Camilo José Cela - La familia de Pascual Duarte - Letra Hispanica
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Otra nota <strong>de</strong>l transcriptor<br />
Hasta aquí las cuartillas manuscritas <strong>de</strong> <strong>Pascual</strong> <strong>Duarte</strong>. Si lo agarrotaron a<br />
renglón seguido, o si todavía tuvo tiempo <strong>de</strong> escribir más hazañas, y éstas se<br />
perdieron, es una cosa que por más que hice no he podido esclarecer.<br />
El licenciado don Benigno Bonilla, dueño <strong>de</strong> la farmacia <strong>de</strong> Almendralejo, don<strong>de</strong>,<br />
como ya dije, encontré lo que atrás <strong>de</strong>jo transcrito, me dio toda suerte <strong>de</strong> facilida<strong>de</strong>s<br />
para seguir rebuscando. A la botica le di la vuelta como un calcetín; miré hasta en<br />
los botes <strong>de</strong> porcelana, <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> los frascos, encima y <strong>de</strong>bajo- <strong>de</strong> los armarios, en<br />
el cajón <strong>de</strong>l bicarbonato... Aprendí nombres hermosos -ungüento <strong>de</strong>l hijo <strong>de</strong> Zacarías,<br />
<strong>de</strong>l boyero y <strong>de</strong>l cochero, <strong>de</strong> pez y resina, <strong>de</strong> pan <strong>de</strong> puerco, <strong>de</strong> bayas <strong>de</strong> laurel, <strong>de</strong> la<br />
caridad, contra el pe<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>l ganado lanar-, tosí con la mostaza, me dieron arcadas<br />
con la valeriana, me lloraron los ojos con el amoníaco pero por más vueltas que di, y<br />
por más padrenuestros que le recé a san Antonio para que me pusiera algo a los<br />
alcances <strong>de</strong> mi mano, ese algo no <strong>de</strong>bía existir porque jamás lo atopé.<br />
Es una contrariedad no pequeña esta falta absoluta <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> los últimos años<br />
<strong>de</strong> <strong>Pascual</strong> <strong>Duarte</strong>. Por un cálculo, no muy difcil, lo que parece evi<strong>de</strong>nte es que<br />
volviera <strong>de</strong> nuevo al penal <strong>de</strong> Chinchilla (<strong>de</strong> sus mismas palabras se infiere) don<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>bió estar hasta el año 35 o quién sabe si hasta el 36 Des<strong>de</strong> luego, parece<br />
<strong>de</strong>scartado que salió <strong>de</strong> presidio antes <strong>de</strong> empezar la guerra. Sobre lo que no hay<br />
manera humana <strong>de</strong> averiguar nada es sobre su actuación durante los quince días<br />
<strong>de</strong> revolución que pasaron sobre su pueblo; si hacemos excepción <strong>de</strong>l asesinato <strong>de</strong>l<br />
señor González <strong>de</strong> la Riva -<strong>de</strong>l que nuestro personaje fue autor convicto y confesonada<br />
más, absolutamente nada más, hemos podido saber <strong>de</strong> é¿ y aun <strong>de</strong> su crimen<br />
sabemos, cierto es, lo irreparable y evi<strong>de</strong>nte, pero ignoramos, porque <strong>Pascual</strong> se<br />
cerró a la banda y no dijo esta boca es mía más que cuando le dio la gana, que fue<br />
muy pocas veces, los motivos que tuvo y los impulsos que le acometieron. Quizás <strong>de</strong><br />
haberse diferido algún tiempo su ejecución, hubiera llegado él en sus memorias<br />
hasta el punto y lo hubiera tratado con amplitud, pero lo cierto es que, como no<br />
ocurrió, la laguna que al final <strong>de</strong> sus días aparece no <strong>de</strong> otra forma que a base <strong>de</strong><br />
cuento y <strong>de</strong> romance podría llenarse, solución que repugna a la veracidad <strong>de</strong> este<br />
libro.<br />
<strong>La</strong> carta <strong>de</strong> <strong>Pascual</strong> <strong>Duarte</strong> a don Joaquín Barrera <strong>de</strong>bió escribirla al tiempo<br />
<strong>de</strong> los capítulos XII y XIII, los dos únicos en los que empleó tinta morada, idéntica a<br />
la <strong>de</strong> la carta al citado señor, lo que viene a <strong>de</strong>mostrar que <strong>Pascual</strong> no suspendió<br />
<strong>de</strong>finitivamente, como <strong>de</strong>cía, su relato, sino que preparó la carta con todo cálculo<br />
para que surtiese su efecto a su tiempo <strong>de</strong>bido, precaución que nos presenta a<br />
nuestro personaje no tan olvidadizo ni atontado como a primera vista pareciera. Lo<br />
que está <strong>de</strong>l todo claro, porque nos lo dice el cabo <strong>de</strong> la guardia civil Cesáreo Martín,<br />
que fue quien recibió el encargo, es la forma en que se dio traslado al fajo <strong>de</strong><br />
cuartillas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cárcel <strong>de</strong> Badajoz hasta la casa en Mérida <strong>de</strong>l señor Barrera.