Manual de Diplomado en Valores

Para tener en cuenta!
impresiones y de las motivaciones, que forman parte de la personalidad, se han
conocer y compartir en pareja. Aceptar la diversidad, tomando conciencia del
otro, ha de llevar a la comprensión y apoyo, y a veces a no pedirle a la pareja
algo que no puede dar.
• Escuchar con atención: Con nuestra actitud de escucha le estamos diciendo al
otro me importas tú, me interesa lo que dices. Esto un día y otro, cuando se ha
tenido una jornada llena de trabajo o cuando se está de vacaciones, sin
prepotencias ni rutina, ya que escuchamos a los que amamos. Por otro lado,
hemos de pensar antes de hablar. La razón de la palabra es en parte agradar la
existencia ajena. No podemos empobrecer las conversaciones hasta tal grado,
que se acabe prefiriendo ver un programa de televisión mediocre, a escuchar otra
vez el repetido cuento de quien tenemos al lado.
• El regalo y las felicitaciones: Felicitar es compartir nuestro tiempo con alguien y
regalar es sorprender gratamente a quien queremos. El amor normalmente se
manifiesta a través de un detalle en el que el valor económico no es lo más
importante. El regalo no es un formalismo o mera cortesía, requiere pensar con
tiempo y detenimiento en que le agradaría al otro. Es una nota de color en la
existencia de quien queremos. Regalar se dice es pensar en los demás. Olvidar
un aniversario, un cumpleaños, una fecha importante en la relación matrimonial
es muy cómodo e implica egoísmo. Si no se es capaz de pensar en la persona
con quien se ha decido compartir la vida ¿en que se piensa, ¿qué se quiere?
• La sonrisa: Es sin duda el mejor regalo que le puedes hacer a tu mujer o a tu
marido. Sonreír es amar, es decir, estoy contigo sin palabras. Todos necesitamos
al lado caras sonrientes (San Josemaría Escrivá de B)
• La puntualidad Es manifestación de afecto hacia el otro. Cuando se quiere algo
o a alguien no se le hace esperar: se acude a la cita antes de tiempo, se cuida el
arreglo, los detalles. Indica respeto, finura, cariño.
• Los halagos: No acostumbrarse a hacerle ver a la pareja sus cualidades
positivas -aquel traje que le sienta especialmente bien, el cambio en el corte de
pelo- es una manera de mantener el amor. Es frecuente que, con el paso del
tiempo, en el matrimonio se pongan al descubierto, fallos, defectos… Halagar
supone un beneficio psíquico y espiritual, es endulzar la vida de quien convive
con nosotros. Es acoger, querer. Lo que no es querido difícilmente puede ser
admirado.
• Dominio de uno mismo: Es posible que se presenten pocas ocasiones, quizá
ninguna, de salvar con un acto heroico a la pareja, exponiendo la propia vida. Sin
embargo, todos los días se tiene oportunidad de decir una palabra amable, tener
un detalle pequeño pero agradable. Dominio de uno mismo supone pedir las
cosas con amabilidad, ser agradecidos, evitar conversaciones o comentarios que
siembran inquietud y de los que nada positivo resulta. Es ceder en la opinión,
evitando a toda costa el malhumor, que tanto daño causa a nuestro alrededor. Es
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