You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Entrevista<br />
dos<br />
LA REVANCHA<br />
DEL TARDÍO<br />
De paso por Buenos Aires, PIERRE LEMAITRE –Premio Goncourt 2013–<br />
conversó con <strong>Quid</strong> acerca de su literatura<br />
POR Christian Kupchik<br />
Pierre Lemaitre (París, 1951) es, quizá, la confirmación<br />
de que se puede, de que jamás hay que darse por vencido.<br />
Al cabo de una vida dedicada a la enseñanza pero en la que<br />
nunca resignó la posibilidad de la escritura, recién superados<br />
los 50 años y por la influencia de su mujer, Pascaline,<br />
comenzó a escribir y publicar. “Había comenzado a pensar<br />
en la jubilación y en la pensión que me correspondería”,<br />
confiesa. “Me inquietaba la crisis del Estado de Bienestar.<br />
Lo que me tranquilizaba era la seguridad de que en la vejez<br />
iba a contar con unos buenos ingresos por la vía de los<br />
derechos de autor. ¡Y no había escrito un solo libro! El caso<br />
es que siempre contemplé la vida con mirada de escritor.<br />
Interpretaba la realidad a través de la literatura. Por ejemplo,<br />
si tenía una novia pensaba más en Swann y en Proust,<br />
que en la chica en cuestión. La literatura es mi método para<br />
comprender el mundo”.<br />
Lemaitre no solo comenzó a publicar, sino que además tuvo<br />
un hijo, a los 60 años, y sus libros, policiales de un ritmo<br />
trepidante y a los que es imposible soltar una vez que se atraviesa<br />
el umbral de la primera página, se convirtieron en enormes<br />
éxitos. Su peculiar detective, Camille Verhoeven, ya está<br />
instalado entre los grandes del género (aunque mide 1,45<br />
mts). En 2013, ganó el prestigioso premio Goncourt, con la<br />
novela Nos vemos allá arriba. Comenzó entonces a ser considerado<br />
ya no solo un hábil narrador de historias, que maneja<br />
con eficacia los dispositivos del folletín (aggiornado, como la<br />
novela Rosie & John, que concibió para ser leída en teléfonos<br />
celulares), sino también un esteta con todas las letras, como<br />
lo confirmó la novela negra Tres días y una vida (2016). Por<br />
esto, quizás, Lemaitre muestra un espíritu juvenil, arrollador<br />
y sumamente inteligente a la hora de plantear sus verdades.<br />
–Entre muchas otras virtudes, resulta admirable el<br />
manejo del tiempo en su literatura. ¿Cómo internaliza<br />
el tiempo de su vida real en relación al de su obra?<br />
La gran diferencia es que en el plano personal impera un<br />
tiempo cronológico que siempre resulta anticipatorio de<br />
la hora después, de la tarde que llegará. No sé vivir bien el<br />
tiempo presente, siempre tengo en la cabeza lo que vendrá.<br />
En cambio, en las novelas lo realmente importante es vivir el<br />
tiempo de los personajes. El personaje es para mí el rey de la<br />
novela, su núcleo vital; no la intriga, no la historia. El verdadero<br />
esfuerzo consiste en ir dándole ritmo a la narración de<br />
acuerdo al tiempo del personaje, no al del lector. Intentaré<br />
ser un poco más concreto. El personaje puede estar por<br />
completo en tiempo presente, lo que es justamente su mayor<br />
problema: no poder proyectarse en ese plano. Está encerrado<br />
en ese presente y no puede proyectarse en un tiempo que no<br />
le es propio. Ese, creo, es uno de los mayores desafíos que se<br />
me plantean como autor: lograr que el lector sí pueda hacerlo,<br />
que pueda proyectarse en un tiempo que no le es propio.<br />
Mi esfuerzo personal pasa por ser muy analítico en el modo<br />
en que el personaje contempla el tiempo. Acabo de terminar<br />
una novela con un personaje que se proyecta constantemente<br />
en el futuro y me he dado cuenta de que me resulta mucho<br />
más difícil de manipular.<br />
–Es una teoría muy elaborada. Teniendo en cuenta<br />
el hecho de que es considerado un escritor tardío<br />
(comenzó a publicar bastante después de cumplir 50<br />
años), ¿se corresponde con el silencio que le tomó<br />
llegar a la escritura? Sí, creo que es bastante cierto. Es<br />
verdad que si aplicamos una mirada sociológica a la literatura,<br />
los que comenzamos a mi edad no somos mayoría. Creo<br />
que Defoe es un caso, pero no hay muchos. Volviendo a su<br />
pregunta, esto se corresponde con cierta visión del tiempo.<br />
No sé, quizás… Tal vez no tengo una respuesta. Desconfío<br />
mucho de los escritores que son más inteligentes que sus<br />
libros y eso me permite responder preguntas difíciles con un<br />
simple formulismo: no lo sé.<br />
–Nos vemos allá arriba, la novela por la que ganó el<br />
Goncourt, está inspirada en los hechos que rodearon<br />
la Primera Guerra Mundial. ¿Qué lo llevó a elegir esa<br />
época? ¿Encontró simetrías entre la Europa de entonces<br />
y la actual? Sí, por supuesto. Es muy cierto lo que<br />
señala y no estoy seguro de que todos los lectores lo hayan<br />
entendido, ni siquiera los que me honraron con el Goncourt.<br />
Creo que tiene razón, aunque tal vez no sea del todo atinado<br />
pensar en semejanzas muy estrechas entre períodos tan alejados<br />
en el tiempo. No sé si resulta justo decir que hoy es como<br />
los años 30, por ejemplo. En cambio, sí se podría hablar de<br />
resonancias vinculantes entre los períodos. Pero tiene razón<br />
en cuanto a que la situación de mis personajes no difiere en<br />
mucho a la de los trabajadores europeos actuales. Lo que me<br />
resulta fascinante y muy interesante en la literatura es que<br />
no es necesario que el lector analice esto. Sin embargo, a<br />
nivel inconsciente, queda registrado, aun cuando no lo tenga<br />
del todo presente a nivel consciente. Si la novela funciona,<br />
si le habla, el lector comprenderá aunque no tenga del todo<br />
presente esas resonancias.<br />
–El historiador Eric Hobsbawm se refiere al siglo XX<br />
como el siglo corto al situarlo entre la Gran Guerra y<br />
la caída del muro. La guerra de 1914 cierra entonces<br />
el siglo XIX. ¿También lo hace su novela? Se sospecha<br />
cierto paralelismo con algunos personajes de<br />
Los miserables, de Hugo… Hobsbawm tiene una visión<br />
marxista de la historia y hay que darle la razón en cuanto a la<br />
brevedad del siglo XX. Me siento muy cercano a esa idea y<br />
cuando me propuse escribir Nos vemos allá arriba la primera<br />
tentación fue la de realizar una trilogía que abarcara el siglo<br />
35