The Ruta Magazine Edicion 15v2

Por el camino, y cerca de Cibiana di Cadore, en el Valle del
Boite, pudimos deleitarnos de verdados artistas de la madera
talando a mano relojes de cuco, casitas para los pájaros
o bancos de madera. Ya nos había aparecido el sol y el
suelo empezaba a secarse, lo que nos permitió ver nuevamente
las montañas a todos lados. Después de Cibiana, el
Passo Duran, uno más en nuestra “lista de pasos elegidos”.
Kms. totales: 167 Horas de recorrido: 3.40 aunque llegamos
para ducharnos y cenar.
La población es muy pequeña, con lo que decidimos quedarnos
a cenar en el hotel. Que bien nos lo pasamos. El hotel
abrió la discoteca para nosotros, una discoteca con ping
pong. La lástima es que queríamos partida internacional
pero sólo estábamos nosotros para jugar. Ese día fuimos
a camita pronto.
Aquí teníamos una ruta alternativa, que aumentaba los
kms. de ruta pero al final decidimos no realizarla.
Esta es la razón por la que las Dolomitas tendrán una 3ª
parte, aunque ya os contaremos de donde llegaremos. Os
vais a sorprender pero nos cuadra a la perfección.
Esta era la alternativa: el objetivo era pisar el Parque Nacional
de las Dolomitas Belluneses y bajar más abajo para
atravesar el famoso Passo de San Boldo (5 túnéles impresionantes).
Ya nos queda menos para pisarlo; el verano del
2017 ya está cerca.
Passo di Rolle (1984), Passo Gobbera (988) y
Passo Brocon (1616)
El séptimo día nos lleva de vuelta. Ya dejamos las preciosas
montañas para acabar visitando la preciosa Trento, visita
indispensable y obligada.
Piazza Duomo. Catedral de San Vigilio.Trento
Kilómetros y tiempos del día: 170 kms. y 3,47 h.
El último día de ruta, retorno a Génova
Y llegados a este punto, ya sólo queda informar al grupo del
fin del viaje, que lo que queda es un tramo de autopista y que
vamos camino a Génova para pasar la noche y embarcar al
día siguiente. Pero antes disfrutaremos de nuevo del Lago di
Garda, en esta ocasión desde el otro lado. En este lado os
podréis recrear más con las fotos del lago, hasta el punto de
hacerse un pelín pesado atravesarlo, sobretodo por el calor.
Ruta Día 7
Por el camino aún pisaremos algún paso, ya menos importante
que los visitados en días anteriores pero no despreciéis
ningún paso italiano. Todos sorprenden.
Pero no sólo Trento es una ciudad a visitar. La ruta nos llevará
por San Martino di Castrozza aunque será pasado San
Martino que nos desviaremos para ir a buscar el Canal de
San Bovo para ir a coger una carretera muy divertida y que
nos llevará al Passo Brocon.
El passo Rolle será el primero que pisaréis ya que se encuentra
entre Falcade y San Martino de Castrozza pero el
que disfrutaréis será el Passo Brocon.
Nuestro viaje va de Falcade hasta Levico Terme, donde nos
pondremos cómodos, comeremos en la terracita y nos pegaremos
un buen chapuzón en la piscina. Esta fue la deseada
piscina.
El año anterior tambien elegimos un día de piscina. Estamos
en Levico Terme y como no, zona termal, teníamos que coger
hotel con piscina. Pero como todavía estamos altos, ufff,
como estaba el agua: fría, fría. Ya os digo que hicimos: roncar
en las hamacas.
Después de la siesta, a Trento. Como ya os expuse al principio,
ciudad obligada de visita turística. Para cenar tenéis
muchos restaurantes.
Estábamos muy mal acostumbrados con las temperaturas de
allí arriba, aunque el “Professore” dijera que había pasado
tanto frío; un friolero de narices.
Ruta Día 8
Una vez atravesado todo el Lago de Garda, iniciaremos la
autopista.
Hora y media de autopista, deshidratados, con un calor asfixiante,
paramos en un área de servicio, incluso en estado
catatónico por las temperaturas alcanzadas y allí les decimos:
ahora saldremos de la autopista y haremos un pequeño
tramo de curvas para desconectar un poquito de la misma.
No sabían a dónde les llevábamos; bueno, ni “Il Professore”
ni yo mismo nos lo imaginábamos tan auténtico. SS45, una
carretera comarcal que transcurre todo el rato siguiendo el
cauce del río y que acabará desembocando en Génova.
Por Dios, que pasada de carretera. De las famosas tornantis
que has de coger a velocidad tranquila, a una carretera eterna
con unas curvas largas pero no por ello no zigzagueantes.
En fin, que cuando llegamos a un pueblo llamado “El Loco”,
aún lo recuerdo, el “Velocchi” señalando la señal como diciendo
jajaja así estoy ahora: loco de la gozada de tramo que
acabo de disfrutar. No os dejéis esta carretera.
No hablamos de un tramo corto; es largo y alucinante.
Y si la hacéis, incluso puede que os pase algo parecido. Ya
muy cerca de Génova y para esperar a los rezagados, nos