LIAHONA 1989-01.pdf - Cumorah.org
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66<br />
niños que no entenderían su difícil<br />
apariencia física, su espalda<br />
encorvada y demás problemas. Le<br />
explicó también que esos problemas<br />
de nacimiento no eran culpa de nadie<br />
sino las consecuencias de problemas<br />
que aún no se resolvían en este<br />
imperfecto y a veces injusto inundo.<br />
Y le dijo: "Pero si siempre eres más<br />
cortés y más bondadosa con los<br />
demás de lo que algunos lo sean a<br />
veces contigo, tendrás todas las<br />
bendiciones que la vida te puede<br />
dar".<br />
La dama dijo que su único mérito<br />
era el de haber procurado ser más<br />
cortés y más bondadosa con los<br />
demás de lo que algunas personas lo<br />
habían sido a veces con ella.<br />
La dulzura del verdadero servicio<br />
cristiano se experimenta muchas<br />
veces en sitios apartados: en casas,<br />
hospitales y lugares de reclusión, en<br />
cuarteles militares y campamentos de<br />
refugiados, y en otros lugares alejados<br />
del público. Habitualmente es sin<br />
pregón, pero refleja la norma que dio<br />
el Salvador para todos los que<br />
hereden "el reino preparado. . . desde<br />
la fundación del mundo" (Mateo<br />
25:34). Estos son los que tienden la<br />
mano al hambriento, al sediento, al<br />
desnudo, al desamparado, al enfermo,<br />
al que está en la cárcel; y los que<br />
hacen esto según el ejemplo y con el<br />
espíritu de Aquel que dijo: " . . .en<br />
cuanto lo hicisteis a uno de estos mis<br />
hermanos más pequeños, a mí lo<br />
hicisteis" (Mateo 25:40). A los que<br />
sirvan de ese modo, Cristo prometió<br />
"vida eterna" (Mateo 25:46),<br />
mientras que a los que no ayudaran a<br />
los necesitados, El dijo: ". . .en<br />
cuanto no lo hicisteis a uno de estos<br />
más pequeños, tampoco a mí lo<br />
hicisteis" (Mateo 25:45).<br />
Una inspiradora enseñanza del<br />
Libro de Mormón trata sobre la<br />
misión de Cristo, sobre su "gran y<br />
postrer sacrificio. . . infinito y<br />
eterno" al llevar a cabo la Expiación<br />
y habla sobre la justicia, la<br />
misericordia y la oración. Tras un<br />
poderoso discurso sobre la oración y<br />
el espíritu de ésta, el profeta dice:<br />
"Y he aquí, amados hermanos<br />
míos, os digo que no penséis que esto<br />
es todo; porque si después de haber<br />
hecho todas estas cosas, despreciáis al<br />
indigente y al desnudo, y no visitáis<br />
al enfermo y afligido, si no dais de<br />
vuestros bienes, si los tenéis, a los<br />
necesitados, os digo que si no hacéis<br />
ninguna de estas cosas, he aquí,<br />
vuestra oración es en vano y no os<br />
vale nada, y sois como los hipócritas<br />
que niegan la fe." (Alma 34:28.)<br />
En una época difícil de la Iglesia,<br />
se recibió una revelación en la que se<br />
llamaba a misioneros, se recalcaba la<br />
importancia de las ordenanzas, se<br />
asignaban líderes locales y se decía lo<br />
siguiente: "Y recordad en todas las<br />
cosas a los pobres y necesitados, los<br />
enfermos y afligidos, porque el que<br />
no hace estas cosas no es mi<br />
discípulo" (D. y C. 52:40, cursiva<br />
agregada, véase también Moisés<br />
7:33).<br />
Mediante Ezequiel de antaño, el<br />
Señor nos dio una amplia visión de la<br />
diversidad de necesidades a las que<br />
tenemos la obligación de atender:<br />
"No fortalecisteis las débiles, ni<br />
curasteis la enferma; no vendasteis la<br />
perniquebrada, ni volvisteis al redil la<br />
descarriada, ni buscasteis la<br />
perdida. . . " (Ezequiel 34:4).<br />
En el Libro de Alma se habla de un<br />
grupo de personas que fueron<br />
desterradas de su país y se fueron a<br />
otra tierra donde sus hermanos<br />
cristianos "recibieron a todos los. . .<br />
pobres que llegaron a ellos; y los. . .<br />
vistieron y les dieron tierras para<br />
herencias y los atendieron según sus<br />
necesidades" (Alma 35:9).<br />
Ese espíritu todavía se conserva<br />
vivo entre los miembros de la Iglesia.<br />
Durante varios años, en los<br />
campamentos de refugiados de Asia,<br />
jóvenes representantes de la Iglesia<br />
han cumplido misiones especiales<br />
preparando a esas dulces personas<br />
para vivir en este país. Un observador<br />
que sintió el espíritu especial con que<br />
con tanta abnegación trabajaban,<br />
escribió: "Ustedes no tienen<br />
necesidad de hablar de su religión<br />
porque su código de valores es<br />
evidente".<br />
Las personas a las que sirvieron los<br />
han estimado casi con la misma<br />
reverencia con que podrían estimar al<br />
Salvador mismo. Y tras haber<br />
experimentado esta bendición