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OM-50-I El Maestro OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV Nos enseña de ...

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Algunos dirán: «Pero todas esas escuelas bien equipadas son muy útiles,<br />

nuestros hijos llegarán a ser técnicos, ingenieros...» Sí, <strong>de</strong> acuerdo, llegarán a<br />

ser todo lo que vosotros queráis, pero, ¿acaso la felicidad <strong>de</strong> la humanidad<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> absolutamente <strong>de</strong>l progreso técnico, <strong>de</strong> la comodidad, <strong>de</strong> la<br />

velocidad? No me opongo al progreso, pero hay que saber distinguir lo<br />

esencial <strong>de</strong> lo secundario. Actualmente, los hombres sólo se interesan por el<br />

progreso material, como si no existieran otras muchas cosas en las que<br />

también hay que progresar. Estoy completamente <strong>de</strong> acuerdo con el progreso,<br />

pero, ¿qué clase <strong>de</strong> progreso? A pesar <strong>de</strong> todas las mejoras técnicas que se han<br />

realizado, la vida no ha mejorado: la gente no es más feliz, no está más<br />

tranquila, ni más iluminada... Ni siquiera goza <strong>de</strong> mejor salud.<br />

En el <strong>de</strong>seo, loable, naturalmente, <strong>de</strong> mejorar el lado exterior, se ha<br />

olvidado el lado interior, el carácter. Los instructores, los profesores e incluso<br />

los padres, han pensado que era suficiente dar a los niños mejores libros, un<br />

material más perfeccionado, pero <strong>de</strong>sgraciadamente eso, no ha producido los<br />

resultados esperados. Muchos se han dado cuenta al ver que a pesar <strong>de</strong> todas<br />

esas mejoras y a pesar <strong>de</strong> las reprimendas y <strong>de</strong> los castigos, los niños no<br />

mejoran, sino al contrario. ¿Por qué? Porque no tienen ante sí ejemplos vivos.<br />

Para obtener buenos resultados es necesario que los instructores, los<br />

educadores sean ejemplares. Y como los primeros educadores son los padres,<br />

si los padres fallan, si dan consejos y hacen lo contrario <strong>de</strong> lo que dicen, los<br />

niños se dan cuenta <strong>de</strong> que algo no funciona. Y entonces, no solamente los<br />

padres pier<strong>de</strong>n su autoridad, sino que los niños comienzan a seguir su<br />

ejemplo: se dan cuenta <strong>de</strong> que hay dos verda<strong>de</strong>s, una para los <strong>de</strong>más y otra<br />

para sí mismos, y que se pue<strong>de</strong> hacer lo que se quiera con tal <strong>de</strong> salvar el tipo.<br />

Así pues, todos se ejercitan para llegar a ser capaces <strong>de</strong> engañar, porque ese es<br />

el ejemplo que se les da.<br />

Actualmente, la mayoría <strong>de</strong> los pedagogos son intelectuales que no tienen<br />

verda<strong>de</strong>ra vocación para su trabajo: han leído libros que les han dado algunos<br />

conocimientos superficiales, pero interiormente no tienen nada <strong>de</strong> pedagogos.<br />

<strong>El</strong> que lo es <strong>de</strong> verdad nace pedagogo, y con su sola presencia, con su mirada,<br />

con sus emanaciones educa a los niños. En la historia, ha habido hombres y<br />

mujeres que han nacido con ese amor, con esa cualidad moral que influye en<br />

los niños. Porque los niños son sensibles, son como los animales que sienten<br />

<strong>de</strong> lejos si eres su amo o no. Mirad el caballo: si el que lo monta es un<br />

cobar<strong>de</strong>, el caballo lo percibe, y le <strong>de</strong>rriba... En caso contrario, se somete. Y<br />

los niños también tienen esta intuición natural.<br />

Cada vez se ven más profesores e instructores que cuestionan sus propios<br />

métodos pedagógicos; con el tiempo compren<strong>de</strong>rán que para educar a los<br />

jóvenes es necesario ser impecable, y si no es así, no se pue<strong>de</strong> ejercer una<br />

influencia positiva sobre ellos. ¿Y por qué es así? Los niños, ya os lo he dicho,<br />

tienen el olfato <strong>de</strong> los animales, y su juicio es, en general, infalible. No temo<br />

la sentencia <strong>de</strong> los adultos, pero tengo miedo <strong>de</strong> la <strong>de</strong> un niño, porque es una<br />

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