YANN TIERSEN. - AUX Magazine

Entrevista respondida por teléfono el 26 de agosto desde su lugar de vacaciones en el sur de Francia
GRINDERMAN.
TRITURA DE NUEVO.
La historia de Grinderman es la historia de cuatro hombres que disfrutan triturando
estereotipos y, sobre todo, haciendo buena música. El hombre del molinillo ha
vuelto, y esta vez nos llevará con su sonido a un lugar totalmente diferente.
Siendo todos vosotros colaboradores habituales
en los Bad Seeds de Nick Cave, ¿qué
idea os motivó a crear Grinderman en un primer
momento? Teníamos una clara motivación:
queríamos trabajar al margen del modo en el que
estábamos trabajando hasta entonces con los
Bad Seeds, pensar de un modo diferente, darnos
la posibilidad de reinventar lo que estábamos
haciendo. Estuve trabajando con Nick Cave en
la banda sonora de ‘The Road’ y eso ya fue algo
diferente. Pero en el caso de las bandas sonoras
es la película la que guía tu trabajo y no puedes
ser del todo libre para encauzar tu creatividad.
Creo que necesitábamos ir un poco más allá.
Entonces fue cuando empezamos a hablar
sobre lo que es más importante en una banda:
la música que haces y si esa música te gusta
o no. A menudo nos encontrábamos con un
tema que, por mucho que nos gustara, no
creíamos apropiado para nosotros, y lo cierto
es que teníamos muchísimas ganas de montar
un grupo en el que todo fuera apropiado. El
único modo de conseguir eso y de borrar toda
la carga psicológica que supone el estar en un
grupo de la importancia de los Bad Seeds era
crear Grinderman.
Cuando hicimos nuestro primer disco no nos
preocupamos por cómo debería sonar. Y ahora,
con el segundo, no nos hemos sentido como
si estuviéramos grabando nuestro vigésimo
álbum, sino que sólo el segundo. Es interesante
cómo te cambia este hecho la forma de ver las
cosas.
La improvisación ha sido muy importante
a la hora de componer las canciones de
‘Grinderman 2’. Supongo que habrá sido de
gran ayuda el conoceros desde hace tanto
tiempo, ¿verdad? Fue un reto muy excitante
para todos nosotros; las posibilidades eran
infinitas. Llevábamos muchos años tocando
juntos, improvisando en las pruebas de sonido…
conociéndonos al fin y al cabo, y eso hizo que
el hecho de cambiar nuestra forma de trabajo
al crear Grinderman fuera algo natural para
nosotros, un paso adelante en nuestra carrera.
Todo el material ha nacido en largas sesiones
de improvisación conjunta. Para mí resultaba
fascinante juntarme con toda esa gente tan in-
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teresante, gente con la que trabajar me suponía
un verdadero reto intelectual, y luego escuchar
el resultado de esas sesiones. Era genial. Trabajábamos
durante horas y, de repente, surgía
algo que nos parecía maravilloso, algo que
creíamos que podría llegar a convertirse en una
canción. Nunca sabías cuándo podría surgir.
Realmente sería muy interesante escuchar esas
grabaciones ahora. Sobre todo, escuchar todos
los intentos frustrados y ver cómo nace algo
especial de entre todos ellos.
¿Y respecto a las letras? ¿Trabajasteis del
mismo modo? Mientras nosotros improvisábamos
la música, Nick iba improvisando también
las letras y las melodías de las canciones. Es
impresionante cómo Nick puede cambiar el
sentido de una canción. Puede crear sensaciones
muy diferentes a partir de un mismo fondo
musical, emplea toda su sensibilidad para llegar
a registros muy creativos.
A pesar de que la primera canción, ‘Mickey
Mouse And The Goodbye Man’, enlaza
directamente con el sonido de vuestro
primer disco, este ‘Grinderman 2’ es mucho
más abierto que aquel ‘Grinderman 1’. Con
nuestro primer disco quisimos sobre todo diferenciarnos
de lo que estábamos haciendo con
los Bad Seed. Por eso decidimos darle ese toque
fuzzy tan marcado. Ahora, a la hora de pensar
en nuestro segundo disco, teníamos claro que
queríamos hacer algo diferente, no queríamos
volver a grabar nuestro primer disco. El resultado
es mucho más variado que el primero, eso es
cierto. Tiene algunas canciones más ambientales,
pero creo que de algún modo es mucho más
salvaje que ‘Grinderman 1’.
Además de todo el blues disfuncional que
siempre exuda Grinderman, hay un importante
toque stoner en este disco. Es cierto
que ese toque está ahí, aunque no lo estuvimos
buscando. Es más bien un resultado de nuestra
forma de entender la música: nos gusta dar
vueltas a las estructuras que nos parecen
especialmente interesantes hasta sacarles todo
el jugo. Antes de empezar a ensayar estuvimos
hablando sobre la dirección que queríamos que
tuviera el segundo disco, pero no llegamos a
ninguna conclusión. Planear demasiado las co-
‘Grinderman 2’, de Grinderman,
está editado por Mute. El grupo
está compuesto por Nick Cave,
Warren Ellis, Martyn Casey y Jim
Sclavunos.
Nacido en Ballarat, Victoria
(Australia), Warren Ellis se
trasladó a Melbourne para
diplomarse en magisterio, especializándose
en inglés y música.
Fue intérprete de música clásica
y profesor de secundaria antes
de descubrir que eso no era lo
suyo y empezar a tocar la guitarra
en bandas de Melbourne. En
1992 montó el grupo Dirty Three
con Jim White y Mick Turner, y
tres años después recibió una
invitación para colaborar en
un disco de Nick Cave and the
Bad Seeds, grupo del que forma
parte desde entonces. Ha escrito
varias bandas sonoras junto a
Nick Cave para películas como
‘El asesinato de Jesse Jame por
el cobarde Robert Ford’ (2007)
o ‘The Road’ (2009). En 2006
formó Grinderman con Nick
Cave, Martyn P. Casey y Jim
Sclavunos.