Revista YOGA + 74

10 sugerencias para optimizarla
de vez en cuando nuestro almacén de creencias, prejuicios y
certezas, evaluando racionalmente cuáles siguen vigentes y
cuáles deberíamos descartar o modificar. Esto es válido para
las cosas trascendentales, como tus creencias religiosas, tanto
como para las cotidianas, como la manera de cepillarte
los dientes.
4 - Priorizá al “ser” sobre el “hacer”.
En la sociedad se aprecia el valor utilitario más que el valor
existencial; si sirve lo cuidamos, si no sirve lo descartamos.
Seguramente no podemos cambiar fácilmente ese mecanismo
social, pero podemos negarnos a aceptarlo en nuestra
vida personal. Los grandes interrogantes
(y las grandes angustias)
de las personas se relacionan
con el ser. No hace falta ser filósofo
para reflexionar sobre vida,
muerte, alma, universo, tiempo o
cualquier otro tema relacionado
con el simple hecho de existir y
de poseer autoconciencia. Descubrir
y vivenciar quiénes somos
sin pensar en lo que hacemos.
5 - Simplificá tus necesidades.
Para no colapsar, el sistema industrial
y comercial imperante en
el mundo inventa “necesidades”…
algunas son razonables, otras descabelladas.
A eso hay que sumarle
que el sistema financiero requiere
que todos estemos endeudados y pagando intereses de por
vida. Pero siempre está en nosotros seguir la corriente o no.
No se trata de que vivas en la indigencia, sino de que evalúes
racionalmente si vale la pena llenarla de cosas para estar “al
día” o “a la moda”. No olvides que el precio no es sólo dinero,
sino también horas de vida, tranquilidad mental, momentos
compartidos, tiempo para “ser”.
6 - No alimentes sentimientos de superioridad o de inferioridad.
P. R. Sarkar decía que el mundo es como un jardín, cuya
belleza reside en la variedad de formas, tamaños y colores
de sus flores. En la cosmología del Yoga se toma al universo
como un conjunto de innumerables expresiones de
una Consciencia ubicua y atemporal. Los seres vivientes
somos espiritualmente iguales, física y psíquicamente distintos,
algo que no establece una jerarquía. Los complejos
son pesadas cadenas que nos traban. La mirada benevolente
y comprensiva hacia las diferencias físicas, intelectuales,
emocionales y de cualquier otro orden alivian la mente y el
corazón.
7 - Utilizá algún método de gestión personal.
La imposibilidad o dificultad para tomar decisiones es una
da las causas principales del distrés (estrés excesivo). Un
método de gestión personal te ayudará a poner en orden
tus actividades, responsabilidades, recursos y proyectos. La
vida es como un viaje de ida: tiene un punto de partida, un
recorrido y un destino final. Si no sabemos hacia dónde vamos
o en dónde estamos, es muy difícil encontrar el mejor
camino; estamos perdidos. Ordenar el contenido de tu mente
te permitirá dibujar un “mapa de ruta” para tu vida.
8 - Mejorá tu capacidad de comunicación.
Paradójicamente, la hipercomunicación tecnológica ha
degradado la calidad de la comunicación humana. Podés
aprender y poner en práctica habilidades que cambien radicalmente
tu relación con el resto de las personas: debatir
en vez de discutir; compartir en vez de competir; conciliar
en vez de confrontar; escuchar en vez de prejuzgar; educar
en vez de castigar. Hay muchos métodos para desarrollar estas
y otras conductas que pueden
mejorar notablemente tu vida de
relación.
9 - Alejate de los extremos.
El Yoga es el arte del término medio
y del equilibrio. El Bhagavad
Gita (6-16) dice: “No puede ser
un yogi quien come demasiado o
muy poco, ni quien duerme en exceso
o no duerme lo suficiente”. El
universo se sostiene gracias a un
equilibrio dinámico, que permite
el cambio constante pero evita el
caos y la destrucción. P. R. Sarkar
decía que en la vida el cambio es
inevitable, pero hay que tratar de
cambiar siempre para bien. Para
lograrlo es mejor que te muevas
por el camino medio y así, cuando sea necesario, podrás
ajustarte un poco para cada lado, en forma armoniosa y
equilibrada.
10 - Carpe diem.
Para el final voy a tomar prestada esta frase latina (bastante
conocida gracias a la película “La Sociedad de los Poetas
Muertos”) que se traduce como “aprovecha el día” o “aprovecha
el momento”. Una versión capitalista sería “trabajá y
esforzate todo lo que puedas”, mientras que una visión hedonista
podría ser “disfrutá y gozá todo lo que puedas”. Varttamáneśu
vartteta es una muy antigua frase sánscrita que
dice, “viví en el presente, no lo descuides”.
A pesar de que todos sabemos que la vida es pasajera (la
esperanza de vida, promedio, en países desarrollados, es de
683.280 horas), a veces actuamos como si fuésemos inmortales
y utilizamos muchas de esas horas en actividades inútiles,
cuando no perjudiciales. No camines hacia el sur si tu destino
está en el norte, memento mori.
*Practicante y docente de Yoga. Cofundador de la Academia
de Yoga AYAM. Cofundador y director de la Escuela de Yoga
Uttama. Dedicado exclusivamente a la formación de instructores
de Yoga.
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www.uttamayoga.com
contacto@uttamayoga.com
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