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MAYO’07 Sociedad ■ 83
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JOSÉ ESTEBAN
MARTÍNEZ-QUEREDA
Cada día vamos haciéndonos
mayores y nuestra experiencia
sobre la vida va
Recordando
las cosas
Además, nos sirve o nos
debe servir a nosotros mismos
para saber que precisamente
todos tenemos obligaciones
y cuando tus pa-
◗
acumulando conocimientos.
dres ya no están para
Recuerdo cuando era niño
repetírtelas, lo mejor es que
que mis padres me repetían
lo hagas tú mismo; porque
una y otra vez algunas cosas
ya llegará el día en que lo
a las que yo no hacía ni caso.
hagan tus hijos.
Es curioso ver cómo aho-
Y así deberíamos muchos
ra, con la experiencia de la
de nosotros hacer un exa-
vida, una vez que ya somos
men de conciencia para ver
padres, empezamos a enten-
las cosas que deberíamos ha-
der muchas de aquellas co-
cer y que ya sea por falta de
sas que tanto nos molestaba
tiempo o por vagancia va-
oír de nuestros mayores.
mos dejando de lado y están
Ahora somos nosotros los
esperando a que les eche-
que repetimos hasta la sa-
mos una mano.
ciedad las cosas que nues-
Podríamos recordar, entre
tros padres nos decían. Cre-
No hace mucho, me he
nas, que en definitiva se tradu-
ellas ir a visitar a algunas per-
emos que nuestros hijos no
analizado a mí mismo viendo
ce en educación. Pero por otro
sonas que no vemos todo lo
nos escuchan, pero la ver-
cómo llamaba la atención a
lado creo que lo único que ha-
que deberíamos, hacer ciertas
dad es que no caen en saco
mis hijos por cosas que ellos
go es cumplir con mi misión;
tareas en casa que hemos ido
roto; porque si fuera así, no-
ya saben y yo lo único que
si no lo hiciera, estaría siempre
dejando por cualquier motivo
sotros mismos no seguiría-
hago es repetírselo continua-
pensando que he desatendido
y que se han acumulado, ha-
mos los consejos que nos da-
mente porque no quiero que
mi labor de padre y que en
blar con nuestros hijos en una
ban de pequeños. Por aquel
se les olviden. No creo que
definitiva no cumplo con mis
sobremesa de los asuntos co-
entonces, no les hacíamos
esté haciendo mal, pero es-
obligaciones. Mi deber es es-
tidianos, hablar con nuestra
caso; sólo pensábamos en
toy seguro de que mis pe-
tar siempre ahí de esa mane-
pareja de las inquietudes que
vaya “paliza” o vaya “tostón”,
queños me escuchan apa-
ra, porque no soy un amigo,
nos ocupan la mente, salir de
“siempre igual”.
rentemente, pero piensan
soy un padre y como tal quie-
paseo con nuestros ancianos,
En aquella época en la
por dentro que no dejo de
ro que me vean mis hijos; no
estudiarnos esa cosa que
que éramos jóvenes, pensá-
darles la vara. Lo peor de to-
quiero ser alguien con el que
siempre apartamos porque
bamos que no era necesario
do esto es que creo que tie-
se van a ir de copas y de fies-
no nos gusta, hacer un exa-
que nuestro padre o nuestra
nen razón, porque yo mis-
tas, sino alguien que va a estar
men de conciencia para ver si
madre viniera con el mismo
mo me veo reflejado en ellos
siempre al pie del cañón, tan-
hay algo que corregir en
rollo de siempre de las cosas
cuando era joven.
to para ayudarles como para
nuestro comportamiento... en
que deberíamos hacer por-
Tal vez no deberíamos re-
repetirles lo que tienen que
fin, hay miles de cosas y cada
que pensábamos que ya las
calcar tanto las cosas que que-
hacer, inculcarles que todos
uno de nosotros sabremos en
sabíamos y lo único que ha-
remos que hagan, o sea, lo
tenemos obligaciones en la vi-
cada momento qué es aquello
cían era dar el follón de for-
que queremos que aprendan
da y que no se pueden dejar
que nos hace falta atender.
ma repetida.
como hábito y como perso-
de lado.
¡Ánimo y al toro!