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que me siento mejor, que mi cuerpo y mi mente <strong>se</strong><br />
encaminan a lograr el equilibrio, ¿<strong>se</strong>rá posible recuperar<br />
“Ahora<br />
mi matrimonio?” Estaba convencida de que era necesario<br />
probar hasta el último recurso. ¿Qué hace una mujer de<strong>se</strong>sperada<br />
porque su marido le pide el divorcio? Acude a la magia.<br />
“Paco es impresionante. Ve a que te haga un amarre”, me re<strong>com</strong>endó<br />
Lidia, la única amiga a la que le conté lo que me había sucedido.<br />
-¿Y qué es un amarre?<br />
-Una brujería buenísima para que nunca te deje. Funciona<br />
perfecto, mi prima fue con él y su marido, que andaba con otra,<br />
dejó a la amante y está loco por mi prima, y eso que llevan 17<br />
años de casados.<br />
Un amarre. Seguramente me urgía un amarre. Porque lo que yo<br />
quería, de eso estaba <strong>se</strong>gura, era que mi marido nunca me dejara.<br />
Hice una cita. Paco vivía en Coyoacán; su departamento estaba<br />
lle<strong>no</strong> de pieles de animales exóticos, de figuras y máscaras africanas,<br />
de fotografías antiguas y tapetes de la India.<br />
Primero me leyó las cartas. En cuanto las abrió:<br />
-Uy. ¿Tu marido te dijo que <strong>se</strong> quería divorciar?<br />
-Sí.<br />
-Por lo que veo, tu marido está muy alejado de ti. Quieres retenerlo<br />
a toda costa. Esta carta significa que tiene viajes constantes,<br />
que está muy poco en la ciudad, y esta otra que pasa muy<br />
poco tiempo contigo. Es un hombre exitoso y lo siguen varias<br />
mujeres. A ti ya te lo han dicho. Aquí está el caballero y tú, la<br />
emperatriz, lejos de él. Mira cuántas cartas los <strong>se</strong>paran. Y son<br />
puras espadas, lo cual demuestra que entre ustedes hay muchos<br />
pleitos. Y vienes aquí porque…<br />
Abrió una <strong>se</strong>gunda pila de cartas y las distribuyó sobre la mesa.<br />
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