Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Marion Zimmer Bradley <strong>Las</strong> <strong>Nieblas</strong> <strong>de</strong> <strong>Avalón</strong><br />
Libro IV El Prisionero en el Roble<br />
Parecía tan afligida que la reina le dijo con afecto:<br />
—Bueno, no se lo diré. No he dicho a nadie, ni siquiera a Arturo, que viniste <strong>de</strong> <strong>Avalón</strong>.<br />
—Me gusta tanto la música <strong>de</strong>l arpa... ¿No puedo charlar con él? —suplicó Nimue.<br />
Ginebra sonrió con indulgencia.<br />
—Tu padre también era buen músico. Yo preferiría que Merlín se limitara a su arpa y no pretendiera<br />
aconsejar a Arturo. —Luego agregó, estremecida—: ¡Para mí ese hombre es un monstruo!<br />
Nimue dijo, paciente:<br />
—Lamento veros tan contraria a él, prima. No es culpa suya no ser tan hermoso como mi padre ni tan fuerte<br />
como Gareth. <strong>Las</strong> Sagradas Escrituras nos dicen que Dios hace sufrir a sus elegidos. Tal vez Kevin pa<strong>de</strong>ce<br />
ese mal por algún pecado que cometió en otra vida.<br />
—El obispo Patricio dice que es una i<strong>de</strong>a pagana, eso <strong>de</strong> que nacemos una y otra vez. De lo contrario jamás<br />
podríamos ir al Cielo.<br />
Nimue sonrió.<br />
—Oh, no, prima, pues hasta las Santas Escrituras dicen que Cristo dijo: «Os digo que Elías ya ha venido a<br />
vosotros y no lo conocéis», y se refería a Juan, el Bautista. Y si el mismo Cristo creía que los hombres<br />
renacen, ¿cómo pue<strong>de</strong> ser un error que lo creamos?<br />
Ginebra se preguntó cómo podía saber Nimue tanto sobre la Biblia, si había vivido en <strong>Avalón</strong>. Luego<br />
recordó que también Morgana la conocía mejor que ella. La joven continuó:<br />
—Tal vez los sacerdotes no quieren que pensemos en otras vidas por temor a que no nos esforcemos en<br />
alcanzar la perfección en ésta.<br />
—Esa doctrina me parece peligrosa —objetó la reina—. Si la gente creyera que todos nos salvaremos<br />
finalmente en una u otra vida, ¿qué nos impediría cometer pecados en ésta?<br />
—No creo que el miedo impida jamás a la humanidad cometer pecados —dijo Nimue—. Sólo la sabiduría<br />
acumulada vida tras vida.<br />
—¡Oh, calla, niña! ¡Que nadie te oiga <strong>de</strong>cir esas herejías! —Después <strong>de</strong> un momento agregó—: Sin<br />
embargo, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> Pascua, me parece que en el amor <strong>de</strong> Dios hay una infinita misericordia; quizás a Él no<br />
le interesan tanto los pecados... ¿Crees que Cristo volverá, Nimue?<br />
«No —pensó la joven—; creo que los gran<strong>de</strong>s iluminados, como Cristo, sólo vienen una vez, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
muchas existencias, y pasan para siempre a la eternidad. Pero los divinos envían a otros gran<strong>de</strong>s maestros<br />
para que prediquen la verdad, aunque la humanidad los reciba siempre con la cruz, la hoguera y las piedras.»<br />
—Lo que yo crea no importa, prima; lo que importa es la verdad. Algunos sacerdotes hablan <strong>de</strong> un Dios <strong>de</strong><br />
amor y otros, <strong>de</strong> un Dios malo y vengativo. A veces pienso que ésos fueron enviados como castigo para la<br />
gente y no me parece <strong>de</strong>l todo irrazonable que los druidas sean los buenos.<br />
Ginebra se dijo que <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> haber algún error en ese razonamiento, pero no lo <strong>de</strong>scubrió.<br />
—Bueno, querida, pue<strong>de</strong> que tengas razón. Pero aun así me inquieta verte con Merlín. Aunque Morgana<br />
tenía buena opinión <strong>de</strong> él. Hasta se rumoreaba que eran amantes. A menudo me he preguntado cómo pudo<br />
<strong>de</strong>jarse tocar por él, siendo tan remilgada.<br />
92