Género y territorio
Informe-Latinoamericano-2015
Informe-Latinoamericano-2015
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Recuadro 6.5<br />
Desafíos para el empoderamiento económico de las mujeres en el Bajo Cauca<br />
Las organizaciones de mujeres en el Bajo Cauca se han constituido en un referente en su <strong>territorio</strong>, con capacidad de crear nuevas oportunidades, tanto en su<br />
conjunto como a nivel de las variadas organizaciones locales, aunque quedan importantes desafíos, en términos de su agencia específica en el <strong>territorio</strong> y en<br />
cuanto a las apuestas de la institucionalidad de género:<br />
1. Un aspecto que queda por resolver es pasar del aprovechamiento de las oportunidades que brindan las alianzas estratégicas a incluir un enfoque de género<br />
en el diseño de las políticas, como en el caso de Consolidación Territorial y particularmente en un contexto en el que la participación de la población en los<br />
emergentes proyectos productivos está atravesada por problemas de distribución de tierra.<br />
2. Las organizaciones de mujeres han mejorado sus perspectivas económicas, pero su participación en las instancias de representación política es todavía<br />
incipiente y sus números las hacen atractivas para candidatos en busca de votos, lo que acaba atomizándolas. En este sentido, las organizaciones de mujeres<br />
deben movilizarse de forma mancomunada para poder incidir activamente en estos espacios.<br />
3. La falta de oportunidades de empleo formal afecta en particular a jóvenes, lo cual, junto con la violencia sexual, ha creado un escenario de altos niveles<br />
de prostitución de mujeres jóvenes. Enfrentar esta situación es difícil, no solo por las condiciones económicas, sino porque cuestionar estas prácticas puede<br />
exponer a quien lo haga a reacciones por parte de miembros activos de grupos armados.<br />
4. Las políticas de intervención del Estado inciden en las dinámicas económicas de los <strong>territorio</strong>s y, en este sentido, un gran desafío es pasar de intervenciones<br />
basadas en repetitivos talleres de capacitación a procesos de gestión que contribuyan a la gestación y fortalecimiento de empresas sociales.<br />
5. Es importante trabajar con una visión de proceso, pensando en la forma en que se llega a las comunidades, de modo que se acompañen pequeños procesos<br />
a partir de los cuales puedan ir fortaleciéndose las organizaciones y se provea fundamentación para los proyectos de mayor envergadura.<br />
6. En el camino de generar indicadores de avance a partir de los cuales justificar la acción de la política pública, no se debe perder la visión de procesos, cuyos<br />
resultados son más difícilmente cuantificables, especialmente en el corto plazo.<br />
158<br />
Departamento de Nariño-<br />
Cumbal: mujeres, agro y<br />
diversidad en la zona andina<br />
El departamento de Nariño se localiza en el<br />
sur occidente colombiano. Además de los<br />
departamentos vecinos de Cauca al norte y<br />
Putumayo al oriente, limita al sur con Ecuador<br />
y al occidente con el océano Pacífico.<br />
Nariño, que para el Censo de 2005 tenía una<br />
población de 1.541.956 personas, está dividido<br />
políticamente en 64 municipios, pero<br />
puede agruparse en tres marcadas zonas geográficas:<br />
la llanura del Pacífico, la montañosa<br />
región andina y la vertiente amazónica. La<br />
zona andina -en la que se centra este estudio<br />
de caso- ocupa el 46% del <strong>territorio</strong> departamental<br />
y concentra la mayor parte de su<br />
población (DANE, 2010; Viloria de la Hoz,<br />
2007). La diversidad de Nariño no es solo<br />
geográfica, sino también poblacional, con<br />
un 18,8% de comunidad negra y afrodescendiente,<br />
y un 10,8% de comunidad indígena<br />
(etnias Pastos, Awá, Inga, Trua, Kofán, Quillacinga,<br />
Nasa y Eperara Siapidara).<br />
El 65% del PIB del departamento se concentra<br />
en cuatro municipios, tres de la zona<br />
andina (Pasto, Ipiales, Túquerres) y uno en la<br />
zona Pacífico (Tumaco), que corresponden<br />
a las principales ciudades del departamento<br />
(CONPES, 2014). No obstante, más de la<br />
mitad de la población nariñense (el 54%) está<br />
asentada en zonas rurales, porcentaje mayor<br />
entre grupos étnicos, que llega al 86,8% en el<br />
caso de la población indígena (CEPAL, 2007).<br />
En una región fuertemente golpeada por<br />
el conflicto armado y el desplazamiento,<br />
las mujeres que emigran a las áreas urbanas<br />
pueden encontrar trabajo, mayoritariamente,<br />
en el servicio doméstico y en el<br />
comercio informal. Se trata, sin embargo,<br />
de trabajos precarios y mal remunerados.<br />
A pesar de que en los últimos años el sector<br />
de servicios ha venido creciendo -en el 2013<br />
aportó el 28,1% del PIB departamental, frente<br />
a 13,9% aportado por el sector agropecuario-,<br />
el agro continúa siendo la principal rama<br />
de ocupación (Ver Gráfico 6.3).<br />
En Nariño continúa predominando el<br />
sector agropecuario, con un modelo de<br />
desarrollo ligado principalmente a la te-