no se vale - Realizate.com

las tiendas estaban cerradas. Como buena adolescente, se sentía
frustrada porque en ese momento lo único que le importaba era su
estrella.
-Oye -le dijo Paola-, ¿por qué no wisheas tu estrella?
-Voy a encontrar la estrella que estoy buscando, va a aparecer
frente a mis ojos hoy mismo -wisheó Daniela.
Yo tenía un fuerte dolor de cabeza. Vi una farmacia abierta. Entramos.
En una pared había una pequeña vitrina con algunas chucherías.
Mientras pedía unas aspirinas, Daniela y Paola se acercaron
a curiosear. De pronto, un grito: “¡Mi estrella! ¡Aquí está mi estrella!”
En esa vitrina estaba el dije de estrella tal cual Daniela lo había
soñado.
En 2003 fui con Daniela y Al a Aspen, Colorado. Mientras desayunábamos,
el mesero se acercó hablando en español. Yo le dije:
-Usted es nicaragüense.
-Sí, señora.
-Y está muy triste porque su novia se quedó en Managua. Ella
es delgada, menudita, tiene el cabello chino y los labios gruesos.
No se preocupe, dentro de muy poco tiempo ella vendrá y se
quedará a vivir en Aspen con usted.
-Cierto, señora. Todo es cierto.
Recientemente viajé con mi hermana Vanny a París. Entramos
a un restaurante que estaba lleno. A dos mujeres jóvenes les pedimos
permiso de sentarnos en su mesa. Accedieron. Una de ellas me
preguntó:
-¿A qué te dedicas?
No sé por qué, le dije:
-Soy psíquica.
-¿Ah sí? A ver, lee mis pensamientos.
-La persona con la que estás involucrada sentimentalmente te
asegura que está tratando de dejar a su esposa. Tiene un niño
pequeño y por él no va a dejarla. Tienes que soltarlo para encontrar
a tu verdadero amor.
Tres meses después recibí un mail: “Gracias, Terry. Dejé a mi an-
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