11.02.2017 Views

He aquí yo estoy a la puerta y llamo - Robert J. Wieland

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

desde cientos de dec<strong>la</strong>raciones sobre el tema, en los<br />

escritos del Espíritu de Profecía. Tal cosa no estaba<br />

al alcance de quienes hab<strong>la</strong>ron con anterioridad.<br />

La luz de <strong>la</strong> justificación y justicia por <strong>la</strong> fe<br />

bril<strong>la</strong> hoy sobre nosotros más c<strong>la</strong>ramente de lo que<br />

jamás lo haya hecho sobre otros, en el pasado.<br />

La cuestión ya no será más ‘¿Cuál fue <strong>la</strong> actitud<br />

de nuestros obreros y de nuestro pueblo, ante el<br />

mensaje de <strong>la</strong> justicia por <strong>la</strong> fe dado en 1888? ¿Qué<br />

hicieron con él?’ A partir de ahora, <strong>la</strong> gran cuestión<br />

deberá ser: ‘¿Qué hicimos con <strong>la</strong> luz sobre <strong>la</strong><br />

justicia por <strong>la</strong> fe, tal como se proc<strong>la</strong>mó en <strong>la</strong><br />

Asamblea bíblica de 1952?’. (W.H.Branson, Our<br />

Firm Foundation, vol. 2, p. 616 y 617).<br />

Desde entonces han pasado más de cuatro<br />

décadas, tiempo suficiente para que <strong>la</strong> obra de Dios<br />

fuese terminada. No hubo oposición oficial al<br />

mensaje de 1952. "La práctica totalidad de los<br />

predicadores" lo proc<strong>la</strong>maron, y evidentemente fue<br />

aceptado por todos. Y los predicadores eran "el<br />

ángel de <strong>la</strong> iglesia de Laodicea", los dirigentes<br />

171

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!