Documento completo - InfoAndina
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Recopilado por escolares peruanos para las generaciones presentes y futuras<br />
años más desde donde estén, vivos o muertos, podrán comprobar que lo que me dice la coca<br />
es una gran verdad, ahora dejen de sorprenderse tanto y miren cómo en estos días finales las<br />
aguas de este lago todavía siguen despidiéndose con repetidos brillos y olas que palpitan como<br />
el corazón de las kantutas más hermosas. Miren cómo sobre este lago aún vuelan las aves, observen<br />
a las torcazas anidando entre los kapulíes y sankayos, distingan cómo entre el ichu se<br />
enreda el aroma de la muña, dense cuenta cómo es posible navegar sobre estas aguas cristalinas,<br />
vean ustedes mismos que todavía se pueden pescar karachis, ispis, suches, truchas y mauris,<br />
reconozcan esas cosas hermosas aún…<br />
Y mientras todos miraban con enorme interés las aguas del lago sagrado, la anciana empezó<br />
a alejarse del lugar sin que nadie la viera. Ninguno se dio cuenta que al llegar a las orillas<br />
del lago, Antuca empezó a entrar a las aguas sin ningún temor, siguiendo las huellas de un<br />
felino, y enseguida se perdió en sus profundidades como si tuviera un convenio con el coloso<br />
lago sagrado.<br />
Dicen que en estos tiempos, cuando canta el puku puku, se la puede ver que aparece sobre<br />
una isla del lago, sentada y picchando su coca; también dicen los balseros del Titicaca que a<br />
orillas del lago y sólo en los atardeceres de febrero, es increíble verla en las playas de Chatuma<br />
o Charcas leyendo su coca en pleno viento. Esta anciana también baila huaynos o sikuris<br />
alrededor de un k’olli con un maqta hermoso, a veces por Moho, a veces por K´asani, otras<br />
por Yunguyo, Chucuito, Capachica, Ilave, Pomata y a menudo por uno de los más misteriosos<br />
lugares llamado Juli (esa es otra leyenda que un día les contaré) y a veces por la misma ciudad<br />
de San Carlos.<br />
Juran que ese maqta es el lago que se despide fingiendo estar alegre; pero un día, en muchos<br />
años más, volverá en forma de lluvia torrencial y será nuevamente la misma inmensidad<br />
que regalará vida a todos los hombres.<br />
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