You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Cuentos</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>que</strong> <strong>nos</strong> Contaron<br />
74<br />
“Me levante<br />
<strong>de</strong> un<br />
salto… y<br />
las ratas<br />
me miraron<br />
con sus<br />
espantosos<br />
ojos rojos”<br />
---- Me levanté <strong>de</strong> un salto… y las ratas, soberanas ratas, me clavaron<br />
en todo el cuerpo u<strong>nos</strong> espantosos ojos rojos y dos <strong>de</strong> esos<br />
bichos me sacaron u<strong>nos</strong> dientes filudísimos… <strong>que</strong>dé paralizada… me<br />
tapé la cara con la almohada… no se cuánto tiempo pasó pero <strong>de</strong><br />
pronto las sentí <strong>que</strong> se encaramaban por el toldillo… Entonces con<br />
la almohada traté <strong>de</strong> espantarlas pero se me enfrentaron… otra vez<br />
mostrándome <strong>los</strong> dientes con un iíííííí horrible… Me escurrí entre la<br />
sabana, me dije mejor no peleo con ellas y escondí la almohada.<br />
No fueron las ratas sus únicos “enemigos”. También <strong>los</strong> nubarrones<br />
<strong>de</strong> zancudos y mosquitos <strong>que</strong> nunca <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong> “vapulearme” y<br />
“me tocó boliar toalla todo el tiempo”. Por último optó por conciliarse<br />
con las plagas. Con lo <strong>que</strong> sí no pudo llegar a un acuerdo fue<br />
con bañarse en un solar <strong>de</strong>stapado, a la vista <strong>de</strong> todo el <strong>que</strong> pasaba<br />
por allí. Pero, recursiva <strong>que</strong> es, “hice un pacto <strong>de</strong> sangre con el baño:<br />
a las 4:30 <strong>de</strong> la mañana me bañaba, para <strong>que</strong> nadie me viera”. Algo<br />
<strong>que</strong> si la <strong>de</strong>rrumbó fue una virosis. Ocho días estuvo con fiebre y<br />
dolores en <strong>los</strong> huesos --“Me dolía hasta la mano <strong>de</strong>l vecino”---. No<br />
obstante, nada <strong>de</strong> esto la <strong>de</strong>salentó y con malestares y picaduras<br />
recorrió Baté <strong>de</strong> punta a punta: 118 viviendas <strong>de</strong> tablas, una <strong>de</strong> ladrillo,<br />
141 hogares, un colegio, una escuela, un centro <strong>de</strong> salud, un<br />
restaurante comunitario, una iglesia, la alcaldía y dos baila<strong>de</strong>ros.<br />
---- Por<strong>que</strong> qué gente para bailar lo más <strong>de</strong> bueno: chirimías,<br />
bun<strong>de</strong>, regaetón. Con armonía, sincronización, estilo…<br />
Y apareció el día en <strong>que</strong> <strong>que</strong>dó atónita. Metiéndose por entre la<br />
<strong>de</strong>cena y pico <strong>de</strong> ríos afluentes <strong>de</strong>l Atrato –“Son verda<strong>de</strong>ros hi<strong>los</strong><br />
<strong>de</strong> agua entre la espesura <strong>de</strong> la selva”--- llegó a un pe<strong>que</strong>ño caserío<br />
<strong>de</strong> ocho viviendas a la vera <strong>de</strong>l río Buey. La recibió un hombre <strong>de</strong><br />
u<strong>nos</strong> 57 años, muscu<strong>los</strong>o como un luchador, buen conversador y<br />
quien se le presentó con el apellido Mena. Hasta ahí, todo bien.<br />
Pero cuando le preguntó por la esposa y <strong>los</strong> hijos fue <strong>que</strong> a Dora