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Prólogo ¿Una novela catalana de vampiros?. Éso puede resultar ...

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prolongadamente adorando a su diosa luna.<br />

A petición <strong>de</strong>l consejo <strong>de</strong> payeses <strong>de</strong> Llers, fue convocado en su plaza mayor una<br />

asamblea extraordinaria presidida por Doña Núria, con<strong>de</strong>sa <strong>de</strong> la villa, quién nunca <strong>de</strong>soía<br />

las reividicaciones <strong>de</strong> su pueblo:<br />

- Si hubiera nacido varón me <strong>de</strong>dicaría a la caballería andante socorriendo al débil y al<br />

menesteroso contra el arrogante y el injusto. Pero en mi condición <strong>de</strong> mujer en un mundo <strong>de</strong><br />

hombres, sólo puedo administrar justicia como buena castellana en la plaza <strong>de</strong> este pueblo, al<br />

que acu<strong>de</strong>n mis leales vasallos en busca <strong>de</strong> remedios para sus necesida<strong>de</strong>s.<br />

La payesía estaba alarmada por la presencia <strong>de</strong>l lobo gigante mero<strong>de</strong>ando por sus<br />

campos, así como la muerte <strong>de</strong> varios animales en unas circunstancias extrañas:<br />

- ¡No po<strong>de</strong>mos seguir así, señora con<strong>de</strong>sa! Si nuestro ganado perece nosotros también<br />

pereceremos <strong>de</strong> hambre ya que son nuestro sustento. Por eso os rogamos humil<strong>de</strong>mente que<br />

halléis remedio presto para nuestros males porque nuestra vida <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> ello.<br />

- ¡Tenéis razón, buen hombre! He dado or<strong>de</strong>n a mis mesna<strong>de</strong>ros para que <strong>de</strong>n muerte<br />

a ese gigantesco lobo que tanto os inquieta y espero que con vuestra colaboración ese mal<br />

<strong>de</strong>saparezca presto <strong>de</strong> nuestras tierras. Por lo que respecta a la muerte <strong>de</strong> vuestro ganado,<br />

prometo daros apoyo reemplazando las cabezas muertas por otras con cargo a mi propia<br />

pecunia, porque mientras yo sea vuestra con<strong>de</strong>sa jamás <strong>de</strong>jaré que os muráis <strong>de</strong> hambre. Sin<br />

embargo <strong>de</strong>seo vuestra cooperación para conocer las causas <strong>de</strong> estas muertes porque jamás se<br />

ha visto que ningún lobo se beba la sangre <strong>de</strong> sus víctimas. Es posible que sea causado el mal<br />

por una epi<strong>de</strong>mia <strong>de</strong>sconocida o que sea obra <strong>de</strong> un bellaco. Debéis <strong>de</strong>nunciar<br />

inmediatamente todo aquello que haya provocado vuestras sospechas. Así podré iniciar las<br />

oportunas investigaciones que lleven al esclarecimiento <strong>de</strong> estos extraños hechos.<br />

Tras un sepulcral silencio, una robusta campesina se levantó bruscamente <strong>de</strong> su<br />

asiento para exponer sus sospechas:<br />

- ¿Y que nos <strong>de</strong>cís <strong>de</strong> las brujas <strong>de</strong> Llers?<br />

- ¿Qué brujas? -preguntó la con<strong>de</strong>sa Estruch.<br />

- Hace varias noches, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> Assumpta la quesera y <strong>de</strong> su hija<br />

Marieta que dos extrañas damas rondan por nuestros campos. Nosotros creemos que son<br />

brujas y que ellas han causado las muertes <strong>de</strong> nuestro ganado.<br />

- ¿Dos brujas? ¿No podrían ser esas dos mujeres <strong>de</strong>saparecidas a la que has hecho<br />

referencia, buena mujer?<br />

- Yo conocía a Assumpta la quesera y a su hija, señora con<strong>de</strong>sa... Eran dos mujeres <strong>de</strong><br />

pueblo que jamás se metían con nadie....<br />

-¡ ... excepto con nuestros hombres! -irrumpió una fornida pastora provocando las<br />

carcajadas <strong>de</strong> todo el pueblo. Doña Núria llamó al or<strong>de</strong>n en la asamblea:<br />

- ¡Silencio todo el mundo!... ¡Estamos aquí para <strong>de</strong>batir asuntos serios <strong>de</strong> nuestra<br />

comunidad!.. Quiero saber los motivos por los cuales dices que esas damas no son las<br />

mujeres <strong>de</strong>saparecidas.<br />

- Señora con<strong>de</strong>sa, Assumpta y Marieta eran dos mujeres <strong>de</strong> campo con la piel curtida<br />

por el trabajo y el sol. No tienen nada que ver con esas dos refinadas damas que se aparecen<br />

por las noches..<br />

- ¿Dos refinadas damas? -preguntó extrañada, Doña Núria.<br />

-- Efectivamente, señora con<strong>de</strong>sa.. Esas damas no son <strong>de</strong> nuestro pueblo porque jamás<br />

las he visto anteriormente... Son altas y distinguidas, su cabello es muy largo y fino como la<br />

seda... su piel es suave como el terciopelo. Se nota <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lejos que son señoras <strong>de</strong> alta

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