11.02.2017 Views

He aquí yo estoy a la puerta y llamo - Robert J. Wieland

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

dimensión. No puede producir otra cosa que<br />

desobediencia a <strong>la</strong> ley, seguir pecando,<br />

egocentrismo y tibieza, todo ello bajo el disfraz de<br />

"salvación por <strong>la</strong> fe".<br />

Cuando Juan dice que "el amor (agape) es de<br />

Dios" (1 Juan 4:7), significa que no puede venir de<br />

otra fuente. "En esto consiste el amor (agape): no<br />

que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él<br />

nos amó a nosotros, y ha enviado a su Hijo en<br />

propiciación por nuestros pecados" (v. 10). Pero<br />

podemos seña<strong>la</strong>r cinco maneras en <strong>la</strong>s que esa<br />

"propiciación" es virtualmente negada, o al menos<br />

oscurecida, por esa falsa y popu<strong>la</strong>r doctrina. El<br />

resultado es <strong>la</strong> perplejidad e inconsistencia: (1) El<br />

Padre no dio realmente a su Hijo, sino que<br />

so<strong>la</strong>mente lo prestó; (2) Su amor estaba<br />

condicionado por una anticipación egocéntrica de<br />

recompensa; (3) No hizo realmente un sacrificio<br />

más allá del que se han visto obligados a hacer<br />

muchos mártires, un sufrimiento físico equivalente,<br />

pero siendo sostenido por una esperanza ma<strong>yo</strong>r que<br />

<strong>la</strong> que anima a muchos seres humanos en el<br />

momento de su muerte; (4) No murió realmente,<br />

145

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!