09.04.2018 Views

web-Quid73

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Entrevista<br />

seis<br />

Un hilo rojo<br />

Después de varios años de amistosa relación con una amiga de la infancia de MANUEL PUIG, el escritor<br />

marplatense CARLOS BALMACEDA tramó una novela basada en las cartas que los dos amigos oriundos<br />

de Coronel Villegas se enviaron durante años. Con un montaje que tiene bastante de cinematográfico, el<br />

libro busca dar a conocer una faceta más “entrañable y humana” del autor de Boquitas pintadas<br />

–¿Qué lo motivo a escribir Contigo a la distancia? El<br />

hecho de conocer a una persona como Carmencita, con<br />

una profunda sensibilidad, sensibilidad que a mí me interesó<br />

reflejar en la novela, una persona que había tenido una vida<br />

azarosa con momentos particularmente dramáticos que me<br />

permitieron interpretar cómo vivieron en destinos y períodos<br />

muy críticos del país las personas normales con una vida<br />

tradicional de clase media. Carmencita había ido a un colegio<br />

de monjas en Villegas, un colegio público como en el caso de<br />

Puig, era una mujer a la que le gustaba el cine, le gustaba<br />

mucho leer… Pese a todos los momentos oscuros que tuvo su<br />

vida, ella siempre encontró luminosidad dentro de la oscuridad.<br />

Y construía sus vínculos desde ese lugar, desde el afecto y<br />

el cariño. También era una mujer fuerte con mucho carácter y<br />

POR Nancy Giampaolo<br />

podía llegar a ser durísima aunque también tenía una enorme<br />

compasión. Era una de esas personas con las cuales se puede<br />

entablar un vínculo a pesar de las diferencias. Y tenía muchos<br />

rasgos contrastantes con la personalidad de Puig en primera<br />

instancia pero que cuando uno se mete a sondear no es tan diferente.<br />

Además, las amistades que uno establece de chico son<br />

amistades que no tienen máscaras, se construyen con mucha<br />

familiaridad y franqueza. En el caso de ellos dos hubo un hilo<br />

rojo que los mantuvo en contacto toda la vida.<br />

–Antes de ser un libro, había ensayado sobre el tema<br />

en forma más o menos periodística… Sí. Mientras ella<br />

vivió me preguntaba si iba a escribir alguna vez una historia<br />

con ella como personaje, porque sabía que yo suelo meter a<br />

gente que conozco en mis ficciones. Pero la verdad es que no<br />

lo hice. A partir de su fallecimiento en agosto de 2013, tuve<br />

ánimo para escribir una nota que publiqué en el diario La<br />

Nación. Y hubo algún rebote de gente que me escribió, sobre<br />

todo de parte de seguidores del legado de Puig, y también<br />

escritores amigos que concretamente me preguntaban si estaba<br />

haciendo algo sobre Puig. A partir de todo esto empecé a<br />

decirme más seriamente que podía hacer algo con la historia<br />

de estas dos personas. Primero probé con la crónica periodística<br />

pero la verdad es que no la veía, luego intenté con una<br />

puesta en juego teatral que evolucionó, pero me faltaba algo.<br />

Terminó siendo un juego intertextual adrede, quería jugar<br />

con el montaje cinematográfico como estructura del libro<br />

porque tiene que ver con la personalidad de ellos.<br />

–¿Y en ese formato qué fue lo primero que funcionó?<br />

Y lo primero fue definir el narrador que es la primera pared<br />

que tenés para contar una historia. Luego vino lo de hacer un<br />

montaje cinematográfico.<br />

–¿Descubrió algo nuevo sobre Puig en todo este proceso?<br />

Puig está muy trabajado, de manera despareja pero muy<br />

trabajado. Es un tipo muy analizado desde lo académico, pero<br />

también desde lo popular. Es un autor al que los escritores<br />

leen mucho para entender sus procedimientos y artificios literarios.<br />

A partir de Ricardo Piglia y Alan Pauls hubo una<br />

relectura que lo coloca como un autor de vanguardia y analiza<br />

toda la influencia que produjo con su manera de contar. Pero<br />

la novedad para mí fue en cuanto a la personalidad y sí sucedió<br />

esto sobre lo que preguntás de encontrar un Puig distinto a<br />

partir de la relación con Carmencita específicamente. Y esto<br />

ocurre porque las cosas personales que sabemos de él tienen<br />

mucho que ver por ejemplo con las cartas a la familia, pero a<br />

los familiares uno no les cuenta acerca de ciertas dimensiones<br />

de su vida, cosa que sí hace con los amigos. Sé que él se<br />

mandaba cartas con otros amigos que tenía, y que eran cartas<br />

donde vemos a un Puig muy divertido, muy juguetón. Pero acá<br />

encontramos una personalidad distinta porque con Carmencita<br />

él podía liberarse de determinadas fronteras o barreras que<br />

tenía porque lo hacía a partir de un vínculo que lo remontaba<br />

a su infancia. Y ahí volvemos a esto de la amistad cultivada de<br />

chico. Yo vivo en Mar del Plata y es una ciudad que también<br />

es un pueblo, y si la tomamos como pueblo podemos ver cómo<br />

los amigos del pueblo tienen una afinidad distinta al amigo que<br />

uno puede hacer en un centro urbano muy grande. El amigo<br />

del pueblo es el que conoce tu código, conoce tu intimidad, el<br />

que caminó como vos las pocas cuadras caminables, que fue al<br />

único cine… Nosotros, en Mar del Plata, íbamos a tres y si yo<br />

me pongo a hablar con gente de mi generación, sin duda voy a<br />

encontrar a quienes fueron a uno de esos cines, a ver la misma<br />

película que yo y posiblemente el mismo día. Eso es muy de<br />

pueblo. Puig y Carmencita tenían un solo cine, dos bibliotecas,<br />

espacios comunes que generan una afinidad impresionante…<br />

De hecho, hay un diálogo al inicio de mi novela que ilustra<br />

bien esto porque los dos habían visto las mismas películas. Y<br />

en este tipo de relación creo que se generan vinculaciones<br />

matizadas por ese hilo rojo que rompe el tiempo y la distancia,<br />

pero fundamentalmente rompe las diferencias y contrastes de<br />

las personalidades.<br />

–¿En qué sentido? Si bien ellos son muy distintos, hay<br />

cosas fuertes que los unen, como el afecto y la sensibilidad<br />

artística. El comprender que la dimensión del arte es un<br />

mundo posible que en el caso de Puig es un mundo directamente<br />

real –y así empieza la historia con la idea de que el<br />

cine es la vida real y lo demás es mentira–, y para Carmencita<br />

la dimensión artística es un lugar al que uno podía llegar para<br />

solazarse, disfrutar, pero la vida real era esta y en esta vida se<br />

construía, se sufría o se amaba. Y creo que en esas contradicciones<br />

los dos se encontraban: el arte era un sueño que se<br />

hacía realidad. En el caso de ella el arte era una realidad que<br />

daba aire aun en los momentos más oscuros y para Puig era la<br />

única dimensión a la que le interesaba entrar. Pero cuando él<br />

empezó a chocar con la realidad, en la medida en que crecía,<br />

descubrió que el arte ya no era un escape, sino que formaba<br />

parte de otra realidad. Este es un mundo posible en el que<br />

más allá de la realidad y la ficción ellos se encuentran.<br />

–Un dato que no conocía y que me gustó conocer es<br />

la reacción de la mujer de Cortázar ante El beso de la<br />

mujer araña… Ahí hay un núcleo interesante porque El<br />

beso de la mujer araña fue mundialmente famosa a partir de<br />

1985, tuvo una repercusión impresionante: Hollywood, y de<br />

ahí a Broadway y a todo el mundo y todo lo que ya sabemos.<br />

En medio de eso, acá en Argentina, nada. Sabemos que la<br />

historia es muy particular porque habla de un amorío entre<br />

un homosexual y un militante revolucionario que se conocen<br />

en una celda. Puig decía, y yo lo chequeé después, que la<br />

izquierda progre internacional odió esa película porque lo último<br />

que quería es que un revolucionario se comprometiera<br />

con un homosexual, y la mujer de Cortázar lo vetó por la misma<br />

razón. Es algo que ilustra una situación que vivimos acá a<br />

nivel intelectual, con los corpus literarios institucionalizados<br />

respecto de Puig. Piglia luego reivindicó bastante a Puig que<br />

siempre fue muy maltratado. Y, ahí, Carmencita estaba firme<br />

diciéndole: “Disfrutá de lo bueno”.<br />

–Para terminar: leyendo la novela noté por debajo<br />

ciertas tensiones a nivel político que siguen resonando<br />

hoy. ¿Coincide? Sí, creo que en cierto sentido es muy actual<br />

por esto que decís, y que, aunque es una historia luminosa<br />

también deja ver cosas más oscuras que no hemos resuelto.<br />

Al editor de Planeta, Alberto Díaz, le pareció que es una<br />

historia que hoy dice mucho de lo que somos como sociedad,<br />

hay cosas como la intolerancia, la discriminación y la tensión<br />

política que siguen vigentes, Puig percibía, aun desde el exilio,<br />

algo que todavía vemos tantos años después: la vocación<br />

de pelearnos. Es como en el sumo: ves dos tipos que se van<br />

moviendo, pero que siempre convergen en un centro común<br />

que utilizan para pelear<br />

48<br />

49

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!