REFLEXIONES
REFLEXIONES
REFLEXIONES
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ITAKA - ESCOLAPIOS www.marianistas.org REFLEXIÓN<br />
en la lucha aceptándose como son<br />
Los que así actúan<br />
ya tienen los bienes de la tierra.<br />
FELICES LOS QUE LLORAN<br />
los que se arrepienten<br />
de sus pecados cometidos<br />
y buscan el perdón<br />
los que desean compartir con los demás<br />
la alegría de la reconciliación.<br />
Los que así sufren<br />
siempre tendrán el consuelo de Dios.<br />
FELICES LOS QUE TIENEN HAMBRE<br />
Y SED DE JUSTICIA<br />
los que no desfallecen<br />
en la búsqueda y realización<br />
de la paz y la justicia de Dios<br />
Sabiendo que no todo depende de ellos...<br />
esperan activamente.<br />
A éstos,<br />
El les saciará en esta búsqueda.<br />
FELICES LOS MISERICORDIOSOS<br />
los que no buscan sus intereses<br />
personales y mundanos<br />
no buscan su verdad<br />
sino la verdad.<br />
Ellos ven a Dios<br />
en cada acto, en cada persona.<br />
FELICES LOS CONSTRUCTORES<br />
DE LA PAZ<br />
los que conocen y practican el diálogo<br />
como mejor arma<br />
ante cualquier dificultad<br />
los que trabajan en la promoción<br />
y construcción de la paz.<br />
Estos son los hijos de Dios.<br />
FELICES LOS PERSEGUIDOS POR AMOR A<br />
LA JUSTICIA DE DIOS<br />
se saben instrumentos<br />
y no se vanaglorian<br />
No hablan mal ni se escandalizan<br />
ante las dudas<br />
o contradicciones de los demás<br />
y le ayudan.<br />
Estos son los que viven con el Señor,<br />
y esperan su venida a todos los hombres.<br />
FELICES CUANDO DIGAN TODA CLASE<br />
DE CALUMNIAS CONTRA VOSOTROS<br />
los que no pierden tiempo<br />
en explicaciones<br />
o preguntándose el porqué.<br />
“Cuando el mundo os odie<br />
recordad que primero el mundo me odió a mí”<br />
“Luchad y esperad,<br />
pues el Espíritu<br />
dará pruebas en vuestro favor”.<br />
62. ¿FELIZ NAVIDAD?<br />
Un nacimiento habría de ser siempre una ocasión<br />
de gozo, una renovación de la eterna esperanza.<br />
Quizá no sea otro el simbolismo de la<br />
Navidad: alguien infinito que nace para compartir.<br />
Por eso aterra pensar en lo que la humani-<br />
dad se ha convertido, y en lo injusto y atroz de<br />
sus repartos.<br />
El hombre es una vida consciente de sí misma:<br />
eso es lo que lo erige en superior a todo lo demás.<br />
Y eso es también lo que lo hace responsable.<br />
El tigre es inocente, el terremoto y el volcán<br />
son inocentes, el ciclón es inocente. El hombre<br />
no lo es. Por eso quizá nos beneficie reflexionar<br />
en ello cuando conmemoramos un nacimiento<br />
que debió transformarnos, pero que no lo consiguió<br />
porque no nos dejamos transformar.<br />
Cuarenta millones de personas mueren al año<br />
de hambre. Diecisiete millones de ellas son<br />
niños. No han cometido más falta que estar<br />
vivos. ¿No aterra? ¿No estremece? ¿Qué mundo,<br />
sordo y ciego, es éste, que se dispone cada<br />
año, volviendo la cabeza, a celebrar su Navidad?<br />
¿Qué Navidad es la que celebra este<br />
mundo ensangrentado, egoísta, insolidario,<br />
devorador, materialista, estúpido? ¿En qué<br />
sinceridad podrá creerse? ¿Qué sinceridad cabe<br />
entre los mazapanes, Papá Noël, los espumillones,<br />
el abeto, el belén, los Reyes Magos? ¿Qué<br />
monstruosa comedia, autocomplacida y gestera<br />
es la de las campañas navideñas de sentar a un<br />
pobre a su mesa o recordar a los negritos, o<br />
mandar un par de botellas y un jamón a la parroquia?<br />
Dos tercios de los hombres sufren tan sólo por<br />
haber nacido. No penas finas, no penas imaginarias,<br />
no desazones por llegar más alto, o por<br />
ambiciones fracasadas, o por intentos contradichos:<br />
sufren por hambre: por hambre de justicia,<br />
por hambre de esperanza y por hambre de pan.<br />
Ven morir a sus hijos, se ven morir los unos a<br />
los otros irremediablemente. Mientras nosotros,<br />
en hogares tibios, sin la menor intención de<br />
darnos cuenta de esa roja marea de dolor, cantamos<br />
villancicos, lanzamos a Dios filiales guiños<br />
de complicidad, comemos y bebemos hasta<br />
hartarnos y celebramos nuestras Navidades.<br />
Nacer no es compartir. El sufrimiento de las dos<br />
terceras partes de la humanidad no lo comparte<br />
la otra. El Dios de amor que nace para unos, no<br />
lo comparten todos. No sé si habrá otra vida, en<br />
la que el Dios remunerador ponga las cosas en<br />
su sitio; ni siquiera es preciso que la haya para<br />
saber, en ésta, que la vida es lo esencial; que la<br />
humanidad que deja morir cada año por hambre<br />
a cuarenta millones de hijos suyos es una inhumana<br />
humanidad. Y debe concluir. Quizá por<br />
eso, para concluir, se esfuerza tanto en armarse,<br />
se esfuerza tanto en preparar su insensato<br />
suicidio.<br />
Con el costo de un misil intercontinental se podrían<br />
plantar doscientos millones de árboles,<br />
regar un millón de hectáreas, dar de comer a<br />
cincuenta millones de niños. Para cubrir las<br />
necesidades de alimento, vivienda, salud y<br />
escuela del Tercer Mundo se precisan diecisiete<br />
mil quinientos millones de dólares: la misma<br />
cifra que el mundo se gasta en armamento cada<br />
dos semanas.<br />
Textos para orar y reflexionar 18