V.ARIEDADE'S; - Biblioteca Nacional de Colombia

NOTICIA DE LA NUEVA ZELANDA.
ruel, nunca se experimenta escasez
n las provisiones de que se sus ten-
ano Consisten estas, además de la
aiz del helecho, en ferozes jabalíes
lue andan casi a manadas por los
)osques y repechos, y en la Koomera
) patata dulce, cuya cosecha anun-
cia el ano nuevo. El sobrante de
estos dos artículos lo cambian con los
buques balleneros de aquellos mares
por escopetas y pólvora. Son muí
escasas las aves domésticas, y aun las
pocas que tienen, las estiman mas por
las plumas de que se sirven para sus
adornos. Las hortalizas y legumbres
que dejó el famoso Cook han dege-
nerado casi del todo; solo la patata
comun es la que ha prosperado ypromete
grande utilidad á los isleños.
Tambien han introducido los misio-
neros algunas vacas y ovejas y el culti-
vo del maiz, de cuyas dos pruebas se
esperan mui buenos resultados. Pero
las producciones mas apreciables y
dignas de llamar el interes de los
pueblos civilizados a conexionarse
con los Zelandeses, son el cañamo y
el maderámen de "'arboladura. El
primero es preferible a cualquier
otra especie de lino u cáñamo de las
conocidas, por su fibra vistosa, fuerte
y blanda como seda; y el segundo
ofrece unos troncos y palos tan robustos,
torneados, altos y flexibles,
que no los presenta el Norte tan bue-
1I0S para el mas grande navío de tres'
puentes.
Los Zelandeses pertenecen a una
hermosa casta de hombres: altos,
agiles, bien formados, de un color
moreno muy atezado, cabellos ne-
gros, tiesos en algunos, y en muchos
ensortijados, dientes blanquisimos,
facciones bien proporcionadas y agraciadas
con tanta variedad como las
de Europa; eosa rara entre los sal-
vajes. Las mugeres, son tan lindas
como las del mediodía de Europa,
airosas y en general mui apuestas.
Antes de casarse no hacen grande
aprecio de la castidad, mas después
de casadas, aunque reducidas a los
menesteres mas penosos y a aguantar
la brutalidad y violencia de sus mari-
dos, son muy fieles, afectuosas, su-
fridas, y tiernas para con sus hijos;
una vez apasionadas, aun las solteras
dan muestras de que saben sentir con
suma delicadeza y vehemencia.
La parte mas freqüentada por los bu-
qnes balleneros del mar del Sur es la
babia dejas islas, que está en la mas al
norte de las dos, y a pesar de repetir-
se muy a menudo sus arribadas y es-
tancias en ella, y del largo tiempo que
hace que viven con los indigenas
muchos misioneros, ninguna mudan-
za notable se ha hecho todavía en
sus costumbres y modo de vivir. La
tierra que ocupan está casi virgen y
en el primitivo estado natural; y las
habitaciones son tan mezquinas, que
apenas pueden diferenciarse de unas
cuevas mui toscas y bajas, en lasq ue
casi tienen que andar a gatas. Usan
muy poco de ellas, y siempre .Q~leel
tiempo no es lluvioso, s 'a1en a dor-
~ -;
mil' fuera poniendqf;"" en hileras
en postura derecha ;,i~'medio cuerpo
'~
apoyado en los pies uzados y cubi-
erto con una estera, q n