12.05.2013 Views

Cuentos de los que nos contaron - Dane

Cuentos de los que nos contaron - Dane

Cuentos de los que nos contaron - Dane

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Cuentos</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>que</strong> <strong>nos</strong> Contaron<br />

84<br />

No había<br />

caminado<br />

más <strong>de</strong><br />

cien pasos<br />

cuando<br />

sintió <strong>que</strong><br />

la tierra<br />

temblaba<br />

--- Mire, no vaya comiendo por<strong>que</strong> a <strong>los</strong> toros les gusta.<br />

---- ¿Los chitos?<br />

---- No, la sal.<br />

Karina se echó a reír. Pero miró con furia a <strong>los</strong> toros.<br />

A Sonia también le sucedió algo parecido. Tenía <strong>que</strong> censar una<br />

casa <strong>de</strong> la vereda San Juan Alto, a tres horas <strong>de</strong> Pasto, Nariño. Para<br />

recortar camino, tomó por un <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la carretera, <strong>que</strong> a la postre<br />

se le convirtió en martirio.<br />

---- Fue engorroso andar por ahí… a cada rato me resbalaba<br />

por<strong>que</strong> esa trocha estaba cubierta <strong>de</strong> hojas mojadas. A<strong>de</strong>más tenía<br />

<strong>los</strong> pies empapados <strong>de</strong> tanto brincar <strong>que</strong>bradas, y eso <strong>que</strong> llevaba<br />

botas.<br />

Cuando llegó a un llano aparecieron dos toros. El susto la paralizó.<br />

Quedó muda y se le escapó <strong>de</strong>l cuerpo todo instinto <strong>de</strong><br />

conservación. Parecía resignada a la muerte. Pero <strong>los</strong> animales ni<br />

se dieron cuenta <strong>que</strong> existía, por<strong>que</strong> pasaron por su lado con una<br />

indiferencia más propia <strong>de</strong> estrella <strong>de</strong> televisión <strong>que</strong> <strong>de</strong> un animalón<br />

<strong>de</strong> 400 ki<strong>los</strong> <strong>de</strong> peso.<br />

Tan pronto se recuperó, no tuvo opción distinta a correr como<br />

un conejo para po<strong>de</strong>r llegar a tiempo a la finca. Cuando llegó, no<br />

encontró a nadie. Un vecino <strong>de</strong>l lugar le dijo <strong>que</strong> la señora <strong>que</strong><br />

habitaba allí estaba en una novena en la escuela.<br />

----No importa. Voy para allá, le contestó.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!