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La vida cristiana - Editorial Sal Terrae

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L A VIDA CRIST IANA. T EOLOGÍA MORAL F UNDAMEN TAL14refiere a la manera concreta de vivir de una persona o de una colecti<strong>vida</strong>d;la expresión «doctrina moral o ética» se refiere a una teoría sobrecómo es necesario que se comporte la humanidad. De hecho, todos loshombres somos «morales» en la medida en que somos libres y responsables;y algunos son «moralistas» o «pensadores de la ética» porquehan elaborado alguna teoría ética.¿Cuál es, exactamente, la pregunta moral? Cada cultura, cada religión,cada persona la formula a su manera: «¿qué debo hacer?», «¿cómohay que vivir?», «¿cuál es el mandamiento más importante?», «¿cómoconseguir la felicidad?», «¿qué quiere decir vivir como persona?»,«¿qué debo hacer para poseer la <strong>vida</strong> eterna?» (Mc 10,17); pero todosexpresan un mismo interrogante ético, que define la grandeza y el retode la humanidad 3 .<strong>La</strong> pregunta ética ha tenido muchas respuestas a lo largo de la historiade la humanidad. Algunas han sido pensadas, elaboradas, escritas.Son las obras de los grandes pensadores éticos: Buda, Confucio, Aristóteles,Jesús, Pablo, Mahoma, Nietzsche, Marx... Pero la mayoría deellas son respuestas vi<strong>vida</strong>s. Cada cultura humana ha hecho su opciónsobre la manera de vivir, de relacionarse, de construir la familia, la sociedad.En el fondo, cada persona responde a la pregunta moral con sumanera de vivir.Que haya muchos proyectos éticos no quiere decir que sus contenidossean diferentes. Hay teorías éticas distintas que tienen puntos decontacto y puntos de divergencia; igualmente, hay culturas y pueblosdiversos que tienen aspectos coincidentes en su manera de convivir.Suele ser común a la mayor parte de las culturas, por ejemplo, la preocupaciónde los padres por sus hijos, el respeto por la <strong>vida</strong> de los otroso la importancia de una autoridad social. Aunque ya se ve que es muydifícil pretender hacer una lista de elementos éticos comunes a toda lahumanidad. Y, lo que es más importante, si hay elementos comunes,ello no significa automáticamente que éstos sean buenos; por ejemplo,el lugar de la mujer en la familia y en la sociedad, o la manera de tratara los delincuentes o a los enemigos. Estas constataciones, aparentementesimples, son nuevas en nuestra vivencia y forman parte de la crisisética que vivimos.3. «En el joven [...] podemos reconocer a toda persona que, conscientemente o no,se acerca a Cristo, Redentor del ser humano, y le formula la pregunta sobre lamoral. Para el joven, más que una pregunta sobre las reglas que hay que observar,es una pregunta de pleno significado para la <strong>vida</strong>. En efecto, ésta es la aspiracióncentral de toda decisión secreta, y el impulso íntimo que mueve la libertad»(VS, 7).

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