14 Ricardo Arrubla1 La <strong>de</strong>construcción como alternativa para la interpretación <strong>de</strong> textos
1 Docente <strong>de</strong> planta <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Humanida<strong>de</strong>s <strong>Fundación</strong> <strong>Universitaria</strong> <strong>de</strong>l Área Andina. Resumen: el siguiente texto propone el <strong>de</strong>construccionismo como una mirada metodológica para el abordaje lector <strong>de</strong> textos. La <strong>de</strong>construcción permite elaborar procesos mentales nuevos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la <strong>de</strong>sradicalización conceptual, la integración <strong>de</strong> métodos, contenidos y significados en la interpretación lectora. La lectura <strong>de</strong>construccionista se propone como una lenta y minuciosa labor <strong>de</strong> repensar la producción <strong>de</strong> la realidad social, con el fin <strong>de</strong> generar un gradual <strong>de</strong>splazamiento hacía nuevos planteamientos y preocupaciones. Palabras clave: <strong>de</strong>construcción, pensamiento, lenguaje, razón, gramática, diferencia, estructura. Abstract: The following text proposes <strong>de</strong>constructionism as a methodological perspective for a rea<strong>de</strong>r’s approach to a given text. Deconstruction allows us to elaborate new mental processes from conceptual <strong>de</strong>radicalization, methodological integration, contents and meanings in the rea<strong>de</strong>r’s interpretation. The <strong>de</strong>constructionist reading proposes itself as a slow and <strong>de</strong>tailed way of rethinking the making of a society’s reality with the objective of generating a gradual shift towards new proposals and interests. Key words: Deconstruction, thought, language, reason, grammar, difference, structure. No hay ejercicio intelectual que no sea finalmente inútil. Una doctrina filosófica es al principio una <strong>de</strong>scripción verosímil <strong>de</strong>l universo; giran los años y es un mero capítulo —cuando no un párrafo o un nombre— <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> la filosofía. En la literatura, esa caducidad final es aún más notoria. Jorge Luis Borges, Pierre Menard, autor <strong>de</strong>l Quijote. escritura y lectura Dictando una clase sobre constitucionalismo y <strong>de</strong>mocracia, en la Facultad <strong>de</strong> Diseño Gráfico, me encontré con un problema pedagógico que se convertiría en un verda<strong>de</strong>ro obstáculo por parte <strong>de</strong> los estudiantes: la asimilación <strong>de</strong> conceptos y el entendimiento <strong>de</strong> los principios filosóficos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho subyacentes en la carta magna. Por otro lado, cuando hacía referencia a los valores y la norma, se planteaba el interrogante <strong>de</strong> que era “<strong>de</strong>recho”, visto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la experiencia real <strong>de</strong> quienes lo vivían, y no <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición epistemológica que entregan los libros. Para muchos estudiantes, el <strong>de</strong>recho se convirtió en ese vocablo que todos conocemos pero que nadie aplica. Igual sucedió con la palabra libertad. Pues era fácil para todos hacer una <strong>de</strong>finición tipo diccionario, en la cual se llegaba a un consenso impuesto por los guardianes <strong>de</strong>l saber; pero en la práctica nadie encontraba las acciones que pudieran significar libertad: lo que, para unos significaba un acto <strong>de</strong> libertad; para otros, no. Este hecho, generó muchas polémicas y la imposibilidad <strong>de</strong> reconocernos en la práctica. Al proponer la realización <strong>de</strong> un escrito, en el cual estuvieran enmarcados los conceptos <strong>de</strong> norma, valor y <strong>de</strong>mocracia, la gran mayoría tuvo que recurrir a la paráfrasis y copia <strong>de</strong>l texto. Esta imposibilidad <strong>de</strong> comprensión y asimilación <strong>de</strong> conceptos, me llevó a proponer la realización <strong>de</strong> un proceso reconstructivo, el cual permitiera fragmentar el texto en unida<strong>de</strong>s semánticas más pequeñas, y, a partir <strong>de</strong> la selección <strong>de</strong> unos núcleos conceptuales, realizar una nueva reinterpretación <strong>de</strong> los conceptos fundamentales. Para algunos estudiantes fue traumático hacer la bisección <strong>de</strong>l texto; otros, por el contrario, pudieron realizar una interpretación más amplia y con un sentido propio, a medida que la <strong>de</strong>construcción avanzaba. Al revisar los textos producidos por los estudiantes, tras previa lectura interpretativa sobre un texto acabado, ésta había mol<strong>de</strong>ado y limitado su pensamiento; mientras que los textos <strong>de</strong>construidos — en algunos casos — no ofrecieron limitantes <strong>de</strong> sentido e interpretación, por lo tanto, obligó a los estudiantes a buscar argumentos con sus propias palabras para reconstruir el texto. La <strong>de</strong>construcción es una propuesta que nace <strong>de</strong>l filósofo Jacques Derrida, durante la década <strong>de</strong>l 60, a partir <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong>l pensador alemán Martín Hei<strong>de</strong>gger, y <strong>de</strong> las condiciones sociopolíticas específicas <strong>de</strong>l momento. <strong>El</strong> clima <strong>de</strong> <strong>de</strong>vastación que <strong>de</strong>jó la Segunda Guerra Mundial, el escepticismo político, el malestar social y las radicales posturas <strong>de</strong> intelectuales inconformes que atacaban los i<strong>de</strong>ales ilustrados <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad, fueron los 15