblesactualmente.Espero que esta edición conmemorativa llegue a una nuevageneración de lectores y, especialmente, predicadores de la palabra,ya que los estudios originales son un pozo de sabiduría quepuede iluminar nuestra comprensión de la palabra de Dios paranuestro tiempo. Como es bien sabido, el padre Brown, maestrode exegetas, tenía la rara capacidad de exponer con sencillez investigacionesbíblicas complejas de un modo que no «bajaba elnivel intelectual» del material, sino que permitía que fuera comprendidopor un amplio público carente de pericia técnica en las
Prólogo13ciencias bíblicas. Y lo hacía de un modo que era inspirador y ala vez instructivo.Deseo dar las gracias sinceramente a Peter Dwyer y a sus colegasde Liturgical Press por apoyar este proyecto con entusiasmodesde el principio. Expreso mi agradecimiento también aJohn Donahue, SJ, profesor de teología en el Loyola Collage deMaryland, por haber aportado a este volumen su gran experienciaen los campos de la exégesis bíblica y la predicación de lapalabra de Dios. El padre Donahue fue el primer profesor distinguidode Estudios de Nuevo Testamento que ocupó la cátedraRaymond E. Brown en el St. Mary’s Seminary & University(2001-2004), y su ensayo sobre la predicación litúrgica ha aumentadoconsiderablemente la utilidad de este libro.RONALD D. WITHERUP, SSSolemnidad de Santa María, Madre de Dios, 2008