09.05.2013 Views

Prólogo ¿Una novela catalana de vampiros?. Éso puede resultar ...

Prólogo ¿Una novela catalana de vampiros?. Éso puede resultar ...

Prólogo ¿Una novela catalana de vampiros?. Éso puede resultar ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

que manaba <strong>de</strong> su herida. Doña Núria se abrazó fuertemente al cuerpo <strong>de</strong>snudo <strong>de</strong> su padre<br />

para pala<strong>de</strong>ar el rojo manantial que fluía <strong>de</strong> sus venas....<br />

Mientras su hija le iba absorbiendo su esencia, el vampiro gemía <strong>de</strong> placer.<br />

- A partir <strong>de</strong> ahora, mi pequeña Núria, serás mía para siempre.....<br />

Benach pasaba aquella noche en vela ya que no podía dormir por las cábalas que se<br />

hacía en lo más oculto <strong>de</strong> su atormentada mente. Recapacitaba continuamente sobre la nueva<br />

situación creada por la enfermedad <strong>de</strong> Doña Núria. Si la con<strong>de</strong>sa se muriera por lo que él<br />

creía una enfermedad, el castillo podría pasar a sus manos y entonces tendría la libertad <strong>de</strong><br />

imponer su ley a su antojo. Refocilándose en sus mezquinos pensamientos no paraba <strong>de</strong><br />

pasearse por los intrincados pasadizos en busca <strong>de</strong>l misterioso intruso que, según los<br />

lugareños, rondaba en sus entrañas.<br />

Doña Núria <strong>de</strong>spertó súbitamente en su lecho. Habían pasado ya algunas horas y su<br />

<strong>de</strong>moníaco galán ya la había abandonado, reptando por las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l castillo hasta alejarse<br />

<strong>de</strong> su aposento. Se sentía sola, pero también distinta. Levantándose <strong>de</strong> un salto, con inusitada<br />

agilidad, corrió hacia el espejo y, al tratar <strong>de</strong> mirarse, se dio cuenta <strong>de</strong> que su imagen no se<br />

reflejaba en él. Se había convertido en una vampira.<br />

Vistiéndose con gran rapi<strong>de</strong>z salió velozmente <strong>de</strong> su habitación ante la sorpresa <strong>de</strong> sus<br />

centinelas, quienes creyéndola moribunda, se asombraron al verla con tanta vitalidad.<br />

- ¡Pero, señora!... En vuestro estado no podéis salir <strong>de</strong> vuestros aposentos, el físico así<br />

lo ha or<strong>de</strong>nado -replicaron al verla, pero la con<strong>de</strong>sa se mostraba arrogante y violenta,<br />

sorprendiendo a sus mesna<strong>de</strong>ros que nunca la habían visto con aquel extraño<br />

comportamiento.<br />

- ¡Este es mi castillo y yo soy vuestra con<strong>de</strong>sa!<br />

- Pero señora, no os puedo <strong>de</strong>jar marchar... -insistían- Vuestra salud no está bien...<br />

Podéis empeorar y morir....<br />

- ¿Cómo que no está bien? -agarrando a uno <strong>de</strong> los centinelas le levantó por los aires<br />

con una fuerza <strong>de</strong>scomunal lanzándolo a gran distancia. Sus compañeros se quedaron<br />

sorprendidos ante aquella inhumana <strong>de</strong>mostración, impropia <strong>de</strong> una mujer y comenzaron a<br />

gritar <strong>de</strong>sgarradamente:<br />

- ¡La con<strong>de</strong>sa se ha vuelto loca!... ¡Eso es cosa <strong>de</strong>l Maligno!....<br />

- ¡Largaros <strong>de</strong> aquí pobres infelices si no queréis que os mate a todos!.....<br />

Parecía que Doña Núria se había convertido en otra persona y se enfrentó<br />

violentamente a sus hombres quienes huyeron <strong>de</strong>spavoridos ante la ignota potencia <strong>de</strong> sus<br />

brazos.<br />

La con<strong>de</strong>sa Estruch se caminaba arrogante por todo el castillo ante el temor <strong>de</strong> todos<br />

sus habitantes. El más sorprendido fue el propio capitán Benach:<br />

- ¿Qué hacéis, señor con<strong>de</strong>sa? El físico ha prohibido que os mováis <strong>de</strong> vuestro lecho ya<br />

que estáis débil y no podéis moveros.<br />

- Infeliz capitán... Ya habéis visto que sí puedo moverme y que mi fuerza supera a la<br />

<strong>de</strong> todos vuestros hombres.... Siempre habéis <strong>de</strong>seado poseerme y compartir mi lecho pero<br />

nunca lo conseguiréis, porque vuestra insignificancia sólo me produce lástima y tristeza... -<br />

<strong>de</strong>cía la con<strong>de</strong>sa con un tono propio <strong>de</strong> la peor cortesana barcelonesa.<br />

- Pero señora con<strong>de</strong>sa ¡teneos! -replicó el capitán irritado. Pero ella le contestó con<br />

sorna:

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!