Revista Quid 70

Entrevista
diez
El poder de la empatía
CECELIA AHERN es la autora de Posdata te amo, el libro que fue un éxito de ventas y que
muchos conocieron por la película protagonizada por HILLARY SWANK, se ha convertido en
una de las autoras jóvenes más exitosas de estos tiempos y una de las más esperadas en la
Feria del Libro por su último trabajo, Imperfectos, su primera saga juvenil que ya cautivó a todos
POR Antonela de Alva
blicar pero todavía no había salido. Pasó un año entero desde
que firmé el contrato por los derechos hasta que se publicó.
Eso me dio tiempo para escribir la segunda novela antes de
que saliera la primera: Donde termina el arco iris.
–En la mayoría de sus libros el rol de la muerte es
central. ¿Por qué es tan necesaria? Sí, en la mayoría es
–Desde su primer libro, Posdata te amo, es una escritora
exitosa. Pero es difícil seguir escribiendo después
de un best seller. ¿Cómo fue escribir su segundo libro?
Escribí mi segundo libro antes de que saliera publicado Posdata
te amo. Eso fue lo mejor. Ya era exitoso, porque todos
me ofrecían nuevos contratos y distintos países lo querían puasí.
Creo que el hilo conductor de todos mis libros es que
conocemos al personaje en el peor momento de su vida,
cuando cree que no va a poder salir de ahí. Pero, cuando uno
llega a ese punto, es cuando descubre su fortaleza. Esa gran
fortaleza es la que se repite en cada una de mis historias y es
la que me interesa describir.
–Posdata te amo es la historia de una gran amor y de
una pérdida. ¿Cómo logró captar el sentimiento de dolor?
Creo que eso es parte de ser un escritor. Hay escritores
que escriben sobre crímenes terribles que nunca cometieron.
Lo que todos tenemos en común son las emociones, por lo
tanto, no es necesario sufrir la muerte de tu marido para
saber lo que es esa pérdida, ese dolor. Creo que sentir compasión
y empatía es parte de ser escritor. Lo sientes profundamente.
Yo puedo meterme en la cabeza, en el carácter del
personaje y escribir lo que siente.
–Muchas veces, transformar un libro en una película
puede ser difícil. ¿Cómo le resultó el pasaje de Posdata
te amo a la película? Estaba entusiasmada desde el
comienzo, así que no me preocupaba que hubiera cambios
en la historia. Celebraba cada cosa que había similar al libro
porque, en principio, había una compañía de Hollywood,
que filmaría esta historia irlandesa. Yo ni siquiera pensaba
que filmarían en Irlanda y lo hicieron, con lo cual eso fue una
enorme alegría también. Para mí lo más importante, cuando
un libro pasa a ser una película, es que se capture la esencia
central de la historia, que esté el alma de la historia, que se
respeten los personajes y no se modifique el final. Esas son
mis tres condiciones. Yo siento que el libro es mi historia y
que la película es la interpretación de otra persona. Y no tengo
problema con esto en tanto se respeten esas tres cosas.
–Posdata te amo está dirigido a un público adulto al
igual que Cómo enamorarse y El año en que te conocí.
¿Qué diferencia encuentra entre el público de estos
libros e Imperfectos, su primera saga juvenil? Creo
que mis fans leen todo lo que escribo, pero este libro se lo
presenté a un público nuevo. Cuando escribo una historia, no
pienso en el público lector. Siempre, lo primero que tengo
es la historia. Parto de la pregunta de qué historia quiero
escribir, qué me interesa, qué me conmueve. Además quería
que el protagonista fuera un adolescente de 17 años. Es una
edad en la que se empieza a cuestionar todo: lo que te rodea,
la sociedad. No es la única edad en la que lo hacemos pero
sí es la primera vez en que las personas comienzan a cuestionar
fuertemente. Además, ser distinto cuando se es chico es
un problema pero cuando se es grande puede ser algo muy
bueno. También quería contar una historia que celebrase la
imperfección, porque ser humanos es ser imperfectos.
–Imperfectos salió hace un año y lo promocionó en
escuelas… Sí, fue muy interesante. Algo que sucedió fue
que eran las chicas más calladas y tímidas las que me hacían
preguntas acerca de cómo ser escritora. Es muy lindo que pase
eso. A mí me hubiera pasado lo mismo. Me encantaba escribir
pero nunca había conocido a un autor, nunca un escritor fue
a mi escuela. También hay diferencia en cómo les hablo, la
respuesta que les doy, en el lugar en el que me pongo cuando
les respondo a los chicos. A partir de sus preguntas me ponía
en su lugar, compartía el sentimiento que tenía yo a esa edad,
cuando tenía ganas de escribir pero nadie me hablaba de escritura.
Así que la manera en la que hablo con ellos es distinta. Y,
tiene que ver con esto de que uno puede hacer lo que quiera,
lo que le guste, en tanto sepa lo que quiere hacer.
–A la hora de escribir una historia, ¿qué aparece primero?
Cuando escribí Imperfectos, lo hice porque me sentía
irritada y frustrada con lo que pasaba en la sociedad. Así que
recurro a los sentimientos que ya tengo, que estoy sintiendo y
creo personajes y situaciones en las que pueda transmitir esas
emociones. Ya tengo todos esos sentimientos, ya los conozco
y, a partir de ahí, escribo.
–¿Siempre supo que quería ser escritora? ¡No! Nunca lo
imaginé, era mi hobby. Escribo desde los 7 años: canciones,
cuentos, poemas, pero era un pasatiempo y no tenía nada que
ver con mi carrera. A los 14 intenté una primera novela que se
llamaba “Porotos, tostadas y una botella de cerveza”. Está oculta
(risas). Escribía para mí, no pensaba en una carrera como
autora. Incluso, cuando escribí Posdata te amo, nunca pensé
en publicarla. La escribí para mí. Tengo que escribir algo con
lo que me sienta conectada y que signifique algo para mí.
–¿Qué le diría a alguien que le gusta escribir pero
no sabe si quiere dedicarse a ello? Uno siempre puede
ser escritor, aún si estudia otra cosa. Lo que les diría es que
sigan aquello que los apasiona. Mucha gente me dice que
les encantaría escribir una novela y yo les respondo que la
escriban porque realmente no necesitas ni tener un editor,
ni una carrera. Uno puede escribir en cualquier momento.
Ahora, si me preguntan un consejo respecto de la escritura
de cada uno, les diría que lo fundamental es que encuentren
su propia voz y que escriban lo que esa voz les dice. Esa voz
que escuchas es tu voz. A veces, cuando mis amigos leen mis
obras me dicen que yo no hablo así, a lo que les respondo
que no hablo así pero así es como pienso. Si no pueden poner
en el papel el pensamiento, la historia no será única porque
nadie piensa como nosotros.
–¿Se siente libre cuando escribe? Absolutamente.
–¿Y qué sucede con el rol del editor? Al principio escuchaba
todo lo que me decía el editor, pero cuando releía
esos libros, pensaba: ¿por qué me dijeron que cambiara tal
oración si mi voz era otra? Por eso, ahora solo acepto un cambio
si siento que está bien. Lo más importante que aprendí es
que el editor siempre tiene razón cuando encuentra que hay
un problema, pero no siempre la solución que propone es la
correcta. Cuando encuentra un problema, es porque lo hay
pero el que tiene que encontrar la solución es el escritor.
–¿Cree que es necesario ser un buen lector para ser un
buen escritor? No creo que “sea necesario”, pero ayuda.
Recuerdo que cuando salió Posdata te amo, me preguntaban
qué leía, “¿Leíste los clásicos?”, como tomándome examen.
Creo que es importante abrir la mente
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