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aquí adelante un boticario el qual tenga muy bien proveyda
su botica de compuestos letuarios cordiales y conserbas
xarabes e aguas de diantos e calabaza e de todas la otras
cosas necesarias para los enfermos”.
Para la construcción de la botica y la rebotica
“donde sacar las aguas y demás cosas
t’ se dió un plazo de
un afta o año y medio mandando se dieran a conocer estas
“Constituciones” para que salieran propuestas de obra que
permitieran el mejor precio en la realización.
Se firmaron las “Constituciones” el día seis de
marzo de 1.496, y a través de ellas podemos, principalmen-
te, deducir las virtudes que debía reunir el personal que
asistía a los enfermos y los cuidados que debían darse a
enfermos y peregrinos, revestido todo de un caracter reli-
gioso. además podemos comprobar la preocupación por disponer
de todos los avances y comodidades posibles, como el
de preparar los medicamentos dentro del hospital (Fig.
28).
Al hacer la relación de las obligaciones del
enfermo se cita la de llevar un libro donde anotar los
alimentos dados a los enfermos, sin ninguna referencia a
medicinas.
Como vemos nos quedan puntos oscuros, principalmente
la forma de adquirir las medicinas hasta disponer de
botica, la aplicación de diferentes medicinas para las
diversas enfermedades, los cuidados en la administración
de las medicinas, etc. puntos sobre los que es extraño que
no se haga ninguna referencia, mientras que pocos años más
tarde pasaran a ser prioritarios. Aún así, la importancia
de este documento es mucha ya que es la primera referencia
sobre una botica hospitalaria en la ciudad.
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