06.02.2019 Views

LA GUERRA DE LAS MUJERES

A la acción, intriga y rapidez descriptiva se suma el amor, con su inevitable acompañamiento de celos y rivalidad femenina, pues las dos protagonistas de esta excelente novela se enamorarán del mismo hombre. Dumas recrea una estampa de la guerra de La Fronda, con dos personajes que quieren ser los equivalentes femeninos de sus célebres mosqueteros: la astuta y encendida amante del duque Epernón, Nanón de Lartigues, y la rubia y valerosa Claire de Cambes.

A la acción, intriga y rapidez descriptiva se suma el amor, con su inevitable acompañamiento de celos y rivalidad femenina, pues las dos protagonistas de esta excelente novela se enamorarán del mismo hombre. Dumas recrea una estampa de la guerra de La Fronda, con dos personajes que quieren ser los equivalentes femeninos de sus célebres mosqueteros: la astuta y encendida amante del duque Epernón, Nanón de Lartigues, y la rubia y valerosa Claire de Cambes.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

mis negocios van viento en popa; así es, que creo vencerle y quedarme de<br />

lugarteniente.<br />

A estas palabras, el duque saludó ceremoniosamente a la señora de<br />

Cambes, y recobró a pasos lentos el camino que seguía su tropa de caballeros.<br />

La señora de Cambes le siguió con la vista, murmurando:<br />

—¡Su piedad! ¡Yo invocaba su piedad! Bien ha dicho: no tiene tiempo de<br />

apiadarse.<br />

Entonces vio destacarse hacía ella un grupo de caballeros y perderse el<br />

resto de la tropa en el bosque inmediato.<br />

Detrás del escuadrón iba pensativo e inclinando hacia el cuello de un<br />

caballo, aquel hombre de falsa mirada y blancas manos, que más tarde escribía<br />

a la cabeza de sus Memorias esta frase, bastante extraña para un filósofo<br />

moralista:<br />

«Creo que es necesario demostrar compasión, pero guardarse de tenerla.<br />

Ésta es una pasión que para nada sirve en un alma bien formada, que sólo<br />

conduce a debilitar el corazón, y debe dejarse al pueblo, que no teniendo<br />

jamás razón de sus hechos, necesita una pasión para obrar».<br />

Dos días después, la vizcondesa se había reunido con la princesa.<br />

XXIII<br />

Los proyectos<br />

Varias veces se había puesto a reflexionar la señora de Cambes hasta qué<br />

punto podía un odio como el de Larochefoucault; pero encontrándose joven,<br />

hermosa, rica y protegida, no comprendía que este odio, dado caso que<br />

existiese, pudiera nunca tener una funesta influencia sobre su vida.<br />

Sin embargo, cuando la vizcondesa supo, a no dudarlo, que se había<br />

inquietado por ella hasta el punto de haber adquirido las noticias que sabía, se<br />

adelantó a asegurar su posición cerca de la princesa.<br />

—Señora —le dijo al contestar a los cumplidos que aquélla le hacía—, no<br />

me felicitéis tanto por la pretendida destreza que en esta ocasión he<br />

desplegado, porque hay quien asegura que el oficial burlado sabía a qué<br />

atenerse sobre la verdadera y la falsa princesa de Condé.<br />

Pero como esta suposición privaba a la princesa de la parte del mérito que<br />

ella pretendía haber desplegado en la ejecución de aquel ardid, naturalmente

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!