por la memoria, a 25 años del golpe - Tango Cabaret Group
por la memoria, a 25 años del golpe - Tango Cabaret Group
por la memoria, a 25 años del golpe - Tango Cabaret Group
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
“[...] Muchos amigos han desaparecido y su destino nos hace temb<strong>la</strong>r: No hay<br />
noche en que los coches militares verdes o gris no recorran <strong>la</strong> ciudad; los alemanes<br />
l<strong>la</strong>man a todas <strong>la</strong>s puertas para dar caza a los judíos. Si los encuentran, embarcan<br />
inmediatamente a toda <strong>la</strong> familia, si no l<strong>la</strong>man a <strong>la</strong> puerta siguiente .Los que no se<br />
ocultan no escapan a sus suerte. Los alemanes se dedican a veces, a eso<br />
sistemáticamente con <strong>la</strong> lista en <strong>la</strong> mano, <strong>golpe</strong>ando <strong>la</strong> puerta tras <strong>la</strong> cual se aguarda<br />
un rico botín [...] <strong>por</strong> <strong>la</strong> noche, veo a menudo desfi<strong>la</strong>r a esas caravanas de inocentes,<br />
con sus hijos llorando, arrastrándose bajo el comando de algunos brutos que los azotan<br />
y los torturan hasta hacerlos caer. No respetan a nadie, ni a los viejos ni a <strong>la</strong>s criaturas,<br />
ni a <strong>la</strong>s mujeres encintas ni a los enfermos. Todos son buenos para el viaje hacia <strong>la</strong><br />
muerte.”<br />
Fragmento El diario de Ana Frank, escrito mientras se ocultaba<br />
con su familia de <strong>la</strong> persecución nazi.<br />
En marzo de l945 murió en un campo de concentración.<br />
“Cuando nos <strong>golpe</strong>aban nos decìan: ‘Somos <strong>la</strong> GESTAPO’.<br />
(Reyes, Jorge. Leg. N° <strong>25</strong>63 CCD, Regimiento 1ro Patricios)<br />
“Si <strong>la</strong> vida en el campo era pesadil<strong>la</strong> para cualquier detenido, <strong>la</strong> situación se<br />
agravaba para los judíos, que eran objeto de palizas permanentes y otras agresiones a<br />
tal punto que muchos preferían ocultar su origen...”<br />
(Elena Alfaro. Leg. Nro3038 CCD, “El Vesubio”)<br />
“Los represores se reían y le pintaban en <strong>la</strong>s espaldas cruces svásticas con aerosol...”<br />
Pedro M Vanrell ( leg. No 1132)<br />
“[...] Cuando regresé a mi domicilio; fui detenida en <strong>la</strong> puerta <strong>por</strong> esas personas,<br />
que tenían a mi madre como rehén ‘<strong>por</strong> si yo no llegaba’.Me vendaron los ojos y me<br />
maniataron. Fui tras<strong>la</strong>dada a un lugar que no puedo precisar, me sometieron a todo<br />
tipo de tormentos físicos y morales [...] me liberaron a <strong>la</strong>s cuatro horas [...] Cuando me<br />
detienen a mí y tenían a mi madre como rehén, vi como cargaban en camiones todos<br />
nuestros enceres y pertenencias [...]”<br />
Testimonio de <strong>la</strong> esposa de Jorge Eduardo Alday.<br />
Otros fragmentos de Testimonios comparables se encuentran a lo <strong>la</strong>rgo <strong>del</strong> trabajo.<br />
6) Nunca más<br />
Prólogo de Ernesto Sábato<br />
“Durante <strong>la</strong> década <strong>del</strong> 70 <strong>la</strong> Argentina fue convulsionada <strong>por</strong> un terror que<br />
provenía tanto desde <strong>la</strong> extrema derecha como de <strong>la</strong> extrema izquierda, fenómeno que<br />
ha ocurrido en muchos otros países. Así aconteció en Italia, que durante <strong>la</strong>rgos <strong>años</strong><br />
debió sufrir <strong>la</strong> despiadada acción de <strong>la</strong>s formaciones fascistas, de <strong>la</strong>s Brigadas Rojas y<br />
de grupos simi<strong>la</strong>res. Pero esa nación no abandonó en ningún momento los principios<br />
<strong>del</strong> derecho para combatirlo, y lo hizo con absoluta eficacia, mediante los tribunales<br />
ordinarios, ofreciendo a los acusados todas <strong>la</strong>s garantías de <strong>la</strong> defensa en juicio; y en<br />
ocasión <strong>del</strong> secuestro de Aldo Moro, cuando un miembro de los servicios de seguridad<br />
le propuso al General Del<strong>la</strong> Chiesa torturar a un detenido que parecía saber mucho, le<br />
respondió con pa<strong>la</strong>bras memorables: ‘Italia puede permitirse perder a Aldo Moro. No,<br />
en cambio imp<strong>la</strong>ntar <strong>la</strong> tortura’