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SIN PLANES<br />
Gondar,<br />
Etiopía<br />
GIANNINA CERSÓSIMO<br />
@ giannicersosimo<br />
EN EL DÉCIMO MES DEL VIAJE que hice alrededor<br />
del mundo una promoción aérea que llegó<br />
inesperadamente a mi celular, fue la excusa<br />
perfecta para visitar el único país de África<br />
jamás colonizado, país extraordinario por su<br />
historia, que conserva parte de su identidad<br />
cultural y donde nació Lucy, el primer homínido<br />
que caminó erguido.<br />
Todo gran viaje<br />
empieza con un<br />
percance<br />
Crónica de una muerte anunciada: habiendo transcurrido<br />
tan sólo tres horas de viaje, un desperfecto técnico en una<br />
de las ruedas del bus hizo que nos detuviéramos en la curva<br />
de una montaña; situación que, atendiendo a las caras de<br />
resignación de los demás pasajeros, parecía darse con<br />
bastante frecuencia ¡Llegué a imaginarme pasando la<br />
noche en aquel lugar!<br />
Afortunadamente, y gracias a la labor de cuatro hombres,<br />
pudimos continuar el recorrido hasta llegar a Gondar, la<br />
Camelot de África. Ese fue el primero de muchos viajes en<br />
transporte público en Etiopía, cargado de adrenalina y de<br />
momentos tan impredecibles como inolvidables.<br />
Grande fue mi sorpresa al llegar al<br />
Recinto real - atracción principal de la<br />
ciudad- , lleno de castillos medievales,<br />
palacios, iglesias, salones y jardines; y<br />
encontrarme allí a una banda que<br />
estaba filmando el videoclip del corte<br />
principal de su nuevo álbum.<br />
No dudé en acercarme, y pese a que<br />
ellos no hablaban mucho inglés ni yo<br />
amhárico, conversamos un poco y nos<br />
sacamos algunas fotos que me<br />
quedarán para siempre de recuerdo.<br />
En el preciso instante en el que el chofer abrió la puerta del destartalado y vetusto colectivo, los pasajeros<br />
se abalanzaron sobre él, intentando colocar con toda prisa sus bártulos. Esquivando personas y bolsos,<br />
pude sentarme junto a otros tres pasajeros en uno de los últimos asientos del vehículo. Para mi fortuna,<br />
debajo del asiento un gallo se entretuvo mordiendo mis pies todo el trayecto.<br />
Cualquier comida es<br />
una buena excusa<br />
para compartir una<br />
Injera.<br />
El plato típico etíope Injera consiste<br />
en una especie de crepe un poco<br />
agrio, hecho de harina fermentada<br />
de tef -un cereal local - que se<br />
acompaña de pollo, carne o<br />
legumbres y se come pura y<br />
exclusivamente con la mano.<br />
No podía perderme la<br />
oportunidad de comprar una<br />
shemma - vestimenta tradicional<br />
Etíope- y algunos adornos y<br />
máscaras típicas. Las artesanías<br />
son mi perdición a la hora de<br />
viajar, y las exhibidas en las<br />
tiendas del centro de Gondar<br />
tienen un valor extra, ya que son<br />
vendidas por sus propios<br />
artesanos, quienes pueden<br />
confeccionarnos lo que deseemos<br />
a medida, gusto y piacere.<br />
Ya sea en una plaza, dentro de un mercado o en un castillo, los nenes<br />
etíopes siempre encuentran un buen lugar para jugar y hacerse de amigos.<br />
No hubiese tenido la posibilidad de conocer y jugar con tantos nenes si esa<br />
promoción aérea no habría aparecido en mi teléfono. Etiopía me sonaba<br />
lejano, desconocido y poco probable, pero dicen que las mejores cosas<br />
ocurren cuando menos las planeamos, ¡y así fue!<br />
24<br />
<strong>Junio</strong> <strong>2018</strong>