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He aquí yo estoy a la puerta y llamo - Robert J. Wieland

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eclesiásticos. Si el mensaje de 1952 hubiese sido<br />

una verdadera recuperación del mensaje de 1888,<br />

<strong>la</strong> obra habría terminado poco tiempo después, ya<br />

que fue dado "con mucho ma<strong>yo</strong>r poder" que en<br />

1888. Los hermanos de 1952 eran "más ricos" que<br />

cualquiera "otros, en el pasado". ¡En toda <strong>la</strong><br />

historia del mundo! Poseían el "oro"…<br />

Pero un estudio cuidadoso de los mensajes de<br />

1952 muestra <strong>la</strong> carencia de <strong>la</strong>s motivaciones<br />

básicas que hicieron único el mensaje de 1888.<br />

Como en los mensajes de <strong>la</strong> justicia por <strong>la</strong> fe de<br />

1926, no hay ninguna luz adicional que vaya más<br />

allá de lo que <strong>la</strong> iglesia ha estado predicando<br />

durante décadas. De alguna manera, <strong>la</strong>s verdades<br />

que E. White apoyó en 1888 escaparon a <strong>la</strong><br />

consideración de nuestros hermanos en 1952. Eso<br />

es comprensible, ya que con <strong>la</strong> posible excepción<br />

de uno o dos, tenían muy pocas probabilidades de<br />

haber estudiado jamás el mensaje de 1888 en su<br />

contexto original (hasta el día de hoy, muy pocos<br />

lo han hecho).<br />

El pastor Branson pretendía que a pesar de su<br />

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