09.05.2013 Views

Prólogo ¿Una novela catalana de vampiros?. Éso puede resultar ...

Prólogo ¿Una novela catalana de vampiros?. Éso puede resultar ...

Prólogo ¿Una novela catalana de vampiros?. Éso puede resultar ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

- Si conocéis <strong>de</strong> alguien que sepa luchar mejor que yo me haríais un gran favor en<br />

traérmelo para que lo <strong>de</strong>rrote <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> vuestros ojos...<br />

- No es necesario, capitán.. Yo misma estoy dispuesta a batirme con vos.<br />

- ¿Con vos? ¡Yo no me bato con mujeres!<br />

- Existe mucho <strong>de</strong>sprecio en vuestras palabras, pero voy a daros una gran lección que<br />

jamás olvidaréis, capitán.<br />

Doña Núria agarró fuertemente una espada <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra y se encaró con aquel villano<br />

engreído. El capitán seguía en su terca postura.<br />

- Me reafirmo en lo dicho. No me batiré con mujeres.<br />

- ¿Acaso tenéis miedo <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r y hacer el ridículo <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> vuestros soldados? ¿No<br />

queríais enseñarme a comportarme como una mujer? ¿No queríais darme una lección? Pues<br />

os estoy dando una oportunidad. ¿Queréis incentivos?, pues os los daré... Si me vencéis haré<br />

todo lo que me pidáis....<br />

- ¿Todo?..<br />

- Todo. Me someteré a vos como si fuera una esclava. Hasta me vendría a vuestro<br />

lecho para satisfaceros.... ¿No os tienta la oferta?<br />

- ¿Me conce<strong>de</strong>ríais vuestros favores si yo os venzo con la espada? ¿Es eso lo que me<br />

estáis diciendo?<br />

- Tenéis oídos, esto es lo que he dicho...<br />

La oferta era <strong>de</strong>masiado suculenta para el capitán, no podía <strong>de</strong>spreciarla.<br />

- Está bien, acepto.. Ya os podéis preparar para ser mia...<br />

- Primero me <strong>de</strong>béis vencer...<br />

Benach no lo pensó más. Sin más dilación atacó a Doña Núria que esquivó ágilmente el<br />

golpe. Volvió a atacar <strong>de</strong> nuevo, pero en vano. Así una y otra vez. Finalmente la con<strong>de</strong>sa<br />

atacó con la furia <strong>de</strong> una tigresa, sus golpes tenían fuerza, precisión y contun<strong>de</strong>ncia. Todos<br />

los soldados se quedaron sorprendidos al ver una mujer luchar con tanta bravura.<br />

Uno <strong>de</strong> los mandobles dio en el rostro <strong>de</strong> Benach, quién perdió el equilibrio cayendo<br />

sobre una charca <strong>de</strong> barro quedando más sucio que un marrano.<br />

La caída <strong>de</strong>l <strong>de</strong>spótico capitán a la charca <strong>de</strong> barro provocó la hilaridad <strong>de</strong> los<br />

soldados, quienes se rieron a gusto por ver humillado a quién les trataba con tanta dureza.<br />

Lleno <strong>de</strong> rabia, Benach volvió a levantarse para volver a atacar. Pero aquella bravía<br />

mujer paraba los golpes con certeza y los <strong>de</strong>volvía con mayor potencia. Otra vez, el vanidoso<br />

capitán, cayó sobre la charca <strong>de</strong> barro. Finalmente Doña Núria aplastó su pecho con la suela<br />

<strong>de</strong> su bota, apuntando su garganta con el filo <strong>de</strong> la espada.<br />

- Os he vencido capitán, no sois vos el hombre a<strong>de</strong>cuado para domarme...<br />

Allí quedó tendido, humillado ante sus soldados y lleno <strong>de</strong> rabia. Los soldados<br />

vitorearon a la señora con<strong>de</strong>sa:<br />

- ¡Viva la señora con<strong>de</strong>sa! ¡Nunca ha habido una mujer más gran<strong>de</strong> en la faz <strong>de</strong> la<br />

tierra!<br />

El canalla estaba furioso, se sentía impotente por aquel fracaso que le ponía en ridículo<br />

<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> todos los soldados <strong>de</strong>l castillo. Su prestigio militar había caido por los suelos<br />

siendo motivo <strong>de</strong> chanza por las gentes <strong>de</strong> los pueblos. Todos quienes le odiaban por su<br />

prepotencia y los resentidos por su sangrienta represión sintieron gran alegría por la<br />

humillación <strong>de</strong> aquel soberbio personaje y admiraron cada vez más a la señora con<strong>de</strong>sa <strong>de</strong><br />

quién <strong>de</strong>cían:<br />

Si hubiera nacido varón,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!