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Por @Rafaikkonen
UN
DE INCÓGNITAS
Y SIN PRECEDENTES
La edición de 2019 de la
feria por antonomasia
llega con la generación
actual en su recta final
y con una ausencia
sonada que puede servir
como acicate para que
otras compañías den el
do de pecho y definan
tanto el futuro próximo
como el más lejano.
50 HC
El E3 lleva años en tela de juicio, por
factores como las filtraciones o la pujanza
de los formatos en streaming,
que ha hecho que tanto Nintendo como
Microsoft y Sony tengan presentaciones
online cada cierto tiempo (llámense Direct,
Xbox Inside o State of Play) , pero lo cierto es
que sigue siendo el momento cumbre de cada
año en la industria de los videojuegos, tanto
por la acumulación de anuncios como por los
volúmenes de información que se generan.
Cuando se habla del E3, muchos lo reducen a
las conferencias previas que cualquiera puede
ver desde el sofá y se olvidan de las cientos
de presentaciones que se producen a puerta
cerrada, aquéllas para las que hay que acudir
a Los Ángeles y en las que los periodistas
pueden hablar con los desarrolladores y, dependiendo
del caso, probar las demos de los
juegos de primera mano. Ninguna otra feria
actual tiene ya ese poder de convocatoria: la
Gamescom cada vez tiene más de refrito del
propio E3, el Tokyo Game Show ha decaído
bastante y eventos como la PlayStation Experience
o la Paris Games Week van y vienen.
Prueba de ese interés mediático es el hecho
de que, este año, vaya a haber hasta tres conferencias
indies. Devolver Digital ya estuvo los
últimos dos años y, esta vez, la acompañarán
Limited Run Games (la editora que publica en
formato físico numerosos indies que sólo salieron
en digital) y Kinda Funny Games (una
compañía de entretenimiento que apoya la escena
indie a través de canales como Youtube).
Reivindicarse con Sony fuera
Dicho todo eso, la edición de este año del E3
es una incógnita, principalmente por la espantada
de Sony, que, por primera vez en su
historia, ha decidido ausentarse de una feria