No. 30 - Its Gran Canaria Magazine

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GET TO KNOW GRAN CANARIA I CONOCE GRAN CANARIA EDICIÓN 30
Tejeda: un tesoro en el corazón de Gran Canaria
La belleza es un atributo que sobra en esta localidad
enclavada en un precioso entorno montañoso
en el corazón de la isla de Gran Canaria. Este
pintoresco pueblo se alza como una joya inigualable
que cautiva a los viajeros, principalmente
por el seductor paraje en el que se encuentra. Sin
embargo, como veremos más adelante, también
rebosa una rica herencia cultural y una gran belleza
natural. Reconocido por su inclusión en la
distinguida lista de "Los Pueblos más Bonitos de
España", el pueblo de Tejeda atrae a turistas de
todo el mundo, convirtiéndolo en un destino imprescindible
para quienes buscan una experiencia
auténtica y enriquecedora en Gran Canaria.
La distinción de formar parte de la exclusiva asociación
de "Los Pueblos más Bonitos de España"
no es casual. Esta organización destaca y promueve
poblaciones con un patrimonio cultural
y arquitectónico excepcional, y Tejeda, con sus
1800 habitantes, cumple con creces los requisitos.
Por el momento, solo cuatro pueblos más
en Canarias presumen de tener dicha distinción:
Teguise es el pueblo más bonito de Lanzarote, situado
en el centro de la isla. Agulo, por su parte,
destaca en el norte de La Gomera. En Tenerife
encontramos al pueblo costero de Garachico, y
finalmente, Betancuria, que fue el primer pueblo
fundado por europeos en las Islas Canarias
en 1404, en Fuerteventura, cierra el grupo de los
cinco pueblos catalogados como más bonitos de
España que tienen su ubicación en el Archipiélago
Canario.
Tejeda es un refugio en el que el tiempo parece
detenerse, su casco histórico es pequeño, pero
está muy bien cuidado. Sus fachadas, al igual
que sus calles empedradas, están perfectamente
conservadas, invitando al paseo y al relax. Eso
sí, para quienes buscan ocio nocturno, esta zona
de Gran Canaria no es el lugar ideal.
La iglesia de Nuestra Señora del Socorro, con su
reconstrucción después de haber sido pasto de
las llamas hace más de 100 años en uno de los
incendios más importantes que ha sufrido la localidad,
nos muestra un ejemplo perfecto de arquitectura
tradicional canaria con influencia del
estilo ecléctico. Tampoco podemos pasar por
alto la atractiva arquitectura rústica de las casas
cubiertas de tejas en sus tejados, ni las coloridas
flores utilizadas como elemento ornamental para
crear esa atmósfera de fantasía que reina a lo largo
y ancho del pueblo.
Tejeda, rodeada de altas cumbres y espectaculares
barrancos, atrae a los amantes de la naturaleza
y el senderismo, quienes pueden deleitarse
con numerosas rutas que serpentean a través de
los paisajes montañosos circundantes. Además,
ser un pueblo que está a 1000 metros de altura
lo convierte en un perfecto espacio para disfrutar
de imponentes miradores que brindan impresionantes
panorámicas al majestuoso Roque Nublo
y Roque Bentayga. Este último es quien representa
perfectamente la unión entre la naturaleza
y la cultura, ya que este monolito fue el eje espiritual
del mundo aborigen de Gran Canaria en
la época prehispánica. Recomiendo acercarse a
su centro de interpretación, así entenderemos de
primera mano lo que significó este monumento
pétreo para los antiguos pobladores.
Otra recomendación que puedo dar es visitar el
centro de plantas medicinales, todo un tributo a
quienes han conservado y aún hoy transmiten
los secretos del fascinante mundo de las curas
tradicionales, los remedios caseros y los yerberos.
Todo esto guiado de la mano de grandes especialistas
en el tema. A escasos metros de uno de
los miradores más bonitos del pueblo, como es
el caso de la Plaza Mirador del Ayuntamiento, se
encuentra el Museo de Esculturas de Abraham
Cárdenes, un escultor prestigioso en su época,
con esculturas llenas de fuerza que transmiten,
sobre todo, el profundo arraigo a su condición de
canario y tejedense. Otro ejemplo que demuestra
la inclinación artística y sensibilidad creativa
que tienen los habitantes de Tejeda.
Además de todo esto, este pueblo cautiva con
su deliciosa gastronomía, especialmente conocida
por productos locales como sabrosas almendras,
buen vino, ricos quesos y dulces palmeras
de chocolate. Solo llegar hasta aquí para degustar
de su cocina ya es algo que vale la pena. Una
actividad para destacar en esta época veraniega
es disfrutar de la piscina municipal de Tejeda,
un punto de encuentro de locales, y turistas en
menor medida, pero que sin duda hace las delicias
de aquellos que anhelan la serenidad y la
oportunidad de reposo en medio de su itinerario.
Una piscina al descubierto, con árboles, césped
natural y hasta una terraza para tomarse algo,
todo ello bajo la imagen del majestuoso Roque
Bentayga y la venerable Iglesia de Nuestra Señora
del Socorro.
Tejeda, con su encanto tradicional y su impresionante
entorno natural, se alza como un tesoro de
obligada visita en Gran Canaria para aquellos que
anhelan una inmersión en la historia, la cultura y
la belleza. Este pueblo se presenta como un destino
que no puede ser pasado por alto.