V.ARIEDADE'S; - Biblioteca Nacional de Colombia

menos apetecible para expediciones
mercantiles, mientras no desaparezcan
o se disminuyan semejantes trabas."
Tales son los hombres, con cuyas
VJAGU A COCHINCHINA.
costumbres y malas mañas tuvo que
lidiar nuestro viagero desde que
abordó el 8 de Junio de 1819 a una
aldea de la Cochinobina llamada
Vungtansobre elrio Don-nai, Abreve
rato de haber enviado uno de sus
oficiales en busca de un práctico que
los llevase a la ciudad de Saigon, se
presentó un bote de bastante cabida,
lleno de gente y adornado con una
multitud de banderolas y gallardetes.
Inmediatamente pasó a bordo del
buque americano una comparsa de
figurines con que se llenó casi toda
la cubierta. Venian en ella algunos
que. en su traza mostraban no ser
criados, pero el número de estos
era muy grande, porque cada uno
de los mandarines llevaba a su ser-
ser el principal. Lo primero que
hizo fué echarse al cuello del capitan
y acariciarle y apretarle y sofocarle
de un modo que necesitaba de no
peca paciencia para aguantarlo. Baxó
a la cámara con sus acompañantes,
seguidos todos de los respectivos
abanicadores, quitasoleros y porta-
'sacos, y desde allí volvió a recorrer
toda la cubierta, riendóse a carcaxa-
das con los marineros, brincando y
haciendo extremos de una afabilidad
muy grosera y molesta. Su trage
consistia en una camisa ordinaria que
en su origen habia sido blanca, pan·
talones anchos de crespan negro sos-
tenidos con un ceñidor de seda car-
mesi, una especie de bata de seda
negra o azul oscuro larga hasta las
rodillas y abotonada a la espalda,
con una enorme balona, sobre la cual
caia la de la mugrienta camisa: san-
dalias, gruesas de madera: turbante
de crespan negro y encima un som-
brero de palma en forma cónica muy
obtusa, prendido a la barba con un
lazo. Cada cosa que veia excitaba
en él un deseo vehemente de poseerla,
segun lo manifestaba con ademanes
vicio tres O quatro pages que le ser- tan ridiculos como expresivos. Se
vian con presurosa atenoion, ~no de le iban los ojos por descubrir lo que
llevar abierto como con honores de habia dentro de las calderas y vasijas
palio, un enorme quitasol, otro de de la cocina, y no tropezaba su vista
hacerle ayre con un abanico que podia , con un objeto que no le valiese algun
reputarse por padre de todos los regalo: tal era la ansia importuna
pericones de nuestras matronas de con que lo pedia y queria arrebatar.
tontillo, otros de irle cerca con anchos Despues de mil dificultades para, con-
sacos provistos de hojas de betel, tentarle, saliése por fin con todo el
tabaco y otras hierbas para masticar. séquito, llevándose. una porcion de
Como al frente de todos iba un cosas de comer y beber, algunas
viejo cano y mal trazado que parecia piezas de vaxilIa de cristal, un par
de pistolas, poi vara, camisas~l?~tos,
y otras varias frioleras lq~ 'fúé menesterrepartir
entre )osae la comitiva,
a trueque de verse quanto antes libres,_
de tan incómoda visita, y de gran-
gearse la benevolencia de aquella