09.05.2013 Views

Prólogo ¿Una novela catalana de vampiros?. Éso puede resultar ...

Prólogo ¿Una novela catalana de vampiros?. Éso puede resultar ...

Prólogo ¿Una novela catalana de vampiros?. Éso puede resultar ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Capítulo 4<br />

Aquella noche Guifred Estruch cenó, como <strong>de</strong> costumbre, en compañía <strong>de</strong> su hija<br />

Núria. El anciano con<strong>de</strong> estaba alarmado por la <strong>de</strong>claración <strong>de</strong>l padre prior que le había<br />

<strong>de</strong>jado inquieto y receloso.<br />

- Tanto luchar para conseguir la libertad <strong>de</strong> este país y bellacos como Jordi Benach lo<br />

convierten en un nido <strong>de</strong> víboras. -comentaba con verda<strong>de</strong>ra amargura.<br />

- Padre, no me gusta veros sufrir <strong>de</strong> este modo. A vuestra edad os <strong>de</strong>beríais guardar<br />

<strong>de</strong> preocupaciones y excesos -respondía su hija.<br />

- Tenéis razón, querida hija.. por eso <strong>de</strong>bo pediros un favor... Deseo que os marchéis<br />

inmediatamente a Barcelona para que nuestro rey os case con el hijo <strong>de</strong>l con<strong>de</strong> Rius... no<br />

podéis permanecer más tiempo a mi lado porque no tenéis ninguna seguridad en este<br />

castillo... La traición ronda en cada esquina y nunca se sabe cuando os clavarán una daga en<br />

vuestro corazón.<br />

- Padre, ya os dije más <strong>de</strong> una vez que yo soy una Estruch y que jamás huiré ante el<br />

peligro... Cuando volvamos a la Corte me casaré con ese mocito porque os di mi palabra y mi<br />

palabra es sagrada....<br />

- Yo ya soy viejo, Núria, y ya no puedo hacerme cargo <strong>de</strong> vos.. Necesitáis un hombre<br />

joven que os dé la <strong>de</strong>bida protección y que os ame...<br />

- ¡Yo sólo amaré a un hombre como vos, padre!...<br />

- ¡Hija! -exclamó <strong>de</strong>sesperadamente Estruch. El anciano con<strong>de</strong> se estaba dando cuenta<br />

<strong>de</strong> que no podía luchar contra su hija Núria.... ¡Era tan obstinada como él!<br />

Tal como presentía Estruch la muerte rondaba en cada rincón <strong>de</strong>l castillo. En la cocina,<br />

el traidor Benach había sobornado al cocinero árabe Bennasar, un mallorquín que renegó <strong>de</strong>l<br />

profeta Mahoma para obtener prebendas en tierras cristianas.<br />

- Te doy estas monedas <strong>de</strong> oro si le dáis este vino al con<strong>de</strong>. Le hará dormir un largo<br />

sueño <strong>de</strong>l que nunca <strong>de</strong>spertará -proponía el bellaco a su compinche.<br />

- Su hija jamás bebe vino, no podremos <strong>de</strong>shacernos <strong>de</strong> ella por este medio.-respondía<br />

el siniestro cocinero.<br />

- ¡No es necesario!.. Tengo otros planes para Doña Núria- sentenciaba el intrigante<br />

capitán. Tras llamar a uno <strong>de</strong> los pajes or<strong>de</strong>nó que sirviera el mortal líquido al noble con<strong>de</strong>.<br />

Guifred Estruch saboreó aquel vino <strong>de</strong> los viñedos <strong>de</strong> Llers sin sospechar que estaba<br />

bebiendo la muerte. El asesino bién se había preocupado <strong>de</strong> que aquel veneno fuera lento,<br />

para que al morir nadie pudiera sospechar <strong>de</strong> la causa que había acabado con la vida <strong>de</strong><br />

quién obstaculizaba sus planes.<br />

Tal vez fue un presentimiento, pero aquella noche Estruch <strong>de</strong>spidió a su amada hija<br />

con los ojos enrojecidos. Doña Núria se quedó sorprendida porque, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> su<br />

esposa Doña Enriqueta, su padre jamás había <strong>de</strong>rramado lágrima alguna. Tal vez fue un<br />

presentimiento pero parecía que el anciano noble sospechaba que su final estaba ya cercano.<br />

Su final o, tal vez, su principio.<br />

Para Rosetta aquella fue la noche más triste <strong>de</strong> su corta existencia. Encerrada en una<br />

mazmorra como prevención <strong>de</strong> posibles intrigas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>spechado Benach, la hermosa<br />

montañesa, lloraba amargamente por la trágica muerte <strong>de</strong> sus seres más queridos.<br />

- ¿Por qué lloras, hermosa joven? - le preguntó dulcemente Almodis Raixid<br />

enjugándole sus lágrimas con un pañuelo <strong>de</strong> seda cordobesa.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!