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El campesino y el cambio cultural 43<br />
inversa. Así se afectaron las relaciones de respeto que habían existido<br />
entre los jóvenes y los mayores.<br />
Existían, además, muchas relaciones intertribales de intercambio para<br />
conseguir la piedra especial de la que se hacían las hachas, material que no<br />
había en el territorio del grupo que las usaba. Esas relaciones se<br />
interrumpieron por la introducción de las hachas de acero. La idea<br />
fundamental es que es imposible predecir todos los cambios, positivos y<br />
negativos, que pueden resultar de un “simple” cambio introducido por<br />
foráneos. Pero toda cultura cambia, y tampoco es justo aislar a una<br />
sociedad nativa del resto del mundo contra su voluntad. El desafío es<br />
evitar el cambio forzado, injusto, perjudicial o demasiado rápido que no da<br />
al grupo nativo el tiempo adecuado para escoger los cambios con sabiduría<br />
y adaptarse a la nueva realidad que van a producir.<br />
2. El valor de una actitud tolerante<br />
frente a las prácticas culturales<br />
indígenas<br />
¿Qué hubiera hecho usted si hubiera encontrado a un hombre con un<br />
látigo hecho de un cuero grueso de tapir golpeando a su esposa? Eso les<br />
pasó a dos trabajadoras de campo cuando fueron a vivir entre los culinas<br />
de la Amazonia peruana. Se dieron cuenta de que todas las comunidades<br />
culinas usaban el látigo de diversas maneras y les pareció una costumbre<br />
muy cruel. Una de ellas dijo que después de ver las terribles heridas<br />
hechas por los látigos, no pudo dormir para varias noches y lloró mucho.<br />
Le informaron que en el pasado algunos culinas habían muerto a causa de<br />
las heridas. Pero, después de vivir durante varios años entre los culinas y<br />
de aprender su idioma, entendieron mejor las tres funciones principales del<br />
látigo: como deporte para enseñar coraje y fortaleza a hombres y mujeres<br />
(cualidades importantes para sobrevivir en su ambiente), como juicio entre<br />
acusado y acusador, y como instrumento de castigo para miembros de la<br />
familia que habían cometido faltas graves. En todos los casos, había<br />
controles para evitar el abuso en el uso del látigo. Por ejemplo, si un<br />
hombre castiga a su esposa (o viceversa) sin justificación, los miembros de<br />
la familia de la persona castigada tenían derecho de castigarlo de la misma<br />
manera. Una persona que acusaba a otra tenía que considerar la posibilidad<br />
de batirse a duelo con ella, utilizando el látigo, posibilidad que eliminaba<br />
muchos chismes y acusaciones falsas. Después de ver las funciones<br />
positivas y necesarias que el látigo tenía en una sociedad sin jueces ni