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MAYO’07 Sociedad ■ 77
Crematorios de Katmandú.
Tres santones (shadús) y un pecador.
Viaje a la India y Nepal en bicicleta (I)
Recorrido de 1.500 kilómetros desde Delhi hasta Kathmandu
La Unión India, en otro tiempo
era el centro de la capital, ¿qué
transeúnte. Los niños que se lim-
no recorrer en bicicleta la India.
dependiente de la agricultura,
nos esperaba ver en un recorrido
piaban las fosas nasales junto a
Es así a causa del densísimo trá-
se ha convertido en una gran
en bici por el norte del país?
las decenas de hombres que ori-
fico que tiene este país de más
potencia industrial y los procesos
Permanecimos dos días en
naban en una pared. El olor a
de 1.000 millones de habitantes
que acompañan el desarrollo a
Delhi y comenzamos a descu-
meados tan profundo que “dolía”
(el segundo país más poblado
todos nos resultan familiares.
brir la India. El vendedor de té
en las fosas nasales al pasar cer-
de la tierra).
Los bosques desaparecen, cien-
con leche que cuando vendía los
ca de la “piscina” de orines. El
Los primeros kilómetros pe-
tos de kilómetros de valles es-
30 vasos que llevaba recogía el
puesto de venta de verdura, jun-
daleamos “asustados”. El tráfi-
tán siendo inundados y decenas
puesto y daba el día por termina-
to al montón de basuras; las va-
co era tan denso y descontrola-
de miles de personas, miembros
do. Los conductores de ricks-
cas comiendo de la basura. El
do que igual circulaban cinco fi-
de tribus antes autosuficientes,
haws (bici-taxi) que hacían so-
sadhu (santón) que pasea con
las de coches, camiones,
están siendo desplazados a las
nar un sonido chirriarte de sus
un taparrabos y que se detenía
bicicletas, motos y richsaws en la
ciudades para proporcionar ma-
cadenas oxidadas. Los sonidos
para que le dieras una moneda a
misma dirección que lo hacían
no de obra barata. Esto está cre-
de cientos de bocinas que no ce-
cambio de una foto.
en la contraria. Circulaban por el
ando focos de pobreza que nun-
saban, pidiendo paso y avisando
Desde luego que dos días nos
arcén en dirección contraria o
ca antes habían tenido parecido
de su presencia para no chocar-
bastaban para comenzar a en-
nos encontrábamos con varias
en una India de por sí mísera.
se en el último segundo. Los ven-
tender el lugar y la forma que
vacas acostadas. Las carreteras
Llegamos a Delhi a las 12 de la
dedores de fruta, los vendedores
habíamos elegido para viajar: re-
de la India son un auténtico ca-
noche. De noche tan sólo circula-
de cualquier tipo de comida que
correr el norte de la India en bi-
os circulatorio.
ción, bruma de contaminación y
pudiera hacerse bajo un fuego en
cicleta para terminar en Nepal.
Tras unos 50 kilómetros para-
deseos de llegar al hotel. Desde la
cualquier rincón de la calle.
Salimos de Delhi hacia Agra
mos a tomar algo de comer. Los
ventanilla de la furgoneta, nues-
Aquellos que veíamos en el
para ver el Taj Mahal. Dos días
cinco estábamos de acuerdo con
tros comentarios de lo que ya es-
mismo lugar, de noche y de día,
en bicicleta para recorrer 205 ki-
el eslogan del viaje: La India en
tábamos viendo nos dejaban algo
sin otro destino que dormir en el
lómetros. En algunas guías de
BTT. El suicidio de cinco españo-
más que boquiabiertos. Si esto
suelo, limosneando a cualquier
viajes por el mundo, aconsejan
les en el asfalto.