V.ARIEDADE'S; - Biblioteca Nacional de Colombia

372 VISTA DE ISOLA BELLA DESDE STRESSA.
Cardenal en su ordinaria vestimenta
clerical; en una mano tiene un bre-
viario, y con la otra parece que está
echando la bendicion al pueblo de su
nacimiento. Tiene 66 pies de altura,
y el pedestal de granito en que está
colocada es de 46 pies. Son tan
arregladas sus proporciones, que a
primera vista no puede el espectador
formar una idea adequada de sus
grandes dimensiones. La cabeza,
pies y manos son be bronce, y el
resto del bulto se compone de placas
de cobre muy gruesas. Tiene por
dentro una masa de piedras grandes
para dar peso y fixeza al coloso, y
tambien una escalera por la qual se
sube hasta la cabeza. Interesante
monumento que parece está guar-
dando baxo la custodia de un santo
tan justamente célebre por sus viI'-
tudes, toda la comarca de la tierra
donde nació. La familia de los Bor-
romeos no es menos distinguida por
su antigüedad, su opulencia y por el
mérito de muchos de sus miembros,
entre los quales ha habido varios car-
denales de la iglesia romana.
VISTA DE ISOLA BELLA DESDE STRESSA.
EL camino que va de Baveuo a
Stressa es sumamente delicioso por
'entre sombras de hermosas arboledas,
repartidas en un terreno que domina
el paysage mas animado. Las már-
genes del lago por las quales se
dilata, forman con alternada variedad
ensenadas y promontorios, desde
donde -se descubren las islas Borro-
meas baxo diferentes perspectivas.
Un vergel tan risueño como el de
Isola Bella no podria menos de en-
cantar la vista, aun estando abando-
nado a la naturaleza; pero aquellas
bóvedas, aquellos terreros cubiertos
de floridos naranjos, aquella pyrá-
mide de verdor que sale del seno de
las aguas, aquellas estatuas reverbe-
radas' en sus cristales, el lago con
todos los hechizos que la naturaleza
ha puesto en él, los cercanos collados
vestidos de viñas y bosques de cas-
splandecientes con sus eternas coronas
de nieve, todo presenta un quadro
mágico de una belleza sin igual.
Al considerar algunos el inmenso
caudal que ha debido gastarse en las
obras de Isola Bella, no tienen re-
paro en censurar esta nueva creacion
de frívola y desproporcionada al dis-
pendio; pero no dexa de haber in-
justicia en hacer este cargo a la
familia de los Borromeos, a la qual
pertenece un S. Carlos que daba
todas sus rentas a los pobres, y un
cardenal Federico, fundador de la
Biblioteca Ambrosiana. Ademas de
que el conde Vitaliano hizo grandísimo
bien a toda la comarca llamando
a ella la curiosidad de gran número
de viageros, a quienes los dueños
permiten ver las islas con toda li-
bertad. Los adornos de Isola Bella
no son de un gusto moderno. Aquella
tañes, 108 montes mas lexauos re~· regularidad tan estudiada de los SCIlOf'