LIAHONA 1989-01.pdf - Cumorah.org
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proporcionará fortaleza a los justos y<br />
también los medios de escapar, y que,<br />
al fin, triunfará la verdad (véase 1<br />
Nefi 22:15-23).<br />
Testifico que ha llegado el<br />
momento de que todo hombre ponga<br />
su propia casa en orden tanto<br />
temporal como espiritualmente. Es<br />
hora de que el incrédulo aprenda por<br />
sí mismo que esta obra es verdadera,<br />
que La Iglesia de Jesucristo de los<br />
Santos de los Últimos Días es el reino<br />
que Daniel profetizó que Dios<br />
establecería en los últimos días, para<br />
no ser jamás destruido, la piedra que<br />
por fin llenaría toda la tierra y que<br />
permanecería para siempre (véase<br />
Daniel 2:34-45; D. y C. 65:2). Es<br />
hora de que nosotros, los miembros<br />
de la Iglesia, obedezcamos a Dios en<br />
todas las cosas, usemos nuestra<br />
influencia para hacer popular lo que<br />
es correcto y para hacer impopular lo<br />
que es falso. Tenemos las Escrituras,<br />
los profetas y el don del Espíritu<br />
Santo. Ahora, necesitamos ojos para<br />
ver, oídos para oír y corazones para<br />
entender y obedecer las instrucciones<br />
de Dios.<br />
Testifico que, dentro de pocos<br />
años, la tierra será limpiada (véase D.<br />
y C. 76:41), que Jesús el Cristo<br />
vendrá de nuevo, esta vez con poder y<br />
gran gloria para subyugar a sus<br />
enemigos y gobernar y reinar en la<br />
tierra (véase D. y C. 43:26-33); que<br />
en el momento indicado, todos los<br />
hombres recibirán la resurrección y<br />
entonces enfrentarán al Maestro en el<br />
juicio final (véase 2 Nefi 9:15, 41);<br />
que Dios recompensará a cada uno de<br />
acuerdo con sus hechos en la carne<br />
(véase Alma 5:15).<br />
Os testifico que el gozo completo<br />
sólo se obtendrá x JV medio del<br />
sacrificio expiatorio de Jesucristo y<br />
por la obediencia a todas las leyes y<br />
las ordenanzas del evangelio, las<br />
cuales se encuentran únicamente en<br />
La Iglesia de Jesucristo de los Santos<br />
de los Últimos Días (véase el tercer<br />
Artículo de Fe).<br />
De todo lo que he dicho testifico<br />
humildemente y doy solemne<br />
testimonio de que es verdadero, y lo<br />
hago en el nombre de Aquel que es la<br />
cabeza de esta Iglesia, o sea,<br />
Jesucristo. Amén. D<br />
NUESTRA<br />
PREPARACIÓN<br />
ESPIRITUAL Y<br />
TEMPORAL<br />
por Barbara W. Winder<br />
Presidenta General de la Sociedad de Socorro<br />
"Está en nuestra naturaleza, hermanas, tener<br />
sentimientos de caridad y benevolencia, y no siempre es<br />
fácil expresar esos sentimientos con hechos."<br />
"H<br />
azme un instrumento de<br />
tu paz". ¡Qué<br />
.elocuentes palabras para<br />
las mujeres de la Iglesia!<br />
De la mujer, en Proverbios leemos:<br />
"Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?<br />
Porque su estima sobrepasa<br />
largamente a la de las piedras<br />
preciosas" (Proverbios 31:10; véanse<br />
los versículos 10-31). La mujer<br />
virtuosa que se describe en Proverbios<br />
es una mujer que se prepara, que<br />
trabaja con voluntad, que alarga su<br />
mano al pobre, atiende a las<br />
necesidades de su casa, busca<br />
conocimiento y reverencia<br />
profundamente al Señor. Aunque su<br />
trabajo parezca temporal, sus<br />
bendiciones son eternas.<br />
Al hablar de preparación, muchas<br />
veces pensamos primeramente en las<br />
cosas temporales: alimentos, techo,<br />
ropa. Pero aunque esa preparación es<br />
importante y necesaria, no lo es todo.<br />
Hay un importante equilibrio entre<br />
el aspecto temporal y el espiritual de<br />
este principio. El Señor ha dicho:<br />
"... para mí todas las cosas son<br />
espirituales; y en ningún tiempo os he<br />
dado una ley que fuese temporal" (D.<br />
y C. 29:34).<br />
Nuestro Señor nos enseñó esa<br />
trascendental lección cuando visitó el<br />
hogar de sus amigas María y Marta.<br />
Mientras Marta atendía a las<br />
necesidades de sus huéspedes, Marta<br />
se dedicó a escuchar lo que decía el<br />
Salvador.<br />
Leemos: "Pero Marta se<br />
preocupaba con muchos quehaceres, y<br />
acercándose, dijo: Señor, ¿no te da<br />
cuidado que mi hermana me deje<br />
servir sola? Dile, pues, que me<br />
ayude. Respondiendo Jesús, le dijo:<br />
Marta, Marta, afanada y turbada estás<br />
con muchas cosas. Pero sólo una cosa<br />
es necesaria; y María ha escogido la<br />
buena parte, la cual no le será<br />
quitada" (Lucas 10:40-42).<br />
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