Revista YOGA + 74

Albert Rabenstein
30 años de Terapia de
Sonido en Argentina
“ME DEDICO A ESTUDIAR QUÉ PRODUCEN LOS SONIDOS EN LAS PERSONAS”
“¿Y de qué vivís?” era el típico diálogo que se generaba cuando se presentaba a
principios de los noventa. Hoy, a 30 años del inicio de su trabajo, la terapia de sonido
es una disciplina reconocida a nivel mundial, en parte por personas que, como él,
dedicaron muchos años a la divulgación de sus técnicas.
Fue así. En las primeras armonizaciones grupales, mostraba
un cuenco y preguntaba: ¿Quién conoce este instrumento?
Y uno o dos alzaban la mano. Hoy, el número
cambió completamente. Así como hablar de Reiki en
los 80 no era lo mismo que en la actualidad, el sonido como
recurso personal para la autotransformación se popularizó,
si cabe la palabra, en las últimas décadas.
No es que no se utilizara el sonido antes. Todas las culturas
ancestrales utilizaron el sonido para alcanzar estados especiales
de conexión y sanación. Las culturas antiguas que
acuñaron sabiduría para la humanidad, conocían los secretos
del sonido, tanto que formaba parte de sus prácticas,
ceremonias e iniciaciones. En Europa y en América surgen
formas de utilización de algunos instrumentos ancestrales
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por afuera de sus contextos originales más o menos simultáneamente
a partir de los 80.
Los inicios
Desde chico siempre estudie música, siempre canté en coros,
después comencé a dirigir. Al finalizar un año de trabajo
coral, me sorprendía que el balance que hacía la gente
no hablaba de logros musicales sino de cambios profundos
internos, de procesos de transformación personal que la
actividad había facilitado, más allá de lo esperado musicalmente.
Creo que hay algo innato. De chico me dolía la cabeza y
ponía el Aria de la Suite no. 3 de Bach. Ya usaba el sonido
intuitivamente y creía que esto lo hacían todos. En mi