11.05.2013 Views

OM-50-I El Maestro OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV Nos enseña de ...

OM-50-I El Maestro OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV Nos enseña de ...

OM-50-I El Maestro OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV Nos enseña de ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Así pues, si hasta ahora habéis dado un mal ejemplo a vuestras células, es<br />

necesario a partir <strong>de</strong> este momento mostrarles una mejor actitud, una manera<br />

más correcta <strong>de</strong> comportarse. Porque las células, que os observan,<br />

consi<strong>de</strong>rarán estos cambios y también os imitarán en eso. Al principio os dará<br />

la impresión <strong>de</strong> que vuestro nuevo comportamiento es poco espontáneo, pero<br />

poco a poco os parecerá más natural, y os sentiréis continuamente sostenidos,<br />

empujados en la misma dirección.<br />

Si un hombre previamente ha trabajado sobre sí mismo, sobre sus propios<br />

hijos, se siente po<strong>de</strong>roso, vibrante, completo, y cuando <strong>de</strong>ba educar a otros<br />

hombres, mujeres o niños, todos verán que se trata <strong>de</strong> un verda<strong>de</strong>ro pedagogo.<br />

No hay vacíos ni huecos en él, sino que, por el contrario, existe una integridad,<br />

una unidad, aunque no se perciba inmediatamente. Sí, porque <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> él<br />

todos sus habitantes le sostienen y le dan fuerzas. Por eso su presencia es<br />

mágica; diga lo que diga, obtiene resultados positivos, porque todo su ser está<br />

acostumbrado a trabajar en esa dirección, no está dividido, hay un equilibrio<br />

entre su parte externa y su parte interna.<br />

Hay que llegar a esta integridad, a esta unidad: ser interiormente tal como<br />

nos mostramos exteriormente. En ese momento, llegamos a ser muy fuertes<br />

como pedagogos, como educadores.<br />

Este es el verda<strong>de</strong>ro po<strong>de</strong>r, el po<strong>de</strong>r mágico, porque todas las células <strong>de</strong>l<br />

hombre emanan algo verda<strong>de</strong>ro. Si no es así, sólo la parte que habla emite<br />

rayos <strong>de</strong> verdad, pero todo el resto grita: «¡No, no, no, es falso!»<br />

En la verdad, en la unidad se encuentra la verda<strong>de</strong>ra magia. La magia<br />

sobreentien<strong>de</strong> siempre una unificación <strong>de</strong> todas las fuerzas, <strong>de</strong> todas las<br />

energías; en la dispersión, en la separación, no hay ninguna magia. Pero<br />

cuando hablo <strong>de</strong> magia, hay que compren<strong>de</strong>rme: yo no me ocupo <strong>de</strong> magia, no<br />

leo libros <strong>de</strong> magia ni <strong>de</strong> brujería. Hace mucho tiempo que hojeé algunos para<br />

tener una i<strong>de</strong>a, pero no tengo tiempo que per<strong>de</strong>r en esas lecturas. Para mí todo<br />

el universo, toda la vida es magia: el verda<strong>de</strong>ro libro mágico está expuesto ahí,<br />

<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> todos, pero no sabemos leerlo.<br />

En realidad, existen tres categorías <strong>de</strong> educadores: los que exigen <strong>de</strong> sus<br />

hijos o <strong>de</strong> sus alumnos el respeto a ciertas reglas que, por otra parte, ellos<br />

mismos no respetan ni externamente; aquellos que dan verda<strong>de</strong>ro ejemplo<br />

<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más por amor propio, por vanidad, por conservar su prestigio,<br />

pero que en secreto se permiten muchas transgresiones: y por fin, la tercera<br />

categoría: los Iniciados, los verda<strong>de</strong>ros pedagogos, los que no están divididos,<br />

y lo que dicen, lo que <strong>de</strong>sean, está <strong>de</strong> acuerdo con ellos mismos, con su cuerpo<br />

y su quintaesencia. Hay que llegar hasta ahí.<br />

Por eso os diré que para mí, el pedagogo más gran<strong>de</strong> es el sol. Sí, y él es mi<br />

<strong>Maestro</strong>. Me ha dicho: «Créeme, todos esos supuestos pedagogos no conocen<br />

nada <strong>de</strong> la verda<strong>de</strong>ra pedagogía. No saben que para calentar a los <strong>de</strong>más hay<br />

48

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!