no se vale - Realizate.com

-¿Y cómo es eso?
-Los hombres se divierten de lo lindo contigo toda la noche, bailan,
cantan, te llenan de halagos y de promesas. Al día siguiente
se levantan, se van a trabajar y se olvidan completamente de ti.
Y no lo tomes personal, simplemente no quieren ningún compromiso
y lo tienen bien claro. ¿Cómo nos quedamos nosotras?
Todo el día con el celular en la mano para ver si suena, o toda
nerviosa porque no sabes si hablarle o no, si se verá mal que
lo busques, si pensará que lo estás acosando, si se dará cuenta
que estás loca por él y va a cambiar su comportamiento hacia
ti. O sea, haciendo todas las interpretaciones posibles.
-Sí, pero cuando nos enamoramos perdemos todo -dijo Mauricio,
uno de los integrantes del grupo que, en plena edad de
los cincuenta, se había enamorado de lo inevitable: una mujer
mucho más joven que él.
-¿Y qué haces para que ella se enamore de ti?
-Le mando mensajes al celular, “yo no olvido que me esperas,
tú no esperes que te olvide”, “es mejor decir te amo a decir te
quiero”.
-¿Y ella también es casada, como tú?
-Sí. Después de ver la película Los puentes de Madison quiere
tener una aventura como la que ahí se escenifica. Pero yo
preferiría ser Humphrey Bogart en Casablanca; mira, hasta fumo
Lucky Strike por si me encuentro a un pianista y le pido
que toque la misma pieza porque ésa será la última vez que la
vea. ¿Se acuerdan? …Play it again, Sam.
-¿Y cómo le haces para seguir con tu esposa como si nada?
-Pues sufro como loco debatiéndome entre el deber ser y esta
locura amorosa.
Y vaya que se debatía. De verdad se le notaba el profundo dolor
que tenía clavado en el corazón, ese dolor que se siente al estar
enamorado de lo imposible, que hace que la garganta se cierre,
que no permite respirar, ese color que viene del verbo adolecer
(¿tendrá algo que ver con la palabra adolescencia?), que a la vez es
maravilloso, creativo, intenso y extremo.
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