Dr. Dagoberto Flores Olvera - Instituto Internacional de Investigacion ...

Con Resiliencia …haces que las cosas sucedan! ®
Busca un buen lugar donde nadie te interrumpa o te hable. Los grupos primitivos
humanos, buscaban las alturas o construían lugares cerrados y silenciosos para
ello. Escoge el que más te permita silenciar los ruidos del mundo no espiritual.
Puede ser un rincón en tu cuarto, en el baño, en la sala o comedor, en una playa
silenciosa, en un bosque o mientras esperas tu transporte diario al trabajo. El flujo
espiritual, fluirá como el “Kime” japonés; como esa fuerza que concluye e
impacta en lo espiritual, sin mucho esfuerzo. Cada vez te permitirá notar muchos
signos espirituales y la forma en que fluyen. Con el tiempo aprenderás a meditar,
orar y contemplar. ¿Sobre qué puedes orar o hablar? Siempre busca escuchar
primero el silencio divino. Medita todo lo que aparezca. Luego, puedes iniciar un
diálogo con lo Divino, hablando con Él, de Él, de ti, de los demás: alegrías,
tristezas, éxitos, fracasos, ambiciones nobles, preocupaciones diarias, de tus
fortalezas y debilidades, adicciones, Amor y enojos, pide y da gracias. Pide y
recibirás. Busca y encontrarás. Conoce lo divino y conócete en lo divino.
Descubre en ti, el valor divino de lo humano.
Prueba seguir estos pasos sencillos:
• Inicia cuatro semanas. Concéntrate en buscar lo espiritual con nueva
atención. Sin dejar las actividades de la vida ordinaria, haciendo lo
cotidiano.
• Escoge una hora determinada al día y un lugar especial, para hacer
meditación. Lo ideal sería madrugar todos los días durante esas cuatro
semanas. Recuerda, un lugar tranquilo, una Iglesia, un rincón en tu cuarto o
en la cama antes de dormir. Este último no es recomendable al principio
pues, puedes quedarte dormido. Cuando tengas fortaleza espiritual podrás
lograrlo.
• Es muy importante que cada uno “encuentre el propio estado de oración”,
el propio modo de oración.
• Cada semana debes revisar qué ha pasado, hazte preguntas. Busca ser
consciente de tu crecimiento y experiencias. Escribe tus respuestas y
observaciones. Haz tus Metacogniciones espirituales.
• Somos como una hoja en blanco, y ahí vamos a ir escribiendo nuestra vida
espiritual, junto con nuestra vida ordinaria. En realidad no se separan.
Conforme crezcas espiritualmente, podrás constantemente entrar en
estados espirituales, aún mientras trabajas. Este es el estado ideal. En cada
momento sientes la presencia y alegría de Dios.
Los pasos que debes realizar durante tu ejercicio de espiritualidad son:
1. Sentado, coloca tus manos en tu regazo. (la parte del cuerpo que se sitúa entre
el nivel de la cintura y las rodillas). Cierra tus ojos. Haz silencio. Escucha en silencio
por diez minutos. No luches contra las ideas invasoras no espirituales. Ignóralas. No
importa que tu mente no piense en nada.
2. Luego, da gracias por todo lo bueno que te ha dado la vida en ese momento.
(tres a cinco veces). En voz alta o en tu voz interior. Da gracias por lo que deseas
importante en tu vida y deseas lograr. Pide y da gracias por
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IIID ¡Desarrolla personas que logran lo que se proponen! ®