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26 ■ Chispazos de La Calle MAYO’07
Las naranjas ‘Santomera’, una variedad
que debemos conservar
Paco Antón
Al preguntar por el sabor tan
exquisito de las naranjas que
estaba comiendo como postre
en una comida familiar, me
respondieron que se trataba
de la única variedad de naranjas
con denominación local, o
sea, ‘Santomera’. Estas naranjas
tienen su origen en el huerto
de la Casa del Jardín, hasta
hace bien poco propiedad de
médico Claudio Ros y dueño
de ‘La Cama’, uno de los más
bellos pasos de la Semana
Santa santomerana.
El árbol más alto del municipio
se encontraba también
en este jardín y fue un rayo lo
que acabó con él hace más de
una década, lo mismo que, según
sus dueños, el único rosal
con rosas verdes existente en
España. Este rosal lo trajo el
abuelo de Claudio Ros, de
profesión biólogo, de la exposición
universal de París
del año 1900.
Con estos antecedentes familiares,
no es de extrañar que
con los escasos medios de la
época se consiguiera una variedad
de naranja denominada
‘Santomera’ y también ‘del
Obispo’ –ya que de estas naranjas
consumía el obispo de
Orihuela-Alicante cuando, con
la calesa propiedad de la finca,
se trasladaba desde Orihuela
a Santomera.
Los cuidadores de la finca, el
bueno e hijo adoptivo de Santomera
‘Manolo del Jardín’ y sus
descendientes, mimaron la finca
y cuanto en ella había; por supuesto,
también de las naranjas
referidas con anterioridad.
La antigua extensión agraria
de Santomera tuvo conocimiento
de esta variedad y, tras
conseguir de un vecino una
parcela en la huerta de Santomera
donde plantar, recuperar
y mantener esta variedad, las
sanguinas y alguna otra, tenemos
conocimiento de que
de los ocho árboles que en
principio se plantaron sólo
quedan cuatro en producción.
Desconocemos si algún vecino
injertó o plantó algún árbol
que se encuentre en producción;
sí es cierto que en la finca
del centro de investigación
agraria que tiene la Consejería
de Agricultura en La Matanza
de Santomera no tienen conocimiento
de que existan árboles
de esta variedad.
Puesto al habla con el
Ayuntamiento, manifiesta que
la almazara del huerto y todos
sus utensilios se ubicarán en
un museo para recuperar y
mantener los recuerdos de
nuestras tradiciones, así como
la casa señorial se empleará
como escuela de música. Ya
puestos, no debería ser mucho
pedir que el Ayuntamiento,
bien directamente o bien
con la colaboración de algún
vecino, adaptara una parcela
para plantar y mantener esta
variedad de naranja, así como
otras plantas y árboles cada
vez más infrecuentes en nuestro
municipio. Eso serviría
además, a su vez, como aula
de enseñanza para nuestros
niños, que no saben diferenciar
un árbol de otro… y mucho
menos cuando se trata de
otro tipo de plantas.