El corazón, fuente de energia vital - Fundación Universitaria del ...
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ingredientes que sirvieron <strong>de</strong> contexto a la formulación<br />
<strong>de</strong> la propuesta <strong>de</strong>construccionista.<br />
<strong>El</strong> <strong>de</strong>construccionismo, según como lo propone Derrida,<br />
es una disociación hiperanalítica <strong>de</strong> la unidad lingüísticoestructural<br />
<strong>de</strong> un texto, en la cual se evi<strong>de</strong>ncia que cualquier<br />
tipo <strong>de</strong> texto se presenta como un fenómeno <strong>de</strong><br />
comunicación y <strong>de</strong> significación. Derrida entien<strong>de</strong> que la<br />
significación <strong>de</strong> un texto es producto <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntificación<br />
<strong>de</strong> la diferencia entre las palabras empleadas, y no <strong>de</strong> lo<br />
que representan. <strong>El</strong> rasgo ontológico <strong>de</strong> esta diferencia<br />
aparece representado en dos vocablos que emplea Derrida<br />
en su obra De la grammatologie, para especificar el<br />
sentido <strong>de</strong>l término differance, ‘diferencia’, que combinan<br />
diferencia y diferir. Por lo tanto, las diferentes significaciones<br />
<strong>de</strong> un texto, pue<strong>de</strong>n ser <strong>de</strong>scubiertas al <strong>de</strong>scomponer<br />
la estructura <strong>de</strong>l lenguaje.<br />
<strong>El</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> dicha propuesta, causó gran alarma y<br />
crítica mundial. Para ese entonces, la <strong>de</strong>construcción fue<br />
vista como un arma <strong>de</strong> izquierda, tan peligrosa como la<br />
LSD y las canciones <strong>de</strong> Silvio. Con el fin <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>ologías<br />
y el <strong>de</strong>rrumbe <strong>de</strong>l muro <strong>de</strong> Berlín, fue consi<strong>de</strong>rada como<br />
un bisturí empleado por la <strong>de</strong>recha para biseccionar la<br />
psiquis <strong>de</strong> la cultura contemporánea, y <strong>de</strong>jar en el olvido<br />
para siempre el utopismo marxista.<br />
Lo cierto es que en la actualidad la <strong>de</strong>construcción no es<br />
<strong>de</strong> izquierda ni <strong>de</strong> <strong>de</strong>recha. Se propone como una estrategia<br />
pedagógica. Estrategia que permite indagar en las<br />
múltiples posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> interpretación y conocimiento<br />
que los sistemas <strong>de</strong> lenguaje contemporáneo le pue<strong>de</strong>n<br />
generar a una persona o grupo poblacional.<br />
Durante años, la filosofía tradicional <strong>de</strong> occi<strong>de</strong>nte (platónico<br />
– Hegeliana) se había erigido como un po<strong>de</strong>roso<br />
<strong>de</strong>miurgo sobre las bases <strong>de</strong> la racionalidad sistemática,<br />
para controlar la lógica <strong>de</strong>l pensamiento. La <strong>de</strong>construcción<br />
se convierte en esa visión prometeica, que libera al<br />
pensamiento <strong>de</strong> los barrotes <strong>de</strong>l linealismo positivista. Ya<br />
que la filosofía tradicional observa al texto como una estructura<br />
gramatical indisoluble, cuyo armazón oculta la<br />
verda<strong>de</strong>ra esencia <strong>de</strong>l relato. En este sentido, la obra literaria<br />
era consi<strong>de</strong>rada como una totalidad. Según la óptica<br />
<strong>de</strong>construccionista, ante la dictadura <strong>de</strong> sentido y <strong>de</strong> referentes<br />
que impone el lenguaje estructurado, se plantea<br />
la <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong> la polisemia. Se establece que el acto <strong>de</strong><br />
la lectura genera infinitas dimensiones mentales al lector,<br />
frente al estímulo que ofrecen los nuevos lenguajes (multimedia,<br />
vi<strong>de</strong>oclip,) y la forma tradicional <strong>de</strong> abordar un<br />
texto cualquiera.<br />
La aplicación <strong>de</strong>l término nos inserta en ese polémico campo<br />
<strong>de</strong>l discurso estructuralista, que durante años ha domi-<br />
<strong>Fundación</strong> <strong>Universitaria</strong> <strong>de</strong>l Área Andina<br />
nado el panorama <strong>de</strong> la gramática universal. Deconstruir<br />
es un puro gesto estructuralista y antiestructuralista. Pues<br />
su acción supone el acto <strong>de</strong> <strong>de</strong>shacer, <strong>de</strong>smontar, pero<br />
no con el fin <strong>de</strong> <strong>de</strong>struirlo, sino <strong>de</strong> conocer cómo se ha<br />
construido un concepto cualquiera. Para Derrida, el texto<br />
escrito produce un infinito diferir, que realiza el lector al<br />
momento <strong>de</strong> recibir la influencia <strong>de</strong> los signos semánticos;<br />
esto no quiere <strong>de</strong>cir que el texto no posea un significado<br />
real, sino que su interpretación por parte <strong>de</strong>l lector está<br />
expuesta a un juego <strong>de</strong> significaciones múltiples.<br />
Si analizamos el or<strong>de</strong>n social urbano y la lectura que sus<br />
habitantes realizan, podremos encontrar que existen diferentes<br />
percepciones <strong>de</strong>l espacio, <strong>de</strong>l futuro, <strong>de</strong>l pasado,<br />
<strong>de</strong> lo necesario, <strong>de</strong> lo sagrado, <strong>de</strong> lo peligroso, etc. Estas<br />
percepciones nacen <strong>de</strong> la realidad experimentada y vivida,<br />
pero también <strong>de</strong>l discurso <strong>de</strong> ciudad que se construye<br />
en los medios, y que cada cultura reconstruye y configura<br />
en su saber. Estos discursos son utilizados por los grupos<br />
e individuos en su proceso <strong>de</strong> interacción y entendimiento<br />
con otros grupos. La pluralidad <strong>de</strong> miradas, estéticas y<br />
ten<strong>de</strong>ncias ha llevado a la sociedad a la ruptura <strong>de</strong>l código<br />
común, hecho que se evi<strong>de</strong>ncia en la división y fragmentación<br />
social.<br />
<strong>El</strong> <strong>de</strong>construccionismo se propone como una mirada metodológica,<br />
que permite enten<strong>de</strong>r el todo sin olvidar la<br />
parte, y enten<strong>de</strong>r la parte sin <strong>de</strong>sconocer la importancia<br />
<strong>de</strong>l todo.<br />
Si realizamos una mirada sobre como funcionaría el <strong>de</strong>construccionismo<br />
para enten<strong>de</strong>r la ciudad, tendríamos<br />
que observar los textos y discursos que genera la ciudad,<br />
a partir <strong>de</strong> las interacciones sociales, producto <strong>de</strong> la experiencia<br />
<strong>vital</strong> <strong>de</strong> quienes las narran. De hecho, no pue<strong>de</strong> ser<br />
pensada la ciudad sin reconocer la interacción entre sus<br />
diferentes sectores sociales que la conforman. Y es en la<br />
interacción, don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>scubren las i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s particulares<br />
y grupales, y es, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad, que se interpreta<br />
a la sociedad y su cultura.<br />
Dicha interrelación genera una polisemia <strong>de</strong> discursos. En<br />
el plano <strong>de</strong>l discurso, y teniendo presente los elementos<br />
<strong>de</strong>l <strong>de</strong>construccionismo, la comprensión <strong>de</strong> los grupos sociales<br />
se realiza a partir <strong>de</strong>l entendimiento <strong>de</strong>l discurso<br />
ajeno y su diferencia con el discurso <strong>de</strong>l otro, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la<br />
totalidad sistémica social. Lo anterior, se <strong>de</strong>be a que los<br />
grupos son i<strong>de</strong>ntificados por otros grupos en su afán por<br />
marcar diferencias simbólicas. En esta medida, el grupo<br />
existe en relación con la existencia <strong>de</strong> su discurso autónomo<br />
y por la diferencia con el discurso <strong>de</strong>l otro.<br />
Des<strong>de</strong> esta mirada, el discurso urbano se convierte en un<br />
organizador <strong>de</strong> los diferentes grupos y culturas, en tanto